La piña o ananá (Ananas comosus), la tuna (Opuntia ficus-india) y la papaya (Carica papaya) son tres frutos originarios de América que sorprendieron a los conquistadores europeos. Eran frutos novedosos tanto en su forma y su color, pero principalmente por su exquisito sabor y fragante aroma. La piña tuvo especial éxito entre los europeos. Colón fue el primer foráneo que probó la piña, el 4 de noviembre de 1493, cuando desembarcó en la isla de Guadalupe, en su segundo viaje a América.
La palabra piña: viene de los piñones europeos. La palabra ananá: viene del guaraní naná, debido a su delicioso perfume. Las palabras tuna y papaya: vienen del taíno.
Piña
La piña o ananá es una planta que puede llegar a crecer hasta los 70 centímetros de alto. Del centro de la planta nace un fruto dulce y aromático.
Para llevar la piña a Europa, ésta se cortaba estando aún verde. Si el viaje era bueno, y no habían contratiempos, el fruto llegaba a su destino sin podrirse. El rey español Fernando El Católico, que falleció en 1516, probó la piña y dijo que era lo más sabroso que había comido en su vida.
La fruta de la amistad
¿Alguien se hubiera imaginado que las plantas de piñas, de clima tropical, podrían dar frutos en el clima inglés? Pues así fue. Los ingleses construyeron edificios especiales y les proporcionaron calor mediante camas de estiércol y hornillas. Así, la piña se transformó en una fruta que representaba riqueza, hospitalidad y amistad.
Tuna
La tuna es un arbusto con espinas, sin hojas, que produce un fruto comestible llamado con el mismo nombre. También tiene flores de color amarillo y naranja. La tuna es originaria de México y se consume desde hace unos 9.000 años.
Los españoles que llegaron a México describieron 13 variedades de tunas. Una de ellas hacía que la orina fuera roja, lo que no les gustó mucho a los españoles. Algunas tunas eran dulces, otras agrias, otras se comían crudas y algunas cocidas. Incluso las flores de las tunas eran comestibles.
Papaya
La papaya es originaria de los bosques de México, América Central y del norte de América del Sur. Los frutos poseen una textura suave y una forma oblonga. Pueden encontrarse de color verde, amarillas, naranjas o rosa. Los tamaños varían, pero aunque pueden llegar a pesar hasta 9 kilos, en la mayoría de los casos no suelen superar los 500 ó 600 gramos.
Otra especie de papaya que crece en Los Andes, entre Colombia y Chile, es la que da el papayo de la montaña (Carica pubescen). Esta papaya se caracteriza por ser muy dulce y aromática, de color amarillo, tamaño pequeño y forma alargada, piel delgada y muy rica en papaína. Se consume preferentemente cocida.
Bibliografía: Sabores de América autoras Ana María Pavez y Constanza Recart, pagina 22/23, año de publicación 2010.
Fuente: Juan Antonio García.