Actriz, escritora productora y comunicadora, Marisol Morales viene destacándose por la importante labor que realiza al visibilizar a los talentos venezolanos en España, en particular a través de su programa de YouTube Teatro, fiestas y algo más, llegó a su primer aniversario el pasado 15 de marzo.
¿Cuáles son los hitos en la carrera de este queridísimo personaje de la comunidad venezolana y cuáles son sus motivaciones para realizar la labor de difusión que lleva a cabo? Conversamos con ella para conocer más a fondo su trayectoria y conocer sus próximos proyectos.
Tu condición de actriz facilita que comprendas a otros intérpretes teatrales y empatices con ellos. ¿Cuáles han sido los hitos más importantes de tu carrera actoral?
Sin duda alguna fue vencer el miedo al “no”.
Yo trabajaba en una empresa como vendedora y, con 18 años, quería luchar por mis sueños. Además de trabajar en ventas y llevar el sustento a mi casa, quería hacer teatro. Tenía la ilusión de poder participar en algún espectáculo. Y vi un letrero en el centro de Caracas anunciando un taller de teatro. Pasé. Vencí el miedo y me inscribí. Me dije: “después me las arreglo en el trabajo para lograr salir temprano y poder cumplir con mi trabajo y con mi sueño». Y así fue.
Una vez que concluyó el taller, fui invitada a participar en las obras de la compañía de Lily Álvarez Sierra. Mi primer personaje fue al Hada Madrina de La Cenicienta, y vinieron muchísimos más, tanto en obras de adultos como de niños. Participé en Peter Pan, y se hicieron más de trescientas funciones de ese espectáculo. Después, vino El Libro de la Selva, hice la Reina de las Brujas en La Flauta Mágica, y participé en muchísimas más obras, como Don Juan Tenorio. Fue una época maravillosa.
Háblanos de tu relación con la legendaria Lily Álvarez Sierra
Bueno: al hablar de Lily Álvarez Sierra se me dibuja una sonrisa en los labios, porque ella fue, y sigue siendo para mí, una mujer y una profesional admirable. Es una mujer de la que aprendí muchísimo. Y todavía sigo al pie de la letra algunas de sus sugerencias o de sus consejos. Era una mujer muy sabia, y compartía sin egoísmo alguno sus conocimientos. Siempre estaba pendiente de que los niños fuesen la prioridad, y de que los jóvenes que estaban brindándole a los niños un espectáculo, se dieran cuenta de respeto que debía haber, de cómo los niños que estaban viendo un espectáculo debían verlo sentados, sin levantarse de la silla, porque ellos iban a ser los espectadores del futuro. Para todo tenía una respuesta y una respuesta que, si tú la sabías interpretar, te conducía a que todo saliera excelentemente bien.
Yo no solo tuve la suerte de trabajar con ella unos once años en la parte de actuación y de que me dirigiera, sino también de estar encargada de las relaciones públicas en el teatro y compartir con ella en su oficina muchísimos momentos gratos y, como dije antes, de aprendizaje máximo.
Paulatinamente, tu carrera ha ido migrando, de la interpretación, a la comunicación del fenómeno artístico. ¿Cómo se produce ese salto?
Desde siempre me ha gustado la comunicación. Recuerdo que escribía para el Noti-Pan, que era un periódico interno, pequeño, que nació cuando estábamos haciendo Peter Pan. Ahí narraba y hacía varios artículos de lo que pasaba dentro del espectáculo con los actores, y con los eventos que íbamos realizando para hacer pequeñas celebraciones. Y, en paralelo, estuve trabajando con el programa que producía y dirigía Rolando Chirinos, un actor venezolano maravilloso. Se llamaba “El tren de fantasía”.
Rolando hacía alrededor de ocho voces y faltaba una bruja, un personaje que él había creado. Me lo ofrecieron y dije que sí. En ese programa incursioné en la parte de producción. Le dije a Rolando que yo también quería escribir los guiones, que quería ayudarlo, que quería aprender. ¡Y fue un maestro! También le dije que me encantaría que pudiéramos incluir en El tren de fantasía entrevistas con los artistas que estaban haciendo las promociones de sus discos para que ellos hablaran de su infancia y de sus historias, de cómo veían ellos desde niños su vida, para llegar a donde estaban en ese momento. Y ahí tuve la oportunidad de entrevistar a Ricky Martin, a María Teresa Chacín, a Serenata Guayanesa, a Miguel Bosé, a Caridad Canelón, a María Conchita Alonso , a la encantadora Ruddy Rodríguez … Muchísimos grandes que en el momento estaban promocionando lo que estaban haciendo en el medio artístico.
Fue un aprendizaje inmenso. Y yo creo que gracias a todas estas oportunidades y a la preparación que he venido teniendo durante años (porque pienso que ningún conocimiento es pérdida) me he mantenido en el campo de la comunicación.
A lo largo de los últimos años has cifrado parte de tu trabajo en la difusión del quehacer cultural. ¿Cuáles han sido los proyectos más importantes que has emprendido en este terreno?
Tuve la oportunidad de trabajar en muchas obras de teatro, tanto infantiles como de adultos, con la Compañía de Lily Álvarez Sierra, y posteriormente en otras compañías. En la compañía teatral Zurcos, hice la producción de varias obras infantiles que se presentaban en el Teatro Chacaíto y en el Caracas Theater Club. Hasta nos ganamos un premio con el montaje de El Rey León en el Teatro San Martín.
Entre los proyectos más importantes pudiera señalar los que he realizado aquí en España. Llegando, monté una versión especial de Los Tres Cerditos, ese clásico infantil maravilloso, donde incluí un personaje, Renato, el conejito saltarín, que es como un amuleto. Él está en mucho de mis cuentos y a los niños les encanta. Aquí he escrito varias obras y varios microteatros que han tenido muchísimo éxito. Entre ellos se cuenta Ni soy de aquí, ni soy de allá, No eres mi tipo, Amor con amor se paga, El sapito Saltarín, La gatita Mimí en el estanque de los sapos, El bosque encantado y hay uno muy especial, que es El abuelo y la Fantasía, una obra que monté para una biblioteca en Diego de León, que nos dio excelentes resultados. Saldrá como un cuento infantil el próximo mayo de 2025, para que todos los niños puedan disfrutarlo, para que los padres, los tíos, los abuelos, lo tengan en su mesita de noche y puedan contarle a los niños un cuento que está lleno de magia, de fantasía y de mensajes que son muy importantes para rescatar todos los valores: de respeto, de honestidad, de amistad… Y darle el justo valor a la naturaleza, a la imaginación y a la fantasía, uniendo cada vez más a la familia.
¿Recuerdas algún invitado que te haya impactado especialmente?
Realmente son muchos. Muchos me han impactado por su sencillez, por su carisma y por su amplia trayectoria. Siendo grandes profesionales, tienen los pies muy firmes en la tierra, y son personas con muchos valores. Ahora mismo te puedo nombrar a Ernesto Cortés, a Franklin Virgüez, a Félix Loreto. Como ellos, hay muchísimos más
En qué se diferencia tu programa “Teatro, fiestas y algo más” con otras experiencias que has desarrollado antes?
Ya el 15 de marzo cumplimos un año y todos en el equipo estamos felices por lo que hemos brindado hasta ahora. Yo pienso que se diferencia en que hay una Marisol Morales con más experiencia, que sabe lo que quiere brindarle al público y cuida mucho los detalles. No solamente estoy al frente de las cámaras, sino que también estoy en la producción y en la dirección del mismo. Y tengo un equipo que me apoya para llevar siempre, de lo bueno, lo mejor. Yo apuesto mucho por este slogan, porque realmente hay que cuidar el trabajo y hay que ofrecerle a las personas lo mejor, porque cuando la gente conoce nuestro trabajo, nos sigue y aceptan las recomendaciones. Yo cuando escribo alguna nota y recomiendo algún espectáculo, es porque ya lo he visto, lo he disfrutado, y sé que la gente que me sigue va a ir confiada a disfrutarlo.
¿Qué importancia crees que tiene, en la diáspora, la labor que vienes desempeñando?
Tiene mucha importancia, ya que podemos intercambiar culturas, mostrar todo lo bueno que hacemos y aprender de todo lo bueno que se hace en otro país, como España. En mis obras de teatro siempre el grupo actoral o técnico es 50% venezolano y 50% español o de otros países, porque nos enriquecemos todos.
Yo creo que todas las personas tenemos un lugar, una comunidad y un grupo de personas a las que les gusta nuestro arte. Yo apuesto por el buen trabajo y porque todos podamos tener un lugar desde donde podamos ofrecer al espectador lo mejor. En seguir preparándonos cada día y estar actualizados, con conocimientos, para que, cuando llegue la oportunidad, podamos aprovecharla. Por eso mi apoyo a todos esos grandes venezolanos que cada día cumplen sus sueños en todos los ámbitos.
En el teatro hay un slogan, que hice mío: El teatro es sanador. El teatro te permite vivir muchísimas vidas, te permite relacionarte, te permite encontrarte con tus emociones y te permite enfrentarte a tus miedos. El teatro es maravilloso, tanto para aquellos que se suben a un escenario, como para aquellos que quieren vencer sus miedos y ser grandes profesionales en cualquier otro ámbito.
MADRID, ESPAÑA
Abril, 2025