Cada dos años, el Festival Iberoamericano convierte a Bogotá en el epicentro del teatro mundial. Pero, según su directora, Anamarta de Pizarro, el espíritu del festival siempre ha sido trascender las presentaciones y convertirse en un carnaval de ciudad, una declaración respaldada por datos como la asistencia a la edición del 2012, que reunió a 2’800.000 personas.
“El gran acierto de Fanny Mikey y Ramiro Osorio (creadores del evento en 1988) es que no solo les interesaba traer lo mejor de las artes escénicas, sino que también querían interactuar con la ciudad; es por eso que la gente siente que este es su propio festival”, dice De Pizarro sobre el certamen, que acaba de ser nombrado patrimonio cultural por el Senado de la República.
El próximo 4 de abril se acabará la espera de dos años para disfrutar de la fiesta cultural más importante del país. El espectáculo musical Gonzagão, la leyenda dará la largada a la edición 14 del festival, que tendrá como invitado a Brasil.
Este miércoles se empezarán a vender los abonos y se dará a conocer la parrilla de programación, que contará con la presencia de grupos de más de 20 países.
La apuesta por Brasil –profundiza la directora– busca destacar la multitudinaria propuesta teatral que se ha ido consolidando en el país vecino. “Hay un gran desarrollo de nuevas dramaturgias. Hay muchos directores jóvenes que están tocando temas fundamentales de la vida. Los brasileros tienen cosas muy claras con respecto a su propia identidad y a su propia cultura, y eso se nota mucho en lo que está pasando en el teatro”, dice Pizarro.
Además del espectáculo inaugural, de Brasil llegarán El jardín, escrita y dirigida por Leonardo Moreira; Toda desnudez será castigada, dirigida por Antunes Filho; Maravilloso, inspirada el Fausto de Goethe; Amores sordos, de la compañía Espanca!, y La dama del mar, una producción de la superestrella del teatro Bob Wilson. También estará el grupo musical Os Negoes, que encabezará el desfile inaugural y ofrecerá un concierto en la Plaza de Bolívar.