Clara Nieto Ponce de León «Escribir libros sobre temas políticos o de historia y columnas de opinión, me atraen por igual»
Fue como si yo hubiera tenido una carrera contra el tiempo, pues cuando Clara Nieto me obsequió el libro Los amos de las guerras y las guerras de los amos me dediqué a lo largo de una semana entera a devorar las casi 700 páginas de este libro monumental. Y cada página que leía me dejaba más que asombrado y me demostraba una vez más que después de haber leído tantos y tantos libros de historia…cada vez sabía menos.
No sabía, por ejemplo, que EUA había invadido centenares de veces a nuestros países y que la prensa se había quedado callada esas centenares de veces. No sabía cómo la jauría de los Somoza había utilizado no sólo la fuerza sino la sevicia para borrar del mapa cualquier manifestación rebelde y cómo, por medio de engaños, asunto que no se ha terminado en Indoamérica, los Somoza invitaron a Augusto César Sandino a “firmar la paz” y al entrar al restaurante, lo acribillaron…
Este libro Los amos de las guerras…debe convertirse, sin lugar a dudas en la más importante enciclopedia de la verdad de América Indígena, pues jamás perderá vigencia ¡Jamás! Como tampoco lo hará el que acaba de publicar y que desde ya, apenas a unas semanas de haber salido al mercado ha empezado marcar un hito en nuestra historia, pues no sólo habla del ascenso de Barack Abama, sino de cómo George W. Bush fue comprando a sus “amigos” entre ellos a Álvaro Uribe Vélez para poder hacer del mundo la peor cocina de arbitrariedades, especialmente en nuestro continente.
Y cuando mencionamos al EX mandatario colombiano, es porque no queda muy bien parado frente a la historia de nuestro continente. En este reciente libro de Clara Nieto Obama y la nueva izquierda latinoamericana ( B ), la periodista, columnista, ex embajadora e historiadora le saca los trapos al sol al EX gobernador de Antioquia, EX senador, EX director de la Aerocivil y EX presidente Uribe Vélez. Leer las páginas en dónde él aparece, le producirá a muchos seguidores un cierto sonrojo que durará hasta el final de sus páginas y quizás un poco más allá.
Pero no sólo aparece allí el “mesías” antioqueño, sino otros mandatarios que a punta de oportunismos y genuflexiones no quisieron alejarse de la bandera de las barras y las estrellas, pero que también se fueron al otro extremo y radicalizaron sus posiciones frente al tío Sam y sus arbitrariedades.
Hablar con Clara Nieto no es nada fácil, pues está siempre en continua ebullición hablando, escribiendo, proponiendo, haciendo, consultando, leyendo, verificando y, aún así, tiene tiempo para los amigos con quienes comparte un ajiaco con alcaparras, un sancocho de gallina y hasta prepara, con todos los “fierros” un “mojito” como le enseñaran en la Vieja Habana.
A ver. Sentémonos sin prisas ni afanes y hablemos…
– ¿Es más complicado escribir una columna periodística o un libro?
– Escribir libros sobre temas políticos o de historia, y columnas de opinión al calor de los acontecimientos, me atraen por igual. No los enfoco en términos de dificultad, sino de tiempo. No escribo ficción, aunque es predilección de mis lecturas, pues mi interés son ciencias políticas, asuntos internacionales, en particular EUA y América Latina, y sus complicadas relaciones. Mis columnas de opinión han sido también sobre esos temas, también sobre política colombiana. Estas igualmente requieren investigación y buena dosis de información, pero el esfuerzo no puede compararse.
– Qué produce más satisfacción: ¿La respuesta de un lector de prensa o de uno de libros?
– Comentarios favorables sobre lo que escribes, en libros o en columnas, son siempre bienvenidos. Diría que satisfacen por igual.
– ¿Crees que la historia siempre ha sido escrita por los vencedores y jamás por los vencidos?
– No veo la historia en esos términos de vencedores y vencidos. Siento cierta alergia a las obras de derecha, pero las consulto. Tampoco me atraen las de extrema izquierda. Evito los sesgos tendenciosos. La subjetividad es en cierta medida inevitable, pero en la inmensa mayoría de libros que he leído y consultado en muchos años he encontrado enfoques justos, análisis equilibrados de los pros y los contras, de logros y fracasos, y sus conceptos han sido enriquecedores.
– ¿Cual fue la razón por la cual escribiste Los amos de la guerras y las guerras de los amos?
– Yo estaba de regreso a Colombia después de más de veinte años en el exterior: once en la delegación de Colombia ante la ONU, en Nueva York, tres en frente de nuestra delegación ante la Unesco en París, cinco encargada de negocios en Yugoslavia. La última etapa, cinco años, fue en Cuba. Tres de embajadora y dos Directora de la Oficina Regional de la Unesco en La Habana. Juan Tokatlián, director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad de los Andes, creyó interesante mi experiencia y me propuso escribir sobre mi experiencia en Cuba. Le ofrecí, y aceptó, algo más extenso: tratar sobre las relaciones EUA y América Latina a partir del triunfo de la Revolución Cubana. Había seguido con enorme interés la lucha revolucionaria de Fidel y los barbudos en la Sierra Maestra, y aplaudí su triunfo el 1° de Enero de 1957. Casi de inmediato estallan los agrios debates Cuba-EUA en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General de la ONU, y en esos años, los sesenta, la lucha armada procastrista está al rojo vivo en el continente. La permanencia en Cuba me dio luz sobre los logros y las dificultades de la Revolución, sobre el conflicto Cuba-EUA, y el impacto de la Revolución en el contexto continental. Tenía muchas vivencias y mucho que decir.
– ¿Cuál fue la mayor dificultad al escribir ese libro?
– No encontré mayores problemas. Estaba radicada en EUA y tenía acceso a la Librería del Congreso y al Archivo Nacional en Washington, a la Biblioteca de las Naciones Unidas, a los archivos del New York Times y de otros diarios estadounidenses. Fueron diez años de excitante exploración de nuestra realidad latinoamericana, de EUA y de su política frente a Cuba y hacia el continente. Escribir Los amos de las guerras… (Uniandes-Cerec, 1999) me significó enorme y constante dedicación. Fueron diez años de investigación en bibliotecas, archivos y diarios de EUA y Colombia, consultas por Internet, entrevistas a líderes cubanos en viajes a la Isla (no logré hablar con Fidel). Dispuse del tiempo necesario, sin presión de fechas ni límites.
– ¿Crees que este libro continúa siendo de permanente actualidad?
– Los Amos cubren parte importante de la historia hemisférica. El conflicto Cuba y EUA es tema central. La Revolución Cubana, la trato en extenso, es base y referente de la llamada nueva izquierda latinoamericana, tema de hoy. La primera versión, de Uniandes-Cerec, va hasta el fin de la administración Eisenhower; la inglesa, publicada por Seven Stories Press (2003), editorial neoyorquina, va hasta la de Clinton, y en la que publica España, Random House-Mondadori (2008) incluyo la funesta de George W. Bush. Es importante tener en cuenta los cambios que se operan en EUA durante la administración Bush. La disminución de su influencia en América Latina evidente en la administración Obama, y la permanencia de la hegemonía militar que proclama. Bajo Obama, va en aumento. A pesar de no ser bienvenida su presencia militar, está en la mayoría de los países y sus mercados siguen siendo la Meca de muchos. Conocer la evolución de esa compleja realidad histórica, enriquece.
¿Hasta cuando crees que se va a seguir satanizando a Cuba?
Es enormemente frustrante, por decir lo menos, el que Estados Unidos, en el gobierno de Obama, mantenga el embargo económico, en realidad como dice Fidel ha sido un bloqueo económico y comercial, que ya lleva más de medio siglo. Y es frustrante, por decir lo menos, que las promesas de Obama diálogo con Cuba y de cambio en sus relaciones hayan sido sólo bellas palabras. Obama repite las exigencias de cambios democráticos de sus antecesores, que es pedirle a Cuba –dice Fidel-, que ingrese al capitalismo. El embargo y la hostilidad hacia Cuba siguen con Obama. No hay cambio. La maquinaria como dije es más fuerte que su voluntad de cambio. Y mientras eso siga, Cuba seguirá siendo hostilizada. Para evitar represalia de Washington muchos países no comercian con la Isla, aunque las leyes que lo regulan, como la Helms-Burton, violan disposiciones de comercio internacional. Obama mantiene el embargo, aunque durante más de quince años consecutivos, la inmensa mayoría de la Asamblea General de la ONU lo condena. Con EUA sólo votan Israel y algún pequeño país difícil de ubicar en los mapas. El mundo esperó que Obama, que contaba con extensa mayoría demócrata en el Congreso (ya la perdió) lograrían abolirlo. Esa decisión depende del Congreso. Algunos creen que en su segundo mandato, si es reelegido, quizá lo intente.
– ¿Qué dejó de experiencia tu estadía en Cuba?
– Ver que es posible lograr la igualdad, suprimir los privilegios, ver que la justicia social se logra con voluntad y con leyes. En esa sociedad socialista, ofenden los excesos capitalistas de riqueza y las desigualdades. Muchas cosas de esas sociedades son superfluas.
– ¿Por qué cuando se habla de Cuba, siempre se habla a medias y no la historia como es?
– Los logros de la Revolución Cubana, en educación y salud, gratuitas para todos, el triunfo contra el analfabetismo, el techo y el trabajo para todos en esa sociedad, son innegables. Ningún país del continente ha logrado o intentado metas semejantes. Fidel sostiene que sólo el socialismo ofrece la justicia social. Esos logros son anatema para las derechas continentales, minoritarias pero poderosas. No están dispuestas a ceder privilegios, aceptar esos logros y, mucho menos, al sistema socialista. Hablar de los avances de Cuba va en contra de esos principios. .
– ¿Primero nació en ti ser periodista y posteriormente historiadora?
– Mis libros son un enfoque periodístico de la historia.
– ¿Vivir en Nueva York es poder ver desde la otra orilla y con un lente diferente la situación de América Latina?
– Con la extraordinaria expansión de las comunicaciones, con el Internet, donde quiera que estés tienes acceso al mundo. Nueva York es una ciudad extraordinaria y EUA es un país fascinante, por algo es la superpotencia mundial en muchas áreas, en ciencia, tecnología, en las distintas expresiones culturales, pero no estoy de acuerdo con su política militarista y de dominio hegemónico, y me ofende su política hacia el continente, de apoyo a las dictaduras y a gobiernos de derecha, su ventajismo económico y comercial, su injerencia, abierta y encubierta contra los países progresistas y de izquierda para darlos al traste. La nueva izquierda latinoamericana está en la mira del Pentágono.
– ¿Por qué escribir un libro sobre Obama y la izquierda?
– Ambos acontecimientos significan cambios geopolíticos de extraordinaria trascendencia. El ascenso de un negro a la presidencia de EUA, cuya historia es de racismo y de discriminación, marca un hito en la historia de ese país, y es un hecho que impacta al mundo. Y lo que está pasando en América Latina con el ascenso al poder de líderes progresistas, de izquierda, apoyados por sus pueblos, sectores populares, movimientos indígenas y partidos de izquierda, en la historia continental es de extrema importancia, e implica un cambio en sus relaciones con Washington. Por primera vez desde su Independencia, el continente ha estado sometido a brutales dictaduras militares, apoyadas por Washington, y han reinado las derechas. Con ayuda de la CIA caen presidentes progresistas: Arbenz en Guatemala y Allende en Chile. Después de una década la izquierda progresa con la elección en Brasil de Dilma Rousseff, del PT y candidata de Lula; con el cambio en Perú, sale Alan García de derecha y entra Ollanta Humala de izquierda; en Argentina Cristina Fernández de Kirshner, del peronismo de izquierda, es reelegida por abrumadora mayoría. Y en Venezuela, aunque disminuido políticamente, y enfermo, Hugo Chávez, el mayor contradictor de EUA en el continente, sigue contando con las mayorías de su país. En EUA, en cambio, los aires actuales son de pesimismo, la economía está en crisis y el desempleo sigue cerca de los dos dígitos. Las mayorías culpan a Obama de ambas crisis, aunque son secuelas del colapso financiero mundial, el peor en siete décadas, resultado de erradas políticas económicas de su antecesor, George W. Bush. Aunque Obama no ha podido cumplir promesas de campaña, algunas por causa de los republicanos, sus logros son de importancia, pero han sido opacados por la virulenta y racista campaña republicana y de los “Tea Parties” en su contra. Muchos lo culpan y culpan a los demócratas, por su incapacidad de defender las obras de su gobierno. La bandera de Obama, de cambio, y aunque no se haya dado, como las mayorías anhelan, sus medidas han beneficiado al 95% de los sectores más vulnerables: los pobres y las clases medias. La experiencia maravillosa de su triunfo, venciendo el racismo, lo opaca la virulencia republicana, empeñada en su fracaso y en impedir su reelección. Esa historia de lucha democrática frente a extremismos racistas merece ser conocida.
– ¿Es un libro crítico de la historia contemporánea?
– A la vez que señalo muestras de la decadencia económica y política de EUA y critico que Obama mantenga y expanda la presencia militar en el continente, y la entrega de las siete bases militares y siete aeropuertos, que hiciera el ex presidente Uribe, con un controvertido tratado militar recibido con extrema alarma y rechazo por el continente. Pero destaco su intensa lucha, frente a la virulenta oposición republicana, para cumplir su agenda liberar; lograr la igualdad de oportunidades para todos y el avance de los sectores carentes de privilegios, los negros y los pobres. Señalo que, no obstante sus promesas de cambio e igual a igual a América Latina, nada de esto se han dado. Continúa la expansión militar y Washington mantiene la oposición a los gobiernos que se salen de su órbita. La maquinaria existente de predominio hegemónico y militar es más potente que su voluntad y deseo de cambio.
– ¿El libro va dirigido a las nuevas generaciones que poco o nada saben de la historia actual?
– Espero que este libro traiga luces e inquietudes a las nuevas generaciones, a periodistas, a comentaristas. La compleja realidad latinoamericana y las más complejas relaciones con Washington, son asuntos que en una u otra forma nos afecta a todos. Aunque no está tan presente como antes, EUA sigue siendo la superpotencia mundial y su influencia sigue pesando en este hemisferio.
Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)