A través de un trabajo conjunto la Galería Nueveochenta y la Fundación Leo Matiz exhibirán del 27 de julio al 24 de septiembre de2011 una selección de fotografías vintages del legendario reportero gráfico Leo Matiz y que sintetizan la experiencia vital y estética de cuarenta años de permanencia en Venezuela del fotógrafo colombiano, quien captó en imágenes memorables y singulares la vigorosamodernización del país petrolero desde los años cincuenta hasta la década de los noventa del siglo XX
LEO MATIZ EN VENEZUELA, 1950-1990, una selección de fotografías originales
de esa época que fueron registradas por el fotógrafo colombiano durante su
permanencia de cuatro décadas en el país petrolero, es el nombre de la exposición
que con el apoyo de la Fundación Leo Matiz se inaugurará el próximo 27 de
julio del año en curso en la Galería Nueveochenta en Bogotá, Colombia, en
homenaje al moderno, innovador y significativo legado visual captado por el
reportero gráfico durante más de cuarenta años en la nación vecina.
Para la Fundación Leo Matiz y la Galería Nueveochenta, la selección
fotográfica que estará exhibida en la sala de revisiones críticas de la galería hasta el
próximo 24 de septiembre de 2011, representa una muestra histórica y original que
revela el esfuerzo personal y creativo de Leo Matiz por captar la vertiginosa
transformación de Venezuela a partir de la segunda mitad del siglo XX hasta
finales de la década de los noventa.
Las memorables y heterogéneas fotografías del periodo venezolano de Leo Matiz,
sintetizan además de su riqueza estilística, temática y documental, una visión
irrepetible, poderosa y sentimentalmente evocadora de la experiencia
modernizadora de Venezuela, captada por uno de los grandes reporteros gráficos
de América Latina y el mundo.Matiz siempre estuvo en primera línea con su
mirada alerta y una determinación indómita para sumergirse con su cámara en la atmósfera trepidante de la
expansión urbanística de Caracas, la revuelta popular que puso fin a la dictadura
de Marcos Pérez Jiménez, las insurrecciones militares bajo el gobierno de Rómulo
Betancourt y las tensiones políticas de ese gobierno, las modernas urbanizaciones
y los edificios que transformaron el perfil urbano de la capital de Venezuela, la vida
cotidiana marcada por el impulso progresista de la transición a la democracia y la
consolidación de la industria petrolera, así como los cambios en la actividad
publicitaria y el cine.
El agudo talento de Matiz para documentar profundos reportajes visuales de gran
aliento, lo convirtieron en una figura de primer orden en la escena periodística de
Venezuela y sus imágenes ocuparon las portadas de las revistas y periódicos como
El Mes Económico y Financiero, Venezuela al Día, Elite, Momento, La
Esfera, El Nacional, Séptimo Día y Páginas.
De acuerdo a los organizadores de la exhibición, Venezuela le posibilitó a Leo
Matiz la construcción de una obra fotográfica diversa y original que permitió
enriquecer la tradición visual moderna del país petrolero.
La curaduría de la exposición Leo Matiz en Venezuela, 1950-1990 estuvo a
cargo del curador español de origen cubano Osbel Suárez Breijo, quien seleccionó
del amplio y rico archivo visual de Leo Matiz en Venezuela una serie de copias
originales que han sido agrupadas en bloques temáticos que narran la experiencia
constructivistas del fotógrafo colombiano, el brillante trabajo como retratista, su
vínculo con el cine venezolano de los años setenta y el álbum memorable de
personajes del siglo XX en Venezuela.
La trayectoria profesional de Osbel Suárez incluye su vinculación desde 1999
hasta el 2008 como Comisario Coordinador en el Museo Nacional Centro de Arte
Reina Sofía en España y su desempeño reciente como curador de la
Exposición América Fría. La Abstracción Geométrica en Latinoamérica (1934-1973) para la
Fundación Juan March en Madrid en el 2011.
Leo Matiz, un hombre marcado por la historia
Leo Matiz realizó su primer viaje a Caracas en 1950, invitado por el político y
editor colombiano Plinio Mendoza Neira, para laborar en la revista El Mes
Financiero y Económico de Venezuela. En esa publicación Matiz tuvo a su
cargo la sección gráfica Así es Caracas.
En esa misma década, Leo Matiz se vinculó como reportero gráfico de la revista
Momento, dirigida por Carlos Ramírez Mc Gregor y laboró en la misma
publicación con el escritor y periodista Gabriel García Márquez.
La caída del dictador Marcos Pérez Jiménez en 1958, le permitió a Leo Matiz
captar las fotografías de la insurrección popular contra la dictadura, registradas en
escenas vibrantes y emotivas que ocuparon para la época las primeras páginas de la
prensa venezolana.
El mismo Matiz mostraría la riqueza de las escenas visuales de la caída de la
dictadura el 23 de enero de 1958 con una imagen que lo muestra subido en un
tanque de guerra con sus cámaras en bandolera y que revelan su devoción y
compromiso del reportero gráfico ante situaciones excepcionales.
Los registros fotográficos de Leo Matiz sobre la insurrección popular del 23 de
enero de 1958 contra la dictadura, se divulgaron también en publicaciones como
Paris Match y las agencias internacionales de prensa, ilustrando sendos
reportajes del periodista Gabriel García Márquez sobre la legendaria rebelión que
duró 30 horas y que la revista Momento editorializó con el sugestivo nombre de
¡Buenos días, libertad! Las fotografías venezolanas de Leo Matiz también nos muestran la visita de tres
días de Fidel Castro a Caracas el 23 de enero de 1959, considerado uno de los
sucesos políticos más resonantes de Venezuela para la época y en la celebración del
primer aniversario de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez.
Las imágenes inéditas de Leo Matiz sobre el Primer Ministro del Gobierno
Revolucionario de Cuba, quien realizó para ese momento su primer viaje al
exterior después del triunfo de la revolución, recogen momentos sugestivos del
guerrillero cubano inmerso dentro de una multitud delirante que lo aclamó en
diversos escenarios de Caracas como el Aula Magna de la Universidad Central de
Venezuela (UCV), el Concejo Municipal y en la urbanización El Silencio.
La vinculación de Leo Matiz como fotógrafo oficial del presidente venezolano
Rómulo Betancourt en el Palacio de Miraflores en 1961, también le posibilitaron
cubrir con profundidad el proceso de apertura democrática en Venezuela y
documentar con su cámara Rolleiflex un país en acción, que buscó escapar de la
inmovilidad de la dictadura hacia la renovación de la escena política y cultural, así
como el impulso a la industria minera y a la expansión urbanística.
La intensa actividad fotográfica de Leo Matiz en Venezuela y su curiosidad
irreprimible por documentar un país que buscaba reinventarse nuevamente como
nación, lo impulsaron igualmente a vincularse en la década del sesenta a las
revistas Shell y Farol, publicaciones corporativas que contribuyeron de manera
decisiva a la divulgación de la fotografía y a la innovación en el diseño gráfico en
ese país.
En 1962 Leo Matiz emprendió un recorrido por la costa oriental del lago de
Maracaibo y documentó para esas revistas la vida de los pescadores y las
condiciones de trabajo en los pozos petroleros que fueron registrados en imágenes
ricas en detalles expresivos que exaltan el potencial de la riqueza de Venezuela y
muestran la confianza y el optimismo del hombre común venezolano.
Durante la década de los ochenta y noventa, la labor de Leo Matiz como fotógrafo
oficial de la Oficina Central de Información de Venezuela, organismo de la
Presidencia de la República y del Ministerio del Interior, le permitieron obtener, en
su condición de testigo excepcional, una documentación minuciosa, directa, vital y
honesta de la modernidad venezolana.
Caracas ocupó una atención particular en el itinerario creativo de Leo Matiz en
Venezuela. Las imágenes de Matiz sobre la urbe caraqueña nos permiten recuperar
la atmósfera trepidante, innovadora y cosmopolita de la ciudad que se extendió de
manera caprichosa y rabiosamente moderna sobre el valle y las estribaciones del
Ávila a partir de 1950.
Un ejemplo de ello, son las sugestivas fotografías de Leo Matiz sobre la Ciudad
Universitaria de Caracas, creada por el arquitecto venezolano Carlos Raúl
Villanueva, que muestran los muros, los corredores, las salas, los parques y los
auditorios de ese centro académico integrados de manera armoniosa a las
creaciones estéticas vanguardistas de Alexander Calder, Antoine Pevsner, Victor
Vasarely, André Bloc y Fernand Leger.
Leo Matiz, al igual que muchos fotógrafos de América Latina, Europa y Estados
Unidos, que lograron su madurez creativa en la reportería gráfica durante los años
de la postguerra, buscó interpretar la modernidad venezolana que surgía bajos sus
pies con la creación de imágenes que aluden a impactantes e insólitas instantáneas
abstractas y geométricas, vinculadas a la vitalidad urbana y a la transformación
incesante del paisaje por la intervención de la tecnología y la industria publicitaria.
La exposición Leo Matiz- 1950-1990 estará acompañada con la publicación de
un catálogo con textos de Osbel Suárez y Alejandra Matiz, así como la exhibición
del documental Leo Matiz en Caracas.
La Fundación Leo Matiz, en cabeza de Alejandra Matiz, ha conservado y
clasificado durante más de tres décadas el patrimonio visual registrado por
Leo Matiz con el propósito de dar a conocer la diversidad y universalidad de este artista
colombiano, reconocido como uno de los grandes fotógrafos del siglo XX.
Leo Matiz fue condecorado en 1995 por gobierno francés con el título de
Chevalier des arts et de lettres (Caballero en la Orden de las Artes y
las Letras y en el 2007 una serie de imágenes de su autoría fueron exhibidas
en el Museo de Arte Moderno de New York- MOMA dentro de la
exposición Nuevas Perspectivas en el Arte Latinoamericano.
Nota: La rueda de prensa para la exposición Leo Matiz, Venezuela 1950-
1990, tendrá lugar el próximo lunes 25 de julio a las 10:00 a.m en la Galería
Nueveochenta.
Dirección: calle 70 N0 9-80
Favor confirmar asistencia al teléfono: (57) 3466987
Fax: (57) 3476071
E-mail : info@nueveochenta
Bogotá-Colombia
www.nueveochenta.