Mónica Pupo y el gesto colectivo que honra la memoria visual de Venezuela
Por José Ramón Briceño Diwan | Notas Fotográficas
En tiempos donde la cultura visual se enfrenta a desafíos estructurales, tecnológicos y políticos, el reconocimiento a quienes sostienen su vigencia adquiere un valor simbólico y práctico de enorme trascendencia. El Premio Nacional de Fotografía 2025, otorgado a la periodista Mónica Pupo por iniciativa de la organización Mérida Imagina y un nutrido grupo de fotógrafos venezolanos, representa mucho más que una distinción individual: es la afirmación de una comunidad que se reconoce en sus propios gestos, que decide celebrar desde la horizontalidad y la convicción el trabajo de quienes han contribuido a preservar, difundir y dignificar la imagen como herramienta de memoria, crítica y afecto.
El acto de entrega, realizado el jueves 11 de diciembre en los espacios de Avecofa —institución que gentilmente cedió su sede para este homenaje— fue sencillo en su forma pero profundo en su significado. No hubo protocolo rígido ni discursos institucionales, sino una reunión espontánea, cálida, donde la admiración y el respeto se manifestaron en cada palabra, en cada abrazo, en cada fotografía compartida. La directora de Avecofa, Deliz Benítez, facilitó con generosidad la realización de este encuentro, que sienta las bases de un premio que nace desde la práctica misma de la fotografía, desde la mirada de quienes la ejercen, la piensan y la defienden.
Pablo Kirsch y Monica Pupo.
La propuesta surgió en el seno de la Bienal Mérida Imagina, espacio que ha venido consolidándose como plataforma de reflexión y acción en torno a la fotografía autoral venezolana. Fue Pablo Kirsch, junto a Mauricio Donelli, Rafael Fernández, Leonardo Rojas, Carlos Rojas P. y José Ramón Briceño, quienes impulsaron la idea de un reconocimiento que no dependiera de estructuras oficiales, sino de la voluntad de los propios creadores. A través de un proceso de discusión, votación y consenso —apoyado por herramientas digitales que facilitaron la participación remota— se decidió otorgar el galardón a Mónica Pupo, en virtud de su perseverancia e intensidad en la difusión de la fotografía venezolana.
El documento que valida este premio está firmado por más de veinte fotógrafos de trayectoria, entre ellos Antonio Briceño, Alejandro Vengoechea, Alfredo Márquez, Elí Paredes, Efraín Patiño, Henry González, Humberto Valdivieso, Iván González, Jorge Domínguez, Julio César González, Luis Paredes, Luz Marina Rivas, Marcos Salas, Oscar Ponce, Ramón Grand, Rodolfo Rico, Santiago Escobar, Yenny Patiño, Yolanda Pantin, Walter Otto, Zuleika Rodríguez y otros tantos que no caben en el texto pero que sabemos presentes . Cada uno de estos nombres representa una voz, una mirada, una historia que ha contribuido a construir el imaginario visual del país. Su respaldo a este premio no solo legitima la elección, sino que refrenda el valor de la acción colectiva como forma de reconocimiento cultural.
Mónica Pupo
¿Quién es Mónica Pupo y por qué su labor merece este homenaje? Periodista especializada en fotoperiodismo y cultura visual, con más de 25 años de trayectoria, Pupo ha sido una figura clave en la articulación entre imagen, memoria y comunicación. Formada en la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas, desarrolló gran parte de su carrera en el diario El Universal, donde coordinó el Centro de Documentación, gestionando un archivo fotográfico y hemerográfico de más de 110 años. Su trabajo ha trascendido el ámbito periodístico para convertirse en una plataforma de formación, reflexión y visibilización de la fotografía venezolana.
Desde su revista digital Mirada Ecléctica, Pupo ha impulsado coberturas culturales, entrevistas, ensayos y debates que han permitido conocer la obra de múltiples generaciones de fotógrafos. Su mirada crítica y sensible ha sido puente entre la producción local y los circuitos internacionales, y su compromiso con la memoria visual del país se ha mantenido firme incluso en los momentos más difíciles. En 2025, en medio de una transición política compleja y una crisis de medios, Pupo ha continuado su labor desde Venezuela, priorizando la documentación cultural, la formación de nuevos periodistas y el análisis de tendencias globales aplicadas al contexto nacional.
Este premio, entonces, no solo reconoce una trayectoria individual, sino que celebra una forma de hacer periodismo y cultura desde la resistencia, la ética y la pasión. En palabras de la propia Mónica Pupo durante la ceremonia: “Difundir y practicar la fotografía ha sido para mí un territorio de preguntas, de afectos y de persistencia; un espacio donde he encontrado una manera de acompañar y celebrar la memoria visual del país”. Su agradecimiento a quienes creyeron en ella, y a quienes han contribuido a que la fotografía venezolana siga creciendo y dialogando, refleja la humildad y la entrega que han caracterizado su trabajo.
La entrega del Premio Nacional de Fotografía 2025 también marca un punto de inflexión en la manera en que se conciben los reconocimientos culturales en Venezuela. Frente a la ausencia de políticas públicas sostenidas en el ámbito artístico, iniciativas como esta demuestran que es posible construir mecanismos de validación desde la sociedad civil, desde los gremios, desde las redes afectivas y profesionales que sostienen el ecosistema creativo. La fotografía venezolana vive hoy un resurgimiento impulsado por nuevas generaciones, archivos en reconstrucción y proyectos que buscan preservar la memoria visual del país. Reconocer a quienes han contribuido a ese renacimiento es, en sí mismo, un acto de justicia.
Notas Fotográficas se une al júbilo de todos los que participaron en este homenaje, y celebra la consolidación de un premio que nace desde la práctica, desde la comunidad, desde la convicción de que la imagen sigue siendo una herramienta poderosa para pensar, sentir y transformar la realidad. Que este reconocimiento a Mónica Pupo sea el primero de muchos, y que la fotografía venezolana siga encontrando en sus protagonistas el impulso necesario para seguir creciendo, dialogando y abriéndose camino.
José Ramón Briceño Diwan | Notas Fotográficas
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CARACAS D.C. VENEZUELA
Diciembre, 2025
