Homo homini lupus
(“El Hombre es el lobo del Hombre”)
El Arte del Absurdo y la Subversión de lo Infantil
- 30 obras en gran formato en donde se explora la complejidad de la naturaleza humana
- Daniel Viviescas, invita a la reflexión sobre las emociones y conflictos internos que vivimos a diario
- Estas obras se podrán ver, gratuitamente, del 19 de septiembre al 19 de octubre en la Galería Casa Cuadrada (Cra. 7 # 84-36, Bogotá D.C.).
Esta serie de 30 obras, algunas en gran formato del artista Bumangues Daniel Viviescas, en donde combina técnicas abstractas y figurativas para explorar la complejidad de la naturaleza humana, serán presentadas en la Galería Casa Cuadrada, del 19 de Septiembre al 19 de octubre en Bogotá.
A través de estas piezas el artista busca transmitir no solo la lucha interna y las dinámicas conflictivas que definen nuestra existencia, sino también la vulnerabilidad inherente en estas experiencias. La serie está diseñada para invitar a la reflexión sobre las emociones y los conflictos internos que enfrentamos a diario, promoviendo una mayor conciencia y comprensión de nuestra vulnerabilidad en el contexto de la sociedad actual.
El título “Homo homini Lupus” y la muestra en sí hacen alusión a la idea de que el ser humano puede ser su propio mayor adversario. Esta frase, tomada de la filosofía de Thomas Hobbes, refleja la naturaleza conflictiva y a menudo destructiva que puede surgir en las relaciones humanas. La exposición explora estas tensiones internas y externas, abordando cómo las personas luchan con sus propias emociones y con las de los demás en la sociedad actual. Además, la serie examina la influencia de ídolos y figuras de autoridad, la política y la búsqueda de aprobación en nuestras vidas. A través de esta exploración el artista busca destacar cómo estos factores pueden intensificar el conflicto interno y la vulnerabilidad, revelando las complejas dinámicas de poder y expectativas que afectan nuestra existencia diaria. Cada figura en el arte de Viviescas refleja una lucha entre la inocencia y el poder, la fragilidad humana transformada en arte: una reflexión sobre nuestra condición, las criaturas híbridas de Viviescas revelan los traumas y temores más profundos, entre otras emociones.
“Homo homini Lupus” explora la vulnerabilidad y la complejidad de la experiencia humana, invitando a la reflexión sobre cómo estas experiencias nos conectan a todos. “Quiero que las personas vean en las obras una expresión de que todos somos iguales y estamos en este viaje llamado vida, compartiendo las mismas luchas y emociones, y que, en última instancia, somos todos viajeros en esta comedia de la existencia.” Comenta Viviescas.
“A lo largo de su más reciente producción, el artista explora la tragedia humana, la fragilidad de nuestra condición y el valor que le damos a las ficciones y metarrelatos (dinero, historia, religión, cultura), mientras que a la vez las contrasta con los rasgos nocivos de nuestras formas de relacionamiento, modos que hacen de cada uno depredador del otro.
Tras una década trabajando a puerta cerrada y más de 19 años de trayectoria, Daniel Viviescas nos trae un universo visual que reflexiona sobre las relaciones humanas, los mecanismos de poder y la construcción de identidades en una sociedad marcada por el consumo y la cultura de masas. A través de un lenguaje orientado por un notorio sello personal, el artista subvierte lo cotidiano, satiriza lo político e indaga en las ficciones que construyen nuestros imaginarios culturales para invitar al debate sobre aquello que se nos ha presentado como incuestionable.” Afirma la curadora e historiadora Laura Páez.
Daniel Viviescas
En la obra de Daniel Viviescas (1984) la alusión a la infancia emerge como un leitmotiv recurrente, sin embargo, esta no aparece como una etapa idílica, sino como una metáfora del estado de vulnerabilidad que persigue al individuo a lo largo de su vida, y que se ve reafirmado mediante las estructuras y dinámicas sociales y culturales que edifican y perpetúan dicho estado. A lo largo de su más reciente producción, el artista explora la tragedia humana, la fragilidad de nuestra condición y el valor que le damos a las ficciones y metarrelatos (dinero, historia, religión, cultura), mientras que a la vez las contrasta con los rasgos nocivos de nuestras formas de relacionamiento, modos que hacen de cada uno depredador del otro.
A través de criaturas híbridas que entremezclan un imaginario visual infantilizado y lo ominoso freudiano1 Viviescas construye un universo casi onírico en el que recuerdos, traumas, anhelos y temores convergen para ofrecernos en algunos casos imágenes dinámicas, inspiradoras, enternecedoras y satíricas, y en otros, composiciones dantescas en las que la bruma de un inconsciente desconocido parece envolverlo todo. De aquella penumbra simbólica emergen rostros extraños, con miradas abarcadoras sin foco discernible y dientes prominentes enmarcados en una mueca en la que se confunden sonrisa y amenaza. Sus acciones, producto del animismo infantil que en ilusión divina atribuye momentáneamente un halo de vida a aquello que no la posee, rememoran preocupaciones envejecidas: lo heroico, lo ruin, la violencia, la victoria (fiesta y desfile), el apego dogmático, la rebelión, la fama y la soledad.
Los referentes son abundantes: Jinete y Héroe a caballo (2023-2024) presentan figuras en pose ecuestre que recuerdan a los condottieros y a todos aquellos héroes y villanos que ha perseguido la consignación de su nombre en el “gran” relato del mundo: Gattamelata, Napoleón, Marco Aurelio, y otros tantos. En estas piezas claramente se alude a la épica de sus trasegares, sus glorias y derrotas, pero también satiriza la naturaleza de esa búsqueda histórica y su propio absurdo; Maja (2023-2024) por su parte remite a Goya, pero de modo general trae a la mente aquellas pinturas de mujeres reposantes de belleza bucólica que fueron motivo frecuente en el arte moderno y que en la contemporaneidad han sido tan debatidas. Todas esas categorías sociales y culturales cuestionadas, aquí no existe la cosificación, solo la remembranza; deseo y rechazo, inocencia y perversidad, necesidad de aprobación y rebelión, supervivencia y muerte se imbrican para dar paso a imágenes inquietantes y atrayentes en igual medida.
Sin embargo, en algunas piezas como Soledad en limbo azul (2023-2024), lo referencial se traslada al contexto inmediato, allí se nos presenta un ídolo de gran tamaño que se halla sobrepuesto a la masa como figura en solitario. A modo de pantocrátor bizantino su escala da cuenta de su relevancia, y la verticalidad de la composición reafirma su predominancia, no obstante, su asociación con lo divino ya no se enmarca en lo religioso sino en lo deportivo, o al menos recuerda a ello “Messianicamente”. Cosa semejante sucede con Ídolos (2023-2024), en ella se hace evidente la incidencia de los acuerdos jerárquicos en las interacciones sociales y la manera en que los roles instituidos colectivamente rigen la vida de los individuos, incluso en contra de su voluntad.
Estos son solo algunos ejemplos en una obra que es abundante no solo en referencias sino también en formulaciones conceptuales, que dialoga acertadamente con la escena artística actual al emplear calidades formales y estilísticas propias de la contemporaneidad global, sin dejar de lado los referentes modernos. La influencia de corrientes como el street art, el neo-expresionismo o el pop art son innegables y aun así perviven en estas piezas géneros como el retrato o temas como las vanitas o las mismas mujeres reposantes mencionadas previamente. Tras una década trabajando a puerta cerrada y más de 19 años de trayectoria, Daniel Viviescas nos trae un universo visual que reflexiona sobre las relaciones humanas, los mecanismos de poder y la construcción de identidades en una sociedad marcada por el consumo y la cultura de masas. A través de un lenguaje orientado por un notorio sello personal, el artista subvierte lo cotidiano, satiriza lo político e indaga en las ficciones que construyen nuestros imaginarios culturales para invitar al debate sobre aquello que se nos ha presentado como incuestionable.
Laura Páez
Curadora e Historiadora de Arte
Bogotá, D.C, Colombia
Septiembre 2024