LUIS LIZARDO – POSTAL MELANCOLICA
La Galería Carmen Araujo en Caracas presenta la más reciente exposición de Luis Lizardo, titulada «Postal Melancólica», acompañada de un texto crítico de Richard Aranguren, en la que se exhibe un políptico de grandes dimensiones, compuesto por cuatro paneles, que es parte de una serie de obras del artista cuyo origen se remonta a su participación en la exposición “Amazonia”, presentada en 1985 en la Sala Mendoza y curada por Axel Stein.
Quiero comenzar comentando que conozco a Luis Lizardo desde hace décadas y debo confesar que mi respeto y admiración por su trabajo no ha hecho sino crecer a lo largo de los años. Lizardo es uno de esos pocos creadores en el panorama artístico venezolano que permite al espectador, al pararse frente a sus pinturas, sentir cómo sus lienzos emergen como un medio trascendental desde el cual convergen sus emociones, sus narrativas y, sobre todo, su propia experiencia como ser humano. Sus creaciones se presentan como una ventana que ofrece al espectador la oportunidad de conectarse con las emociones y espiritualidad del artista, a través de su capacidad de evocar recuerdos enterrados para abordar el enigma del tiempo.
Por ello, no me sorprenda el título de “Postal Melancólica” que ha dado a la muestra, dado que la melancolía no solo es un tema presente en el espíritu del venezolano en la actualidad, sino que, además ha sido una obsesión recurrente en la historia del arte, desde los retratos renacentistas hasta las expresiones abstractas de Mark Rothko.
En la obra de Luis Lizardo, la melancolía se manifiesta de una forma compleja y variada, la cual a través de sus gestos y sus trazos logra impactar la percepción del espectador, especialmente en tiempos como los actuales, marcados por la polarización, la aceleración tecnológica y la hiper conectividad, en los que su sentir termina ofreciendo un espacio necesario para la pausa y la reflexión.
Luis Lizardo ha sabido utilizar el color como un medio de comunicación no verbal, con el cual logra transmitir significados simbólicos y emocionales, a través de tonalidades que, unidas a su poética, juegan un rol fundamental, que trasciende la mera representación de un objeto. En conjunto, el color y la poesía en la pintura de Luis Lizardo no solo enriquecen la experiencia estética, sino que además promueven una reflexión sobre nosotros y el mundo que nos rodea. Cada pincelada termina convertida en un verso que puede conmover, provocar o tranquilizar el alma, al transformar su abstracción en una imagen mental que brinda a cada espectador la oportunidad de realizar una interpretación personal y única de cada una de sus obras.
Para concluir, me gustaría resaltar que «Postal Melancólica» no es solamente una invitación a una simple exploración visual, sino que es además un llamado a una introspección profunda, que permitirá al espectador sumergirse en la destreza del artista en el manejo del color y la poética, ofreciéndole al espectador un refugio de contemplación en el que cada pintura actúa como un portal que conduce a emociones y experiencias singulares, que le permitirán formar una conexión única y personal con el arte de Luis Lizardo.
Cesar Sasson
Ciudad de Panamá, Panamá
Julio 2024