Con la curaduría del teórico y crítico de arte Alfonso de la Torre, “Con las manos crecen los signos – With Hands, Signs Grow”, organizada por la Fundación Odalys (Venezuela) y la Signum Foundation (Polonia) se presentará en el Palazzo Donà
Una niña de ocho años fue la primera que avistó sus bisontes en 1879, y aunque los académicos de la época fueron escépticos ante su autenticidad, fue en los años iniciales del siglo XX cuando se admitió que las pinturas descubiertas de la Cueva de Altamira, en el municipio español de Santillana del Mar, en Cantabria, eran una representación no solo del Arte Paleolítico, sino del arte universal. Su origen, quizás.
De aquel reconocimiento se pasó a la constatación de las interrelaciones entre las pinturas rupestres y expresiones plásticas contemporáneas, vínculos que en España, por ejemplo, se manifestaron en artistas como Picasso, Miró, Tàpies, y Chillida, entre otros, y movimientos como la Escuela de Altamira, El Paso o Los Indalianos.
Y dado que las pinturas de la Cueva de Altamira fueron también una expresión primigenia de arte público, la Fundación Odalys (Venezuela) y la Signum Foundation (Polonia) presentarán como evento colateral en la 59ª Exposición Internacional de Arte. La Biennale di Venezia, el proyecto curatorial Con las manos crecen los signos – With Hands, Signs Grow, que se podrá apreciar del 23 de abril al 27 de noviembre de 2022 en el Palazzo Donà de la Fundación Signum, un palacete del siglo XIV ubicado en San Polo 2177, 30125-Venezia.
La propuesta agrupa los trabajos de cuatro jóvenes artistas que creen en la encarnación de la palabra en los muros, en la resurrección en la pared de las formas hechas signos, y cuyos trabajos representan una invocación a los valores trashumanos que portaban esos signos de la prehistoria como claves de las imágenes: resistencia, petición de un bienestar con el entorno y la naturaleza, encuentro con la animalia o fijación de la personalidad y el cuerpo de quien traza las huellas. Ellos son Ruth Gómez, Nuria Mora, Daniel Muñoz y Sixe Paredes.
Con el apoyo del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte de España, Con las manos crecen los signos – With Hands, Signs Grow cuenta con la curaduría de Alfonso de la Torre, teórico y crítico de arte que entre 2005 y 2019 dirigió un programa de arte público en el contexto de ARCOmadrid, con la colaboración de Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, junto al citado despacho de Cultura y Deporte.
Los visitantes a la muestra serán recibidos en el vestíbulo interior del palazzo por una obra múltiple que, a modo de gran ensamblaje de imágenes, evocará la historiografía de la Cueva de Altamira, con imágenes facilitadas por la institución museística de Altamira. Y aunque los cuatro artistas participantes comparten en sus respectivos procesos creativos la relación con la calle, así como el deseo de compartir su visión del mundo a través del arte, cada uno de ellos aporta una visión particular del Arte Paleolítico y su proyección en el presente.
Así, Ruth Gómez (Valladolid, 1976), egresada en Bellas Artes de la Universidad de Salamanca, presenta Caves (Cuevas), serie de dibujos y pinturas inspirados en el arte rupestre y en especial en la Cueva de Altamira, con la intención de adentrarse en el proceso creativo más primitivo y puro.
“Quiero plasmar lo que fue importante para nuestros antepasados: por un lado la naturaleza, la Madre Tierra, a través de paisajes que muestran el entorno, los lugares cercanos a la Cueva de Altamira, y también lo que se vería desde la caverna hacia el exterior (la visión subjetiva del hombre prehistórico); por otro lado los animales, principalmente ciervos, caballos, jabalíes, bisontes y cabras, incluyendo aquí el tema de la fertilidad; y por último, la espiritualidad y los signos abstractos”, dice la artista.
Por su parte, Nuria Mora (Madrid, 1974), artista contemporánea perteneciente a la corriente del PostGraffiti, muestra en Con las manos crecen los signos – With Hands, Signs Grow, XYZ -Trascending Physical Limits, propuesta integrada por distintos lienzos que se van desplegando en los ejes X, Y, Z de la misma manera que se fue descubriendo poco a poco la cueva y en la que el color sirve de excusa para hablar de la evolución del hombre, “desde esa paleta primaria (ocre roja y negra) a la del hombre en la actualidad”, explica.
Arrastrar imagen es el título de la obra que presenta Daniel Muñoz (Cáceres, 1980), con estudios en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Sobre su intervención dice: “Se basa en dos propuestas conceptuales enraizadas en la cualidad del arte como herramienta transformadora del entorno simbólico, físico y social. Por un lado, plantea una serie de ideas en torno al poder de las imágenes para construir el espacio de lo común, y por otro, aborda una serie de cuestiones en torno al actual hiper-acceso a las imágenes revisando ideas y formas enraizadas en el arte parietal”.
Finalmente, Sixe Paredes (Barcelona, 1975), quien empezó su trayectoria artística en el mundo del grafiti a finales de los años 80, expone Futurismo Paleolítico-Protosímbolos, propuesta muralista que, según explica el artista, “parte del instante en el cual los antiguos maestros del paleolítico fueron invocados por las formas de las cavidades de las cuevas. De ese momento en el que se generó un diálogo entre su ser más profundo y el espacio que los rodeaba”.
Con las manos crecen los signos – With Hands, Signs Grow se presentará entre los eventos colaterales de la 59ª Exposición Internacional de Arte. La Biennale di Venezia, del 23 de abril al 27 de noviembre 2022, en el Palazzo Donà de la Signum Foundation, que organiza la muestra junto con la Fundación Odalys, que dirige la galerista venezolana Odalys Sánchez.
ITALIA
Febrero 2022