Willy Mayo Instrumentos celebra sus 20 años de existencia con una exposición de sus tambores, clínicas musicales y un gran concierto en el que participarán destacadas agrupaciones amigas de la marca, como: Los Sinvergüenzas, Grupo Acanda, Convenezuela, Grupo Herencia, Vasallos de Venezuela, Danzas de Costa a Costa, entre otros reconocidos artistas. El especial encuentro musical se llevará a cabo el próximo sábado 26 de octubre, en el Gran Salón del Líbano del Monasterio San Charbel -Boulevard Amador Bendayán-, a partir de la una de la tarde y con entrada libre.
Los instrumentos de percusión de esta marca se distinguen por su calidad, resistencia, estética y sonido auténtico, que logra complacer a los más exigentes músicos. Esto ha sido posible gracias a que su luthier, Willy Mayo, ha sido un investigador acucioso de los sonidos de la música venezolana, así como de los procesos de elaboración de sus tambores. “Todo esto empieza porque mi abuelo era tonelero -el arte de hacer barricas para añejar ron o vino-. Yo, a la edad de 7 hasta los 10 años, que pude disfrutar de él, fui aprendiendo. Me decía que debía agarrar duela por duela -un trozo de madera con unos ángulos determinados- y en vez de hacer un barril de 50 o 60 litros de escala, hacía uno muy pequeño, al que le ponía un cuero y se convertía en un tamborcito, y así fue”, relata el luthier.
Luego, su curiosidad lo llevó a recorrer país y así fue conociendo su música, sus instrumentos y la manera tradicional en que estos eran elaborados. Sus investigaciones de campo y el compartir con la gente le permitieron intercambiar saberes; aprendió a construir cumacos, tambores de parranda, de fulía, culo ’e puya, mina, curbeta, quitiplás, chimbangles, entre muchos otros, al tiempo que fue también enseñando a otros lo que había aprendido. Igualmente se interesó en la ejecución de los diversos ritmos de percusión afrovenezolana, convirtiéndose en un excelente percusionista. Más adelante complementó su formación con talleres de percusión tradicional venezolana y afrolatina con los percusionistas Alexander Livinalli, Héctor Pacheco, Orlando Poleo y Alfredo Padilla.
Su taller se encuentra en La Pastora e inició como un proyecto personal, con la finalidad de hacer los instrumentos que él iba a utilizar, pero los buenos comentarios de sus amigos dieron a conocer sus tambores en el mundo musical. Entonces nació la marca Willy Mayo Instrumentos, que además creó una línea de estuches, no sólo para tambores sino para todo tipo de instrumentos. “En la actualidad realizamos 36 piezas diferentes de instrumentos. Somos siete personas que podemos construir hasta 50 piezas mensuales o más. Los estuches los hacemos en ese mismo taller. En esta rama está mi mamá con tres ayudantes”, comenta el luthier.
Productos de calidad internacional
Gracias a su extenso trabajo de fabricación y promoción musical el Instituto de Patrimonio Cultural lo distinguió, en el año 2009, con el nombramiento de Patrimonio Cultural Urbano. Y es que el planteamiento de Willy Mayo es visionario, imagina sus tambores recorriendo el mundo, haciendo sonar la música venezolana por doquier. “Cuando inicié, yo lo que soñaba era aprender a construir todos estos instrumentos, y con el transcurrir del tiempo si quiero llegar a ser líder en Venezuela, y extenderme hacia toda Suramérica, y por qué no, Norte América y Europa”, señala.
Actualmente, Willy Mayo Instrumentos es el proveedor de tambores de numerosos músicos venezolanos y cada vez está más cerca de lograr sus aspiraciones de proyectarse internacionalmente. Su conocimiento y trayectoria en el área musical le permitieron postularse a la NAMM, organización internacional sin fines de lucro que promueve los placeres y beneficios de hacer música, siendo una de las actividades de mayor prestancia las grandes ferias en las que concurren los mejores Luthiers del mundo, así como empresas fabricantes.
“Además de poder festejar los 20 años de mi marca con el concierto y la exposición del próximo 26 de octubre, espero con ello alcanzar los requisitos que me solicita la NAMM para poder ser parte de su organización y, poder así, ofrecer mis productos en uno de los stand de estas inmensas ferias, con lo cual no sólo representaría mis instrumentos, sino también estaría promocionando la música tradicional de nuestro país”, señala el percusionista.
Fuente: Comunicaciones Esther Marcano Producciones.