El tomate (Solanum lycopersicum) es una planta originaria de América. Su fruto carnoso y comestible tiene tonalidades que van desde el amarillento y el verde al rojo intenso. Los indígenas americanos comían el tomate en abundancia. Los aztecas, con frecuencia, los comían mezclados con chiles para disminuirles el picor a éstos.
La palabra tomate: viene del náhuatl tomatl. La palabra jitomate: viene del náhuatl xictli, ombligo, y tomatl, tomate, que significa fruto con ombligo. Los antiguos mexicanos le llamaban xitomatl a los tomates que consumimos actualmente, grandes y rojos.
Primeros tomates
El tomate común tuvo su origen en América del Sur, donde se han encontrado semillas en tumbas peruanas con 9.000 años de antigüedad. Pero era un tomate pequeño y silvestre. Este tomate fue llevado a América Central donde se transformó en un tomate grande, que es el que comemos en la actualidad, y es llamado jitomate por los mexicanos.
Una cazuela muy original
Bernal Díaz del Castillo, cronista español, escribió que en 1538 fue apresado por unos indios en Guatemala. Se lo querían comer en una cazuela con sal, ají y tomates. ¿Será verdad?
¿Qué sería de los italianos sin el tomate?
Tallarines con salsa de tomate pareciera ser un platillo típico italiano. Pero no. La primera receta de este tipo fue publicada recién en 1837. Los españoles fueron quienes llevaron el tomate a Europa, en 1540, el cual creció con facilidad en los climas mediterráneos. Sin embargo, en un comienzo fue difícil que este fruto fuera aceptado por los europeos. Durante mucho tiempo se pensó que era venenoso y, que si se comía en exceso, podía provocar que se cayeran los dientes.
Bibliografía: Sabores de América autoras Ana María Pavez y Constanza Recart, pagina 18/19, año de publicación 2010.
Fuente: Juan Antonio García.