El reconocido escultor colombiano Hugo Zapata (Quindío, Colombia, 1945), es el artista internacional invitado para la edición XXI de la Feria Iberoamericana de Arte, a celebrarse en Caracas del 27 de julio al 2 en el Espacio Ferial del Tamanaco Intercontinental.
Zapata, quien realiza un descollante trabajo ancestral en piedra lutita explorando orígenes, lenguaje y visión estética, no es no extraño para los públicos que asisten a este tipo de encuentros. Durante los años 2002, 2003 y 2006 ha asistido a la Feria caraqueña representado por prestigiosas galerías, y sus creaciones han encontrado calurosas acogidas en Arteaméricas (Miami), Latín American Pavilion & International Wing Art Shanghai (Shanghai), ArtBo (Bogotá), ArtBA (Buenos Aires), Pinta (Nueva York), Feria de Arte Contemporáneo Chaco (Santiago de Chile), Latin Art (Naples, USA), MACO (México), Art Miami (Miami), ARCO 99 (Madrid), FIAC (París, Francia).
Las piedras de Hugo Zapata son escrituras poéticas que interrogan la larga noche ancestral y se dan respuestas en la lentitud del tiempo o en la vivencia instantánea del jardín de Medellín donde ellas hablan en secretos de vecindarios. Estudia Artes Plásticas en la Universidad de Antioquia (1963-1966) y se vincula a la Universidad Nacional de Medellín de la cual es Profesor Emérito, la misma que en 1972 lo gradúa de arquitecto. Rigurosas instituciones como el Museo Nacional de Antropología de México, el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (MACAY), el Museo de Arte Moderno de Bogotá, el Museo de Antioquia de Medellín, el Museo de Arte de Pereira y el Museo Universidad Nacional de Colombia, han albergado los secretos de sus obras. Su denso curriculum registra exposiciones en las galerías Eve Wild (Zúrich, Suiza), Sextante, Quinta, Garcés Velásquez, El Museo y Belarca (Bogotá), Isabel Aninat, Kreisler y 4.17 (Madrid), Joan Guaita (Palma de Mallorca), Galería Fórum y Cecilia González (Lima), Galería la Oficina (Medellín), Noel Gallery (Carolina del Norte, USA), Galería Letra de Cali (Cali).
En paralelo Hugo Zapata ha obtenido, entre otras distinciones, el Premio “Cafeto de Oro Artes Plásticas” del Concejo Municipal (Armenia, Quindío); ha sido seleccionado para el concurso Luis Caballero del Museo Distrital de Bogotá (1997) e Invitado Especial a la “I Bienal de Lima”, (Perú. 1997). Representa a Colombia en la reunión internacional del G3, con el Proyecto “PIRAMIDE DE INDIAS”, Centro de Convenciones (Cartagena, Colombia. 1991); Primer Premio XXXII Salón Nacional de Artistas Colombianos (Cartagena. 1989); Primer Premio Concurso Nacional de Escultura Obra de Arte Público, “SENDERO”, para la represa Rio Grande II, Empresas Publicas de Medellín, (Colombia. 1989); Mención de Honor en el “IV Salón Regional de Artes Visuales”, (Manizales, Colombia. 1984); Primer Premio Concurso Nacional de Escultura Obra de Arte Publico, “PORTICOS”, para El Aeropuerto Internacional, José María Córdova, Rionegro (Antioquia, Colombia. 1984), Medalla Universidad de Chile, Obra “RITOS Y RITUALES”, IV Bienal de Arte de Valparaíso (Chile. 1979), Mención de Honor en “II Salón de Artes Visuales” (1978), Premio “IV Abril Artístico” (Medellín, Colombia. 1975).
En sus obras está la mano magistral que tomó lo que la naturaleza le testó en la desembocadura de los ríos y la furia de las crecidas que bajan revolcadas con árboles y rocas de geografía indomable que en Colombia constituye el festín de la muerte y la desolación. Como el antropólogo respetuoso del escenario, Hugo Zapata busca en las penumbras, en las oquedades, en los vahos imperceptibles, en las huellas milenarias o en el rasguño de las precipitaciones de la vaguada lo qué dijeron o insinuaron los dioses o los brujos. Y el artista que además es geólogo y poliglota apela a su vasta cultura, al amor por la escritura de los otros y a la que no dejó alfabeto pero que en el tránsito del encuentro histórico estableció desde la oralidad códigos para descifrar y entender a mayas, aztecas, muiscas, incas, cuicas. El resultado es un trabajo riguroso, de innegables logros estéticos que resume las premisas ya descritas, cundidas de americanidad y abiertas a la universalidad.
Su participación dentro de la Feria Iberoamericana de arte se extiende otros espacios, cuando ofrezca una Charla sobre su obra en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, el viernes 29 de junio, a las 11:00 a.m, en el Salón de Postgrado, Piso 1,
CITAS TEXTUALES
AIRE, FUEGO, AGUA Y PIEDRA EN LA OBRA DE HUGO ZAPATA
Por: Juan Luis Mejía Arango
2009
“La tierra aloja las rocas, algunas a flor de piel, otras arrastradas por ríos y quebradas desde la entraña de la tierra, muchas aprisionadas por cataclismos y reacomodos telúricos. Allí están latentes, a la espera de que el hombre las rescate y les de un nuevo uso: en el puente, en el camino, en la catedral. Algunas afortunadas se encuentran con Hugo Zapata y se inicia un diálogo fecundo: de una parte habla la forma, la textura, la dureza; al otro lado surgen historias de minas encendidas, recuerdos de paisajes, una nube en el ocaso, la memoria de una piel que otorgó la mas íntima caricia; poemas, canciones, conversaciones intrascendentes, en fin, ese cúmulo de experiencias que forman la cultura. Del encuentro de la roca que habla y del artista que calla y evoca, surge la obra. A partir de entonces, la tierra se enorgullece al ver que de su entraña emana un objeto que embellece y alegra el fugaz paso de los hombres por la vida.”
ZAPATA
Por: William Ospina
2005
“El artista pertenece contra su voluntad a esa especie que altera y deforma, pero casi consigue hacernos olvidar que él estuvo allí. La lisura de sus Mandalas, de sus Amantes, de sus Ojos de agua, pacientemente pulidos, produce la ilusión de que nadie las ha tocado jamás. Que la lutita es tersa desde siempre por su propia inspiración de piedra, que el ojo de agua se abrió en el bloque oscuro como un milagro, que esa piedra suave que invita a la caricia y que se regodea en su inquietante sensualidad no es fruto del trabajo ni del pensamiento. Y así el artista intenta y casi logra su propia desaparición, que es lo más difícil del arte.”
LA OBRA DE HUGO ZAPATA. UN LUGAR PARA LA NATURALEZA
Por: Patricia Gómez
1998
“En comunión con la piedra, roca sagrada, comienza la labor de decantar, desnudar, exponer aquello que es su esencia única. El valor en juego es desenmascarar la naturaleza de ese “ser” roca, de ese “ser-otro”.
Fuente: Marisela Montes.