Yo también quiero decorar mi apartamento como el de Adonay Flores, quiero llenar las paredes con fotos enmarcadas de Marilyn Monroe. El icono del cine Hollywoodense esta por todos lados en su casa: un paraíso de lujo de comienzos de los 80. Adonay es productor de televisión, y su profesión le ha reportado suficiente éxito como para pagarse un buen nivel de vida.
Miguelangel Landa es Adonay Flores en este film de Romand Chalbaud de 1985, escrito por Ibsen Martínez. A pesar de su éxito profesional, Adonay no es feliz del todo. Vive solo, bueno, no del todo, lo acompaña la otra Marilyn de su vida, esta no es una mujer, es su perra.
Esta comedia venezolana, con un poco de melodrama, muestra una Caracas diferente a la que conocemos los que acabamos de cumplir más de treinta. Ratón en Ferretería transcurre de un modo ligero, pues no es una película de denuncia, no es una película sobre la violencia, no es una película que retrate ninguna “realidad social”, es un film pintoresco, que retrata las intenciones de hacer otra clase de cine en el país. Intenciones truncadas, luego, pero ese es otro tema…
Las relaciones que establece el protagonista con las mujeres, quien ha llegado a la mediana edad sin ejercer ningún tipo de compromiso más allá del estrecho y personal vínculo que lo une a su mascota. Su carrera de escritor frustrado, vendido a la escritura de melodramas para la televisión y los enredos en los que se involucra por seguir a Belén Helena, una jovencita que aparece para trastocar sus rutinas, sirven para entretener las casi dos horas que dura el film.
Miguelangel Landa luce –como en todas las películas que hizo en aquella época- atlético, arquetipo de la época dorada de los 80 en el cine, repite su papel con efectividad.
Si quieren pasar un rato entretenido un domingo de lluvia o si quieren percatarse que con problemas técnicos o sin ellos, el cine venezolano no ha estado plagado solamente de “violencia” búsquenla en DVD.
Actúan también: Yenny Noguera, Ana Castel y Rafael Briceño
Calificación: 7/10
Luisa Ugueto
