Territorios reales e imaginarios, el paisajismo entre los siglos XIX-XX se titula la muestra que inaugurará este domingo 4 de marzo, en el Museo Arturo Michelena, Sala de extensión, Museo Arturo Michelena, ubicado en la Esquina de Urapal, casa No.82, La Pastora, a las 11:00 am.
Ben am Manzanares bei Cumaná (1867) de Ferdinand Bellermann; Paisaje (Circa 1940) de Marcos Castillo; Paisaje (1944) de Luis Alfredo López Méndez; Horno para hacer ladrillos (1948) de Luis Ordaz; El Ávila desde Maripérez (1954) de Manuel Cabré y Paisaje del Tevere (1960) de Armando Barrios son algunas de las 22 obras y autores de la colección FMN, de las bóvedas MAM-GAN que serán mostradas inmersas en la retrospectiva del paisaje en la pintura venezolana entre el siglo XIX y XX.
El texto de sala al respecto enfatiza que en “el transcurso del siglo XIX la presencia del paisaje en la plástica nacional se limitaba a unas pocas experiencias y como telón de fondo para los grandes temas históricos nacidos del triunfo de los ideales independentista en artistas como Martín Tovar y Tovar, Antonio Herrera Toro, Ramón Irazábal, Francisco Valdéz, Ramón Bolet, entre otros”.
En ese devenir “predominó la exaltación de los hombres que habían participado en la gesta libertaria, su virtuosismo heroico y su visión americanista, con lo cual el tema épico y los retratos figuran entre los más importantes del momento. Para ese entonces, la educación del artista se orienta hacia el academicismo europeo y dentro de esa corriente cultural decimonónica podemos apreciar ciertos ejemplos muy significativos que nos interesan a la hora de analizar la evolución del género paisajístico en la pintura venezolana a través de la Colección Fundación Museos Nacionales – Museo Arturo Michelena – Galería de Arte Nacional”.
En la muestra se podrá ahondar en diversos aspectos del paisajismo y sus cambios estéticos a través del tiempo. Los ejemplos abundarán en este recorrido “El Bosque(1918) de Emilio Boggio constituye una pintura en donde los detalles y el conjunto de troncos se fusionan con el ambiente y el personaje presente entre la arboleda, es un trabajo al óleo de un artista cuya formación estuvo muy ligada al impresionismo francés y las transformaciones que se suceden en la pintura entre finales y principios de ambos siglos”. Así mismo “Paisaje de San Bernardino(1893), de Arturo Michelena, el cual representa uno de los primeros ejemplos del paisaje en nuestro país. En esta pieza la perspectiva aérea, la luminosidad y la escena cotidiana se unifican dentro de los cánones académicos pero que ya en cierta medida vislumbran las características que más adelante desarrollarán los pintores del Círculo de Bellas Artes en la primera mitad del siglo XX”.
Fuente: Teresa Quilez.