Hay que insistir: el glamour es un concepto medio abstracto, casi etéreo, a veces esquivo, que hace exclamar a la gente: «¡cómo es de glamurosa Fulana de Tal!» Es un no sé qué, y aunque parece adquirir carta de nacionalidad cuando se posa en ciertas mujeres, hay otras que se la pasan en su búsqueda. Para todas, las que lo buscan, y las que no, hay algunos consejos que
1. Pelo
El pelo glamuroso debe tener cuerpo, movimiento, verse brillante, bonito y oler todavía mejor. Para tenerlo así, usa un champú activador del volumen que evite que se vea flojo, lacio y desmirriado. Antes de peinarlo ponte un aerosol para engrosarlo y espesarlo, mechón a mechón, y luego házte el blower.
Unos rulos bien grandes son la clave cuando el pelo requiere caída, no bucles. Para lograr su plenitud, no lo enrolles a partir de las puntas, sino hacia la mitad de cada mechón, luego envuelve las puntas alrededor del rulo y finalicza enrollándolas hacia la raíz del pelo. Esto da mayor volumen tanto en las raíces como en las puntas. Termina con un perfume que dé brillo al mismo tiempo. Aplícate un poquito en las puntas de los dedos y espárcelo a lo largo del pelo.
2. Perfume
Cosa curiosa: cada mujer es un mundo aparte cuando busca el perfume que le ‘pega’. Y es que la fragancia debe ser, como casi ningún otro elemento, glamurosa. Pero oler a algodón de azúcar, a brisa de mar o a un bol con frutas (la inspiración de muchas de las esencias actuales) no lo es tanto. Escoje la tuya cuidadosamente, decidiéndote idealmente por algo que contenga algo de polvo estático que evolucione sobre la piel en una embriagadora y atractiva esencia. La de Prada es una suave y cálida fragancia ambarina.
3. Piel
El glamour moderno no dice en ninguna parte que hay que usar toneladas de base, sino que hay que verse saludable. Si tu piel se ve bien, tu también. Una vez desmaquillada y hecha la limpieza de tu cara, puedes empezar aplicándote una crema antifatiga tanto en la mañana como en la noche. Después viene bien una loción de esas que hacen brillar ligeramente el rostro, y luego un toque de polvo translúcido que le da al cutis un terminado radiante y muy natural. Una piel opaca se corrige con una crema que la vuelva luminosa, pero con un poquito basta para un buen rato.
4. Ojos
Las cejas se deben cepillar y los ojos se deben ver chispeantes. El delineador es parte de ese glamour que se busca, especialmente sobre una tenue sombra en el párpado, y la pestañina es imprescindible, pero bien aplicada. Hay kits de sombras cuya combinación de tonos —por ejemplo lila, malva, rosado y marfil— sirve para ir degradando los tonos de abajo hacia arriba del párpado superior y poner un poquito también en el párpado inferior, hacia afuera. Hay polvos que iluminan, que son sombra y rubor al mismo tiempo y le dan a la cara un aspecto resplandeciente.
5. Rubor
Reduce el rubor al mínimo, tratando de seguir el contorno de tus mejillas. Si tu cara es angulosa difumina ese rubor hacia las orejas sin llegar tan cerca de ellas. Luego, ponte un poquito en la quijada, si lo requieres. Por último, aplícate un poco de polvos con brillo en las mejillas. Hay rubores en polvo tan bonitos en su presentación que hasta vale la pena ‘ruborizarse’ en público.
6. Boca
El mejor maquillaje viene ahora en texturas compactas, súper glamurosas, como los pintalabios brillantes. Los kits que contienen pintalabios y brillo para los labios y el cutis tienen la ventaja de que se pueden llevar fácilmente en la cartera. Los labios pálidos son lo menos glamuroso, pero si no te gusta usar tonos fuertes, elije un tono rosado o coral. Eso sí, el toque final de un acabado glamuroso son los labios que brillan, que se ven mojados, que incitan.
Fuente: Revista Fuscia