Amy Winehouse murió este año en circunstancias extrañas, es conocido por todos sus adicciones y conflictos personales. Felipe Pirela murió debido a circunstancias de su vida que lo llevaron a verse involucrado en hechos de conflicto. Jim Morrison murió en circunstancias peculiares, también al igual que Amy lleno su vida de excesos.
Todos tienen en común haber sido grandes artistas y haber muerto jóvenes, presos de sus demonios quizás: Amy y Jim a los 27, Felipe Pirela no superaba mi edad.
Todos tienen en común haber encontrado en la música un canal para darle motor a sus vidas, aunque en apariencia no haya sido el vehículo para salvarse.
Quizás el talento no tiene nada que ver con el deseo de vivir, quizás el arte es una necesidad inherente a quienes lo ejercen, no hay opciones, sé es artista porque si, no significa esto que ese arte “los salve”, “los ayude”, “los conecte”.
Sin embargo, sigo creyendo que el arte y la música son intentos de vinculación, proponen respuestas, entretienen, hacen pasar el tiempo, y te ayudan a drenar la inconformidad con el entorno que te rodea. ¿Te pasa que estas down y la música te activa? ¿Te pasa que no quieres pensar y la música te permite olvidarte de todo y de todos?
La necesidad de comunicación humana se llena mostrando, exponiendo, hablando, haciéndose escuchar o recibiendo retroalimentación de almas afines, pero muchas veces esa afinidad es una posibilidad lejana, casi nula. Conozco a mucha gente, en pocos me reconozco ¿Te pasa?
Quizás ese sea una circunstancia compartida por muchos, incluso por los artistas. No conectas obligatoriamente con quien te rodea, quizás no eres parecido ni a tu generación, tu familia, tu calle o tu barrio y el único modo de comunicarte es con la obra de otros que han escrito sobre, que han cantado sobre, que han pintado sobre, aunque no sean tus vecinos o estén ya muertos.
La música es el Dios personal de las almas inconformes, no es una frase hecha, la música se erige como motor de la vida cuando más desecha o absurda se te presenta, la inconformidad con tu destino, el desconocimiento alrededor de tu historia tiene un poco más de sentido si la acompañas con música. Siempre si cantas… no cantas solo.
C.Luisa Ugueto L.
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