El próximo lunes 19 de diciembre se realizará el tan esperado concierto-conferencia sobre La música popular latinoamericana, la cual fue continuamente reseñada por Andrés Bello en los textos que publicara en el periódico El Araucano. Esta actividad es de entrada libre y se efectuará en la sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño a las 4:00 de la tarde.
En la Biblioteca americana se encuentran las primeras referencias que escribiera Andrés Bello sobre la música popular latinoamericana. En su conocida y célebre “Alocución a la poesía”, además de exaltar los valores de pueblos e individualidades que contribuyeron con la causa independentista latinoamericana, Bello, en sus versos dedicados a Colombia habla de la música como “la dulce poesía” y menciona al yaraví dentro de su poema, con una nota que lo define como “tonada triste del Perú i de los llanos de Colombia”.
Además de su legado lingüista, Bello nos hereda sus afirmaciones sobre la creación de la zamacueca peruana que fue aprendida por los soldados chilenos y argentinos que combatieron en los ejércitos bolivarianos, al lado de los neogranadinos y venezolanos, para librar la gran batalla de Junín, que determinó la liberación de Perú del dominio de la España imperial en 1826.
“Entonces, la zamacueca dio lugar a la cueca chilena y a la zamba argentina, aunque algunos estudiosos le atribuyen a esta última un origen en las danzas de los negros bantú que poblaron Argentina y Uruguay, donde además impusieron los tangos de orilla, la milonga y el candombe, pertenecientes al folclor musical de esos países”, nos refiere el musicólogo y conferencista Rafael Salazar.
En todo este viaje musical y dancístico del mestizaje latinoamericano, Andrés Bello, en definitiva, se convirtió, sin saberlo, en una referencia para la divulgación de los nuevos cantos mestizos de América, de una nueva música como el fandango y sus derivaciones en la zambacueca y marinera peruanas, en la zamba argentina, en la cueca chilena, en el huapango mexicano, en el zapateado cubano, en el joropo colombo-venezolano y en el samba brasilero, a partir de los ritos ancestrales de la cosmogonía negro-africana.
Fuente: Fundación Casa de Bello.