El primer sorprendido fue él cuando le dijeron que el generalísimo- hablo de Francisco Franco y no de ningún oficial colombiano- había dado la orden de “callar”- léase “vetar” o “censurar”- El bazar de los idiotas una de sus más controvertidas novelas. Lo supo muchos años después frente al pelotón de fusilamiento de “La Luciérnaga” cuando le confirmaron, como él dice, “la buena nueva”…
– ¿Cómo surgió la idea de El bazar de los idiotas?
– Fueron varios factores. Primero, hacía poco habíamos vivido el lío de Dorita, la niña de Piendamó. Segundo, la casa de La Ribera, donde suceden los episodios de la novela, era la casa de mi abuelo, en las afueras de Tuluá y siempre fue un sitio de peregrinación porque el viejo librero de don Marcial Gardeazábal, era un pozo de sapiencia y todo el pueblo y gentes de los vecinos, le consultaban.
– ¿Te enteraste en alguna ocasión que la novela fue censurada en España durante la dictadura franquista al final de sus años?
– Yo ya había publicado en Destino, de Barcelona, con mucho éxito, Dabeiba y Cóndores no entierran todos los días y el señor Joseph Verges, el dueño de la editorial, se entusiasmó con El bazar de los idiotas, pero un par de meses después, durante un viaje que hice a España, me dijo que era mejor no publicar esa novela allá, que él me había conseguido que Plaza y Janés, que abría editorial en Colombia, se estrenara con esa novela. Nunca me contó las peripecias que pasaron seguramente para que yo no alborotara el avispero y solo ahora, 37 años después, por la investigación que han hecho en los archivos españoles, en Arcadia, me entero de todo lo sucedido. Lo simpático es que Virgilio Cuesta, el gerente de Plaza y Janés Colombia tampoco me contó de las fracasadas intentonas de publicarla en España, luego de que Franco ya había muerto y de que Belisario intercediera por mi en su calidad de embajador…Solo ahora he venido a saber por todas las que pasé con esa novela, que seguramente de haber circulado en España, me habría catapultado, pero así es la vida…
– En la época en que se publicó la novela ¿Fuiste a España? Y si fue así ¿No te pusieron ningún inconveniente?
– Como te dije, viajé por esos días y, posteriormente, volví a hacerlo ya después de muerto Franco y nunca me pusieron pereque.
– ¿Alguna vez sentiste que hubo algún veto o prohibición con La resurrección de los malditos?
– Lo hay, por eso no se ha publicado en ninguna editorial y la única edición que existe la hice yo en formato de lujo. No sé a qué le tengan miedo los editores.
– Hablemos de Cóndores no entierran todos los días…¿Cuántas ediciones legales frente a las piratas crees que se hayan hecho?
– Perdí la cuenta hace mucho rato. Pero sigo viendo por ahí en los kioskos ediciones piratas aunque desde cuando Panamericana saca la edición económica cada seis meses, la piratería se ha bajado. Mira: no más que este año ya se está haciendo la segunda reedición porque los 5 mil ejemplares de la que hicieron en Marzo ya se agotaron y eso que circularon este año; la comentada que hizo la Red Alma Mater y la edición de lujo que hizo Grijlabo para celebrar los 40 años…
– La edición que celebró cuatro décadas ¿Cómo ha sido recibida?
– Me dicen los editores que solo les queda un 10 por ciento por vender. Ha sido un éxito porque sacaron 5 mil ejemplares y a precio alto y edición de lujo.- Los periodistas hacemos casi siempre la misma (simple) pregunta, pero si a todas tus novelas les tienes el mismo afecto ¿Hay una en especial por su historia, por la dificultad al escribirla que quieras más?- Siempre he dicho que la novela que yo mas quiero es la La boba y el Buda, pero pasaré, pasé…a la historia con Cóndores no entierran todos los días y donde El bazar de los idiotas se alborote y la llegaras a publicarla en España, terminaría admitiendo que es la novela que más tragedias ha pasado.
– ¿Tienes en mente escribir algo sobre los últimos diez años en Colombia llenos de tanta corrupción, mentiras, asilos, cárceles, exilios?…
– No. En este país ya no leen. De pronto barrunto alguna novela de ciencia ficción para mamar gallo y volverme el gran gurú de la orilla del Cauca predicando la verdad que no aceptan.