Caracas despidió noviembre con un acontecimiento inusual y profundamente significativo para la cultura visual venezolana. Este sábado 29 de noviembre, en los jardines serenos de la Hacienda La Trinidad, se llevó a cabo el bautizo de dos obras monumentales del explorador, fotógrafo y documentalista venezolano Iván Mikolji: Fishes of the Orinoco in the Wild y Flora of the Orinoco. El evento reunió a creadores, naturalistas, investigadores y, de manera especial, a una comunidad amplia de fotógrafos que acudió para presenciar el nacimiento editorial de libros que ya pueden considerarse hitos dentro de la bibliografía naturalista latinoamericana.

Jose Balza Charles Brewer Carias e Ivan Mikoliji
Acompañado por dos figuras indispensables del pensamiento y la exploración en Venezuela —Charles Brewer Carías, maestro de la geografía profunda, y José Balza, uno de los grandes poetas y narradores del país— Mikolji presentó un proyecto que desborda los límites tradicionales del libro científico. Lo que allí se abrió ante el público no fue solamente un par de obras especializadas, sino verdaderos libros/objeto, piezas que operan simultáneamente como documento, archivo estético y testimonio visual de una biodiversidad en riesgo.
Una obra entre dos aguas: el cruce de la ciencia y la poesía visual
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Quienes asistimos al encuentro tuvimos la sensación de presenciar algo que ocurre pocas veces: un libro que nace desde la ciencia pero se desplaza hacia el terreno del arte. En su intervención, Mikolji explicó cómo su trabajo de campo —más de dos décadas sumergido en ríos, lagunas y tributarios del Orinoco— ha sido guiado por una premisa sencilla pero urgente: “no se puede preservar lo que no se sabe que existe”. Y quizás por ello sus libros funcionan como mapas sensibles: combinan precisión taxonómica con una mirada visual que deslumbra, incluso a quienes jamás tendremos la oportunidad de ver, en su estado natural, las plantas y peces que él ha logrado registrar.
Los asistentes hojeaban las páginas como quien sostiene un fragmento de tiempo atrapado bajo el agua. Y no era una impresión gratuita: cada especie está presentada con un lenguaje claro, acompañada de información rigurosa —nombres científicos, países de origen, clasificación, especies con las que convive, GPS del punto exacto donde fue fotografiada— junto a los detalles técnicos que los fotógrafos agradecen: lentes utilizados, configuración de cámara, condiciones de luz, distancia, profundidad y equipo.
Pero lo más notable es quizás lo que no está: no hay ilustraciones, no hay cajas de laboratorio, no hay acuarios artificiales. Son más de 200 especies de plantas —acuáticas y semiacuáticas— capturadas con fidelidad absoluta en su propio biotopo. El diseño del libro, moderno y minimalista, permite que cada imagen respire, que la forma de cada tallo y la vibración de cada color hablen sin interferencias.
Un evento para la comunidad fotográfica venezolana

La presentación se convirtió, para sorpresa de muchos, en un punto de encuentro para un amplio espectro del gremio fotográfico venezolano. Desde fotógrafos de naturaleza hasta documentalistas urbanos, pasando por realizadores audiovisuales, estudiantes y profesionales consolidados, todos acudieron movidos por el prestigio de Mikolji y por la oportunidad de ver de cerca un proyecto editorial que representa un ideal difícil de alcanzar: hacer fotografía científica sin renunciar a la belleza, y hacer arte sin perder la precisión del dato.

Jose Balza Charles Brewer Carias e Ivan Mikoliji
La conversación entre Mikolji, Brewer Carías y Balza, moderada con cercanía y humor, abrió un espacio donde confluyeron el relato de expedición, la reflexión estética y la memoria cultural. Brewer Carías habló de la vastedad del Orinoco y de su fragilidad contemporánea; Balza, en cambio, llevó la reflexión hacia la condición simbólica del agua y hacia la importancia de preservar no solo la vida natural, sino también la imaginación que esa vida despierta.
La misión de un explorador que entiende la fotografía como conservación

Para quienes seguimos de cerca el trabajo de Mikolji, su trayectoria es tan relevante como sus publicaciones. Explorador incansable, investigador autodidacta y fotógrafo subacuático de renombre internacional, ha dedicado años a registrar y divulgar la biodiversidad de los ríos sudamericanos. Sus imágenes han circulado en revistas científicas, exposiciones artísticas, documentales y plataformas educativas en todo el mundo.
Pero detrás de cada imagen hay una intención pedagógica: mostrar lo que existe para que pueda ser protegido. Y en un país donde los ríos son, al mismo tiempo, fuente de identidad y territorio amenazado, su obra se convierte en una forma de resistencia cultural.
Flora del Orinoco: un archivo para las próximas generaciones

Flora of the Orinoco, una de las obras bautizadas, se erige como un documento botánico histórico. Mikolji lo construyó a partir de años de registro meticuloso, consultando expertos botánicos para garantizar la identificación precisa de cada especie. Este libro no es solo un catálogo: es un archivo del presente destinado al futuro. Una pieza que permitirá, dentro de décadas, comprender cómo se veía nuestra biodiversidad en un tiempo de acelerada transformación ecológica.
Y lo mismo puede decirse de Fishes of the Orinoco in the Wild, que ya circula entre acuaristas, investigadores y fotógrafos de todo el mundo como uno de los compendios visuales más importantes sobre peces tropicales en hábitats naturales.
Ambas obras pueden adquirirse directamente a través de la página oficial del autor: mikoliji.com.
Un aporte invaluable para la cultura visual venezolana

Iván Mikiliji Jose Briceño y Leonardo Roja
Para Notas Fotográficas, la figura de Iván Mikolji ocupa un lugar especial. Su obra confirma algo que defendemos con insistencia: que la fotografía, cuando se compromete con el mundo, trasciende la estética y se convierte en herramienta de memoria, de conservación y de identidad. En tiempos donde lo digital domina lo efímero, proyectos como el de Mikolji reafirman el valor del libro impreso como objeto perdurable, como archivo y como gesto de resistencia cultural.

Jose Briceño y Charles Brewer Carias
Caracas fue testigo este sábado del nacimiento de dos libros llamados a formar parte del patrimonio visual venezolano. Obras que, desde la serenidad del río, nos invitan a mirar con profundidad, a reconocer la riqueza que fluye silenciosa bajo la superficie y a asumir la responsabilidad de preservarla

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Profesor José Ramón Briceño Diwan
Notas fotográficas
CARACAS D.C. VENEZUELA
Noviembre del 2025