Jesús Briceño: “No se puede ser fotógrafo de todo. Hay que encontrar una rama del árbol y volverse bueno en ella”

Jesús Briceño
Orígenes visuales
Nacido en Caracas en 1985, Jesús Briceño comenzó en la fotografía a los 17 años, estudiando con el maestro Hernán Villar en los talleres del viejo Senac de la avenida Andrés Bello. “Compré una guitarra y una cámara Nikon. Me quedé con la cámara”, recuerda con humor. Desde entonces, la imagen se convirtió en su herramienta principal para comprender y expresar el mundo.
Su paso por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) marcó un antes y un después: allí se formó como profesor en Artes Plásticas, realizó un diplomado en fotografía y una maestría en Estética del Arte. “El estudio me dio herramientas para conceptualizar, para entender el color, la textura, la composición. Aprendí a comunicar, no solo a registrar”, explica.

De la cámara al aula
Con más de quince años de experiencia docente, Briceño, por 10 años formó varias generaciones de fotógrafos durante su paso por AVECOFA , actualmente en la Universidad Nacional Abierta, donde es profesor ordinario. “Ser docente me obligó a prepararme, a entender cómo aprenden los otros. Mis estudiantes me enseñaron tanto como yo a ellos”, comenta. Cree que la educación visual en Venezuela atraviesa un momento difícil pero fértil: “Hay talento, pero faltan espacios. La autogestión es la única salida. Quien enseña fotografía hoy también enseña resistencia”.
Influencias y referentes
La formación de Briceño se nutre de figuras fundamentales del arte contemporáneo venezolano. Entre ellas, Nelson Garrido y José Antonio Hernández-Díez, quienes le transmitieron la importancia de la irreverencia como método creativo. “Nelson me marcó profundamente. Es un transgresor. Pasé por esa etapa visceral, de la bronca política. Luego busqué algo más poético, más sutil, sin perder la carga crítica”, afirma.
Entre sus referentes internacionales menciona a Ai Weiwei, y entre sus preferencias personales, a los artistas latinoamericanos que abordan la realidad desde el dolor y la esperanza. “El arte latinoamericano comparte una misma herida, una misma necesidad de decir”.
Procesos creativos y materiales

Antes de tomar una cámara, Briceño escribe, dibuja y estructura sus ideas. “La cámara es lo último que toco. Cada decisión debe tener sentido. No se trata solo de una imagen bonita, sino de una idea que cobra forma visual”, señala.
Esa planificación rigurosa se refleja en sus series Des_Patriados, Kintsugi y El vuelo de la libélula.
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Des_Patriados (2016) reflexiona sobre la devaluación de los símbolos patrios a través de los billetes y los próceres convertidos en desecho.
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Kintsugi (2018), inspirada en la técnica japonesa de reparar objetos con oro, ironiza sobre un país que intenta reconstruirse sin materiales nobles.
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El vuelo de la libélula (2023), realizada en Madrid tras ganar una residencia artística, aborda las migraciones y el duelo a través de retratos Polaroid y agua del Mediterráneo encapsulada en goteros.
La fotografía como medio y no como fin

Aunque su trayectoria está anclada en la fotografía, Briceño no la considera un fin en sí misma. “Es un medio que me ha acompañado más de la mitad de mi vida, pero también trabajo con video, instalación y performance. Lo importante no es la técnica, sino la intención comunicativa detrás de la obra”.
Con el tiempo, su práctica se ha desplazado del plano bidimensional hacia la tridimensionalidad del objeto. “He querido sacar la imagen de la pared y convertirla en algo tangible, que se pueda tocar, intervenir o destruir”.
La pandemia y el giro comercial
En 2020, la pandemia marcó un punto de inflexión. Con las clases suspendidas y la incertidumbre económica en aumento, decidió profesionalizar su trabajo comercial. “Tuve que reinventarme. Construí un portafolio desde cero. Hoy vivo de la fotografía comercial, y eso, en Venezuela, ya es una victoria”, reconoce.
Actualmente se especializa en fotografía de producto y modelo, un campo que combina creatividad con disciplina técnica. “No se puede ser fotógrafo de todo. Hay que encontrar una rama del árbol y volverse bueno en ella”, dice.
El equilibrio entre arte y mercado
Lejos de ver su faceta comercial como una contradicción, la asume como una extensión de su creatividad. “En el mundo comercial también hay arte. Si no me divierto, no tiene sentido hacerlo. He renunciado a clientes cuando el trabajo deja de ser disfrutable”, confiesa.
Para Briceño, el placer en el proceso es fundamental: “La gente nota cuando disfrutas lo que haces. Esa energía se traduce en la calidad de las imágenes”.

Docencia, arte y comunidad
Como docente, insiste en que la fotografía es un lenguaje que debe alimentarse de otras disciplinas. “Un fotógrafo debe saber de cine, de literatura, de pintura, de historia. Solo así puede construir una imagen con sentido”.
A los jóvenes que comienzan les da un consejo sencillo: equivocarse. “Que se equivoquen todo lo que puedan. La fotografía no se aprende en una semana. Es ensayo, error y persistencia. Solo así se encuentra una voz propia”.
Una mirada que reconstruye
Hoy, Jesús Briceño se define como un artista que usa la fotografía para comprender y reconstruir el mundo. “El arte es mi manera de no volverme loco. Es mi terapia, mi espejo y mi forma de resistir”.
Su obra, entre la crítica y la contemplación, entre la estética del dolor y la búsqueda de belleza, se erige como testimonio de una generación que aprendió a mirar con esperanza, incluso entre los fragmentos.
Invitación
Por asuntos de espacio no hago una crónica (merecida) más larga de este colega profesor que sumó a sus habilidades fotográficas herramientas de la academia y las puso al alcance de todos los alumnos que han pasado por sus aulas, dejado su opinión sobre la vida en distintos museos y galerías , quien además conversó durante poco más de una hora con este canal, dejando un testimonio interesante de la visión sobre la fotografía venezolana, extiendo la invitación a quienes deseen escuchar la conversación completa pueden encontrarla en el canal de YouTube Notas Fotográficas, un espacio dedicado a conversar con fotógrafos venezolanos dentro y fuera de Venezuela.

Prof. José Ramón Briceño Diwan
(IG) @notasfotograficasve
(TikTok) Notas fotográficas
www.youtube.com/notasfotograficas
CARACAS D.C. VENEZUELA
Octubre, 2025