Documento Guía Museo de arte de Guangdong
Exposición Botero in Guangzhou: Fernando Botero Art Exhibition.
PREFACIO
Fernando Botero (1932 – 2023) es considerado uno de los tesoros nacionales de Colombia, y su obra se distingue por su voluptuosidad vitalista, sus colores saturados y su narrativa. Todo esto ha dado origen al Boterismo, que no solo ha transformado nuestra percepción de la belleza física, sino que también se ha convertido en un símbolo deslumbrante de la identidad cultural de Colombia, y de hecho de Latinoamérica, en el mundo del arte.
En el contexto de la turbulenta historia global del siglo XX, la ola de modernismo occidental, liderada por Europa y Estados Unidos, se extendió́ por todo el planeta, creando un contexto artístico abrumador en el que dominaban el arte abstracto y conceptual. En aquel entonces, Botero, con apenas veinte años, cruzó el océano desde Colombia, que se recuperaba gradualmente de la guerra civil y la crisis económica, y pisó el continente europeo con la memoria colectiva de la nación latinoamericana. Se sumergió́ de lleno en el estudio de la pintura clásica, absorbiendo incansablemente sus ricos nutrientes, y eligió firmemente el camino de la expresión figurativa, convirtiéndose en un inconformista a contracorriente.
Maneja la relación entre tradición e innovación con una sabiduría excepcional y completa la transformación subversiva de la tradición y clásicos, en homenaje, pero con extraordinaria creatividad.
Aunque se centra en la expresión figurativa, no persigue ciegamente un estilo realista. Ya se trate de una figura, un animal o un bodegón, utiliza un cuerpo voluptuoso con una composición equilibrada y colores brillantes para crear un volumen de presencia en el lienzo con una textura suave. Esta técnica a menudo se malinterpreta de forma simplista como una exageración estereotipada, pero el estilo de Botero es, de hecho, un lenguaje visual cuidadosamente concebido que lleva al espectador a reexaminar el espacio, la belleza y el poder.
El volumen de Botero no se limita a la estética, sino que también transmite un profundo sentido de humanidad. Su arte está profundamente arraigado en la tierra y la memoria de Colombia. La vida urbana de su ciudad natal, Medellín, y los singulares festivales folclóricos latinoamericanos constituyen una fuente inagotable de fuente de inspiración para sus creaciones. Los alegres colores y las formas plenas de sus pinturas son una oda a la resiliencia del pueblo latinoamericano, un ejemplo de que la experiencia local y el espíritu nacional son suficientes para generar un lenguaje artístico de talla mundial. Cuando miramos atrás y resumimos la vida, logros de este hombre profundamente respetado y admirado Artista, sin duda podemos presenciar muchas flores, aplausos y un halo brillante, pero si observamos con más atención su trayectoria artística, también podemos aprender cómo persistió en la práctica de sus propias creencias artísticas, independientemente de los altibajos de la época. Su perseverancia proviene de una profunda creencia en la naturaleza del arte: la pintura, como lenguaje antiguo y atemporal, tiene el poder de revelar, mediante la distorsión y la exageración, una verdad que es más profunda que la realidad misma. Esta convicción lo sostuvo durante los difíciles años de su infancia, cuando no era comprendido, y finalmente lo ayudó a conquistar el mundo con su irrefutable carisma creativo, que se consolidó como un peso incalculable en los anales de la historia del arte.
Coorganizada por el Museo de Arte de Guangdong y la Fundación Fernando Botero, esta exposición es la primera gran presentación de las obras de Botero en el sur de China, reuniendo más de ochenta obras representativas de su carrera artística, que abarcan los medios de pintura al óleo, escultura y papel, y divididas en tres secciones, que abarcan una serie de temas importantes de las creaciones del artista, como la vida en América Latina, la naturaleza muerta, el circo y las corridas de toros, etc. La exposición no solo tiene como objetivo presentar la asombrosa creación visual de un artista de clase mundial desde múltiples ángulos, sino que también tiene la esperanza de que la exposición estimule un pensamiento y un diálogo más profundos.
En el mundo globalizado de hoy, la trayectoria artística de Botero es una revelación notable: ha demostrado el valor de enraizarse en la cultura local, adherirse a las propias creencias artísticas únicas y la posibilidad de crear una voz independiente en un contexto cultural fuerte.
Los invitamos a todos a adentrarse en el magnífico universo artístico del Maestro Botero, arraigado en Latinoamérica y que trasciende fronteras geográficas. Este espacio, repleto de ricos volúmenes y ritmos de vida, nos permite sentir la calidez y el pulso de la tierra latinoamericana y, en definitiva, comprender el corazón que late bajo la tierra, las formas exageradas, que están llenas de amor, preocupación por la sociedad y pasión por la vida.
Fernando Botero
Acerca del artista:
Fernando Botero (1932 – 2023), nacido en Medellín, Colombia, fue uno de los artistas latinoamericanos más influyentes a nivel internacional del siglo XX. Trabajando en la pintura, la escultura, la acuarela y el dibujo, desarrolló un lenguaje visual muy distintivo.
Caracterizado por formas voluminosas y composiciones dinámicas, su estilo característico “Boterismo” construye un mundo imbuido tanto de humor como de sentido del orden.
Al comenzar su carrera en la década de 1940, Botero trabajó internacionalmente en México, Estados Unidos e Italia, donde absorbió diversas influencias culturales. Inspirado por el arte renacentista, especialmente en la proporción y la figuración, buscó una quietud atemporal en su obra, al tiempo que abordaba las realidades sociales de Latinoamérica con profundidad y sensibilidad.
Realizó exposiciones individuales en instituciones como el Grand Palais, en París, el Palazzo delle Esposizioni en Roma y la Galería de Arte de Tokio en Tokio. Sus esculturas monumentales se han instalado en espacios públicos de ciudades como París, Nueva York, Madrid y Florencia. Botero falleció en Mónaco en 2023. Como ícono nacional de Colombia, expandió la presencia global del arte latinoamericano y se aseguró un lugar imborrable en la historia del arte contemporáneo gracias a su singular visión.
Director del Museo de Arte de Guangdong
Wang Shaoqiang
Junio de 2025
Retratos de grandes maestros: Homenaje a sus admiraciones
Los sujetos de estos retratos son todos figuras famosas de la historia del arte y, para Botero, estos artistas lo han inspirado en su carrera artística, han sentado las bases para su comprensión fundamental de la historia del arte o han compartido sus convicciones sobre la creación artística; todos ellos han explorado su propio estilo distintivo y han dejado su huella en la historia del arte.
Como homenaje de Botero a estos grandes maestros del arte, esta serie de retratos en estilo “boterismo” revela su resonancia con ellos, cuyo sonido persistió al final del último milenio.
La vida en América Latina: Recuerdos de su tierra natal
Estos fragmentos de la vida cotidiana no son tan apasionantes como las obras con temas como las corridas de toros y el Carnaval, pero aun así nos transportan al calor de Latinoamérica a través de los detalles representados en la imagen: quizás se deba a las grandes hojas de plátano que se encuentran en algún lugar de la imagen, los edificios de estilo colonial, las estrechas calles adoquinadas, o a las hileras de casas y la continua Cordillera de los Andes en la distancia, que siempre se establece como fondo. Los elementos y símbolos dispersos que reflejan características regionales transmiten las alabanzas del artista y sus interpretaciones poéticas de la vida, así como sus sentimientos y amor por esta tierra natal. Siguiendo las ricas y variadas escenas de la vida en sus pinturas, desde la escena doméstica hasta el bar, desde las ciudades hasta las montañas; viendo al hombre quitándose el bombín y a la mujer de cabello rizado asintiendo con la cabeza… los espectadores también sienten como si hubieran entrado en la ciudad natal que nunca se desvanece del corazón del artista.
Versiones de pinturas clásicas: Homenaje a sus mayores influencias
“Es difícil para un artista expresar su arte sin haber visto las obras de los maestros”, afirma Botero. Tras estudiar detenidamente las magníficas obras de los maestros, finalmente rindió homenaje a sus mentores con sus propias creaciones: una serie de recreaciones de las obras clásicas de los grandes maestros de la historia del arte. Su enfoque no es una mera «copia» ni una «imitación» en sentido estricto, pues las obras de Botero son, sin duda, una reinvención de los clásicos, ya sea en cuanto a composición, selección de figuras o técnicas de expresión. Entabla un diálogo con la historia del arte a lo largo de siglos, y en el proceso de heredar y descartar, tomar prestado e innovar, incorpora hábilmente sus propias ideas y recrea las obras maestras con su propio lenguaje artístico.
Naturaleza muerta: Volumen en forma
La naturaleza muerta es un tema clásico en el repertorio de todo artista. Desde el siglo XVI, la pintura de naturaleza muerta se ha consolidadogradualmente como un género independiente en el arte occidental,experimentando un desarrollo significativo. Estableció un sistema metafóricoque no solo refleja el contexto social e histórico local, sino que también seconvierte en la cumbre del arte. Botero estuvo profundamente influenciadopor la tradición pictórica occidental desde el Renacimiento,aunque suadhesión a ella parecía algo fuera de lugar en la ola del modernismo. Las frutas tropicales de brillantes colores y los paisajes,tanto cercanos comolejanos, se representan con frecuencia en sus pinturas de naturalezamuerta, a través de las cuales, además de heredar las tradiciones, transmiteaún más el sabor regional y la estética única a través de su estilo personal,construyendo un sistema metafórico de naturaleza muerta que nace de la ierra colombiana y también remite a la esencia espiritual que trasciende las apariencias visuales.
En el universo artístico de Botero, el carnaval, las corridas de toros y el circo son tres temas de gran simbolismo. Con raíces en las tradiciones festivas y la cultura del entretenimiento colectivo de Latinoamérica, estas escenas rituales se representan con las formas voluminosas y los ricos colores característicos del artista, y se transforman en «teatros» pictóricos definidos por la composición, la escala y el ritmo. Sus personajes se sitúan dentro de espectáculos públicos: son observados, representados y magnificados. Participando silenciosamente en ceremonias del cuerpo, la identidad, el destino o el deseo.
Así́, el carnaval se convierte en algo más que exuberancia; encierra moderación y tensión poética. La tauromaquia es más que una competencia de fuerza; el circo, más que un espectáculo. La alegría, en manos de Botero, nunca es simple.
Como artista profundamente arraigado en la realidad latinoamericana, Botero comprende la carga cultural de estos temas. Construye un teatro visual paralelo —independiente de la memoria colectiva, pero arraigado en ella— donde se desenvuelven el juego de roles, las dinámicas de poder y el ritmo de la vida. Estas escenas trascienden su momento inmediato, dotando a las imágenes de una monumentalidad y convirtiéndolas en un cosmos visual rico tanto en calidez cultural como en reflexión filosófica.
Carnaval: una fiesta de color y alegría
En Latinoamérica, el carnaval es una de las celebraciones más importantes del año. Conjuga rituales religiosos, cuentos populares, sátira política, juegos de rol, música y danza.
Botero dijo una vez que no le fascinaba la alegría superficial del carnaval, sino las complejas emociones humanas y la psicología social que lo sustentan. Entre 2016 y 2017, produjo una serie de obras dedicadas a este tema. Con colores vibrantes, composición rítmica e imágenes simbólicas, capturó no solo el espíritu de la cultura festiva latina, sino también una profunda reflexión sobre la emoción colectiva, la energía y la necesidad humana de celebración.
Las corridas de toros: un escenario de ritual y drama
“Mi carrera pictórica empezó con toreros y toros”, Botero dijo una vez. A lo largo de los años, produjo cientos de obras en torno a este tema, convirtiéndolo en uno de los más consistentes y explorados de su obra. Profundamente consciente de la importancia históricoartística de la tauromaquia —haciendo referencias a maestros como Goya, Picasso y Manet—, Botero la consideraba parte de una noble tradición. Le atraían sus vivos colores, su movimiento dramático y su intensidad espacial, pero también su teatralidad y simbolismo cultural. Para él, la tauromaquia no era solo un espectáculo, sino una metáfora de la tensión de la vida, el ritmo de la muerte, las posturas de dignidad y los ciclos del destino.
El circo: color y forma en movimiento
“No necesitas imaginar los colores del circo; ya están ahí”, dijo Botero una vez. Estaba cautivado por este extraño mundo de acróbatas, contorsionistas, payasos y caravanas nómadas, todos reunidos bajo la carpa circular del circo. Lo veía no solo como una actuación, sino como una fábula visual: una vida poética vivida en movimiento, como una compañía de gitanos. Sin embargo, detrás del colorido espectáculo yace una silenciosa corriente emocional subyacente: las alegres escenas están llenas de una sutil quietud; las figuras juguetonas son solemnes y tiernas. El circo, en la obra de Botero, se convierte en un lugar de fugaz alegría y melancolía, un reflejo de la realidad vislumbrada bajo el encanto de la carpa.
Dibujos, acuarelas y esculturas: Dominio de la técnica
Más allá de sus pinturas monumentales y esculturas de bronce, Botero también creó un rico cuerpo de dibujos, acuarelas, pasteles y esculturas de pequeña escala, revelando su sensibilidad a la forma, el color y la estructura en medios más ligeros y directos, así como un lado más íntimo y espontáneo de su práctica.
Los dibujos y las acuarelas a menudo exploran las formas fundamentales de figuras y objetos, mientras que los pasteles aportan suavidad y delicadeza a la piel y la expresión, y sus pequeñas esculturas, aunque compactas en escala, mantienen la misma presencia volumétrica y claridad formal que sus obras de mayor tamaño. Independientemente del medio o el tamaño, la filosofía visual distintiva de Botero permanece: transformar lo cotidiano en imágenes atemporales mediante formas plenas, equilibradas y rítmicas.
Guangzhou , China
Julio, 2025