En un escenario global donde las audiencias culturales buscan nuevas formas de conectarse con su entorno, Fever se ha consolidado como una plataforma pionera en el descubrimiento de experiencias urbanas. Nacida en Madrid en 2014, esta propuesta digital ha logrado transformar la manera en que vivimos el arte, el entretenimiento y el ocio en más de 100 ciudades del mundo.
Disponible en versión web y como aplicación para dispositivos móviles, Fever utiliza algoritmos inteligentes para ofrecer recomendaciones personalizadas. Desde un concierto de cuerdas a la luz de las velas hasta una exposición inmersiva inspirada en Van Gogh, la plataforma sugiere experiencias adaptadas a los gustos, intereses y ubicación de cada usuario.
Pero más allá de ser una agenda personalizada de eventos, Fever funciona como un verdadero catalizador cultural. Su impacto ha sido doble: por un lado, facilita el acceso de las audiencias a experiencias únicas; por el otro, impulsa la visibilidad de artistas, colectivos y promotores que encuentran en esta plataforma un canal directo para conectar con nuevos públicos.
Uno de sus formatos más reconocidos es Candlelight, una serie de conciertos en espacios patrimoniales o insólitos, iluminados únicamente por velas, donde la música clásica dialoga con obras contemporáneas. Esta propuesta ha llevado el repertorio de Mozart, Vivaldi o Queen a escenarios tan diversos como iglesias, museos y jardines botánicos, atrayendo a una audiencia ávida de sensaciones nuevas.
Fever también ha destacado por su producción de contenidos propios —conocidos como Fever Originals— que incluyen cenas temáticas, experiencias inmersivas y espectáculos teatrales en locaciones secretas. En este modelo, la plataforma no solo distribuye entradas, sino que participa activamente en el diseño y ejecución de la experiencia, cuidando hasta el más mínimo detalle.
Gracias a una visión global con sensibilidad local, Fever ha sabido adaptar su oferta a los contextos culturales de ciudades tan diversas como Nueva York, Ciudad de México, Londres, París, Lisboa, Buenos Aires y Bogotá. Cada lanzamiento toma en cuenta la identidad de lugar, lo que convierte a cada experiencia en algo auténtico y cercano.
En el marco de su consolidación en América Latina, Fever participó en la más reciente edición del BIME Bogotá 2025, uno de los eventos clave de la industria musical y creativa iberoamericana. Su presencia allí no solo reafirmó su compromiso con la expansión en la región, sino también su interés por fortalecer alianzas con actores culturales, promotores y creadores emergentes.
Desde una mirada de industria cultural, Fever ha abierto nuevas vías para monetizar el talento creativo y revitalizar espacios urbanos mediante el arte. Museos, restaurantes, casas patrimoniales y centros culturales encuentran en esta herramienta una aliada para atraer visitantes, diversificar su programación y aumentar su impacto económico y simbólico.
En su interfaz, organizadores culturales pueden registrar sus eventos, acceder a estadísticas de comportamiento del público y optimizar sus campañas de difusión. Así, Fever no solo es útil para los espectadores, sino que también potencia la gestión profesional del sector creativo.
Por otra parte, la plataforma ha apostado por experiencias inmersivas con fuerte carga narrativa y visual, aprovechando las posibilidades del diseño, la tecnología y la cultura pop. Exposiciones como Van Gogh: The Immersive Experience, Stranger Things: The Experience o The Art of the Brick han logrado atraer a nuevas generaciones a espacios de exhibición, combinando arte, juego y emoción.
En un mundo donde el tiempo libre se vuelve cada vez más valioso y la experiencia sensorial cobra protagonismo, Fever propone un modelo de ocio donde lo cultural, lo tecnológico y lo humano convergen. Su propuesta redefine el concepto de “salir”, poniendo a disposición del público un catálogo vivo, dinámico y cuidadosamente curado.
Hoy, Fever representa mucho más que una app. Es un proyecto que conecta ciudades con sus propias historias, a través de vivencias diseñadas para despertar la curiosidad, el asombro y el disfrute. Una prueba de que la cultura, cuando se vive con creatividad, puede ser también un acto cotidiano de transformación.
Bogotá D.C. Colombia
Mayo, 2025