EMMANUEL MOSES
Si bien la geometría ha estado presente en la creación artística desde épocas ancestrales, como lo fue por ejemplo, en el Antiguo Egipto y la Antigua Grecia, por nombrar apenas dos casos, donde era motivo de formas simples y sin propósito alguno de encontrar en ellas referencias a nada, sin embargo, el arte figurativo, es decir la expresión ceñida a representar seres u objetos, cuya identificación era fácilmente reconocible, ocupó el escenario artístico durante siglos, y no fue sino hasta el año 1915, cuando el ruso Kasimir Malevich, decidió salirse del canon tradicional que había tenido la pintura hasta ese momento para revolucionar la escena, al pintar un cuadrado negro sobre un fondo blanco. A partir de esa fecha, muchos artistas comenzaron a eliminar toda referencia al mundo real y a la cotidianidad de sus creaciones, para remplazarlos con espacios utópicos e inexistentes, pero sobre todo imaginarios.
Si bien al principio esa tendencia no fue aceptada ni comprendida, los artistas lograron superar las barreras impuestas por la sociedad y su tiempo, hasta alcanzar el reconocimiento, de la mano de un importante número de creadores quienes habían encontrado sus propias reglas y estilos sobre cómo abordar sus obras.
Con el transcurrir del tiempo la abstracción terminó convertida en un clásico, y como tal, me permito afirmar, nunca pasará de moda, por el contrario, de ella nació entre otras la abstracción geométrica, lo que le ha permitido evolucionar hacia una simplificación aún mayor, hasta llegar a un punto en el que líneas y formas configuran composiciones abstractas que operan con un lenguaje visual propio, pero al mismo tiempo carente de referencias claras o de simbolismo alguno, en conclusión, obras que se caracterizan por la abstención deliberada de cualquier intento de influir en el espectador para permitirle no solamente, apreciarlas como algo totalmente nuevo, sino adicionalmente invitarlo a buscar en ellas la pluralidad de significados e intenciones que su autor ha pretendido otorgarles, dejándole en definitiva a ese espectador, la tarea de aportar las ideas, los sentimientos y las evocaciones que se activan en su mente tras contemplarlas.
Emmanuel Moses
El artista panameño Emmanuel Moses, quien actualmente está exponiendo sus trabajos más recientes en los espacios de NG Art Gallery, en Ciudad de Panamá, ha tomado precisamente el camino de la abstracción geométrica para desarrollar de manera exitosa, unas obras en las que había sabido utilizar las líneas rectas, la simetría, la proporción y la repetición de formas de manera perfectamente ordenada, hasta llegar a construir un discurso que lo ha identificado plenamente como artista. Para esta muestra, sin embargo, ha decidido dejar atrás, no solamente sus formas tradicionales, sino también, los formatos tradicionales, es decir los soportes cuadrados y rectangulares, para en su lugar, asumir ahora unos totalmente amorfos e irregulares, que yo definiría como “orgánicos”.
En este nuevo conjunto de obras, Moses, mediante un uso eficaz del color se recrea subrayando sus diferencias y similitudes, sus proporciones y desproporciones, hasta lograr crear composiciones perfectamente equilibradas y armónicas, con las que se permite generar una experiencia cautivadora que termina permaneciendo en la memoria del espectador, incluso después de salir de la muestra, que es mucho decir en una época tan compleja como la que nos ha tocado vivir, en la que estamos expuestos de manera constante a imágenes, cuya inmediatez y literalidad, nos invaden sin tregua alguna a cada instante, por su parte, las figuras propuestas por Emmanuel Moses, transitan por una vía completamente distinta, una que nos demanda hacer una pausa en nuestro acelerado transitar, para poder leer los significados subyacentes en ellas, además de invitarnos a abrir un pequeño resquicio en nuestras mentes, que nos permita una reflexión prolongada para pensar más allá de lo visible, y poderlas entender finalmente como estructuras en continua transformación, que bien pudieran ser vistas como parte de la naturaleza misma, para poder finalmente reflexionar con libertad sobre la belleza y la armonía del mundo que nos rodea.
Me gustaría terminar esta breve nota sobre la más reciente muestra de Emmanuel Moses, desde de mi formación como ingeniero que soy, y citar la siguiente frase del filósofo y matemático Bertrand Rusell: “La matemática, vista correctamente, posee no solamente verdad sino también extrema belleza, una belleza fría y austera como la de una escultura, sin apelar a ninguna parte de nuestra naturaleza más débil, sin los aspectos más hermosos de la pintura o la música, pero sin embargo, sublimemente pura y capaz de una perfección rígida como solo puede mostrar el arte más grande”.
@coleccionsasson
Cesar Sasson
Ciudad de Panamá, marzo de 2024