Para conmemorar el centenario de La vorágine, el Ministerio de Cultura publicará diez libros emparentados con el de Rivera.
El 25 de noviembre de 1924 la editorial Cromos publicó la primera edición de La vorágine, de José Eustasio Rivera. A la sazón Rivera gozaba de un prestigio nacional por Tierra de promisión, un libro de sonetos. Sin embargo, desde entonces su nombre y rostro están asociados con la novela que narra el viaje del poeta Arturo Cova al fondo de la selva y del corazón humano.
Tal ha sido la importancia para la literatura colombiana de esta ficción que el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional han decidido consagrar buena parte de la programación cultural de este año a su estudio estudio y difusión.
Las actividades comienzan con el Hay Festival de Cartagena (del 25 al 28 de enero) y se extienden todo el año con la publicación de nueve títulos relacionados con el libro de Rivera, Además, el Ministerio, encabezado por el editor Juan David Correa Ulloa, realizará eventos en La Habana, Santa Cruz de la Sierra, Quito, Madrid, París, Frankfurt, Braga, Caracas y Guadalajara.
El énfasis puesto en la celebración del centenario de La vorágine surge de la idea de cierto sector de la academia y de la crítica que la considera la novela más importante de las letras nacionales. Según se dice en el video promocional del año, este libro revela las claves de las relaciones entre la sociedad colombiana y la naturaleza de nuestra geografía. Sumado a esto, tiene un alto valor documental por la denuncia que hizo de los atropellos a los que fueron sometidas las poblaciones indígenas en manos de los caucheros y de la temible Casa Arana, una empresa dedicada a la extracción del caucho vegetal.
Los estudiosos han indicado que las muertes se pueden contar por decenas de miles y que las etnias que más sufrieron el látigo de los colonos fueron los bora, huitoto, muinane, andoke. La vorágine narra una herida que todavía no ha cicatrizado y es evidente en el atraso en el que viven los habitantes de la selva colombiana.
La vorágine fue escrita en un cuaderno de contabilidad de tapas rojas entre el 22 de abril de 1922 y el 21 de abril de 1924. Ese manuscrito se conserva en los fondos patrimoniales de la Biblioteca Nacional y puede ser consultado de forma virtual por cualquier ciudadano. La institución pública le compró el material a Sergio Calderón, un sobrino nieto de Rivera, que lo encontró en el fondo de un baúl familiar.
El hallazgo despejó para siempre las versiones que pusieron en duda la autoría de Rivera y que parten de un malentendido. El asunto es sencillo: el libro tiene un prólogo en el que Rivera le habla a un ministro del trabajo que hizo para dar “a la publicidad” los manuscritos de Arturo Cova. Esa estrategia de darle la categoría de autor al personaje principal pretendió convertir las denuncias del libro en un testimonio verídico. Dicha maniobra discursiva se refrendó con la inclusión en la primera edición de la novela de una foto en la que se ve a un hombre sentado en una hamaca a las afueras de una casa indígena. El pie de foto informa que el hombre de la fotografía, que tiene los ojos cerrados, es Arturo Cova.
Los libros de la Biblioteca
Además de la reedición de La vorágine, el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional harán llegar desde abril a todas las bibliotecas públicas del país nueve títulos que hacen parte del universo riveriano. Estas obras son Holocausto en el Amazonas: una historia social de la Casa Arana, de Roberto Pineda; Raíces históricas de La vorágine, de Vicente Pérez Silva; Historia de Orocué, de Roberto Franco; Los infiernos del jerarca Brown, de Pedro Gómez Valderrama, y La historia de José Eustasio Rivera, biografía escrita por Isaías Peña Gutiérrez.
Además, se editarán las antologías La vorágine: Las vorágines de los hijos del tabaco, la coca y la yuca dulce, Anastasia Candre: Polifonía amazónica para el mundo, Vastas soledades: Antología de viajeros en tiempos de La vorágine y Mujeres frente a la vorágine amazónica: lecturas críticas desde la literatura y la antropología.
Estas obras se podrán descargar gratuitamente de la página web de la Biblioteca Nacional.
Fuente : El Colombiano
COLOMBIA
Enero, 2024