El pasado 14, 15 y 16 de julio se llevó a cabo en Bogotá uno de los eventos más destacados en la promoción de la cultura étnica: el Origen Fest – Hecho en Bogotá, que tuvo lugar en el Parque de la 93 desde las 9:00 a. m. El festival contó con la participación de más de 90 emprendimientos étnicos, distribuidos en cinco rutas temáticas: Hogar; Bienestar y Belleza; Creatividad y Moda; Sabores y Servicios Culturales.
Entre los productos y servicios que pudieron disfrutar los bogotanos y sus residentes se destacó la oferta gastronómica, conformada por 28 emprendimientos que ofrecieron pescados y mariscos del Pacífico colombiano; dulces típicos de las comunidades afrocolombianas, indígenas, palenqueras y raizales; y bebidas tradicionales ancestrales, entre otros.
Igualmente, los visitantes pudieron adquirir diferentes prendas de vestir como chaquetas y vestidos con énfasis en temas étnicos, y accesorios como aretes, collares manillas, anillos, ropa y mucho más.
De igual forma, se llevaron a cabo 12 actos académicos y 15 actos culturales que enriquecieron la experiencia de los asistentes. El Programa Juntanza Étnica de USAID y ACDI/VOCA, en alianza con diferentes integrantes del Directorio de Cien Referentes Étnicos, también ofreció apoyo en el espacio de agenda académica, en el que se destacaron los aportes del pueblo afrocolombiano y los pueblos indígenas en la construcción de país.
Panel bebidas ancentrales que curan y alegran la vida
Emprendimiento Viche Arte/ Emprendimiento Oroz artesanal – Pueblo Muisca Suba
Emprendimiento Kurrulao/ Modera: Santiago Angulo Cordoba.
Sabedora Mirta Jesús Valverde Ruíz
Oriunda del municipio de Salahonda (Francisco Pizarro), Nariño, hiJa de Paola Ruiz Huyoa y Juan Baautista Valverde Angulo, Sabedora, cantaora y médica tradicional
Descubriendo el Proceso Artesanal detrás de la Bebida Emblemática de Chocó y Valle del Cauca
Enclavado en la exuberante región del Pacífico colombiano, el viche emerge como una joya líquida que guarda una historia ancestral de tradición y arraigo cultural. Esta bebida alcohólica, apreciada por su sabor distintivo y aroma inconfundible, ha trascendido generaciones y se ha convertido en una verdadera insignia de identidad para las comunidades de Chocó y Valle del Cauca.
El viche, que comparte similitudes con el aguardiente, es el fruto de un proceso de elaboración que honra técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación. Su esencia se extrae de la caña de azúcar, la cual es cultivada con esmero para obtener un jugo de la más alta calidad, base fundamental del elixir pacífico.
El proceso comienza con la minuciosa extracción del jugo de caña, ya sea de forma manual o con la ayuda de máquinas artesanales. Este líquido dulce es combinado con panela o azúcar moreno, los cuales serán los encargados de dotar al viche de su inconfundible dulzor y potenciar la fermentación.
Es precisamente en esta etapa de fermentación donde se rinde homenaje al arte de la paciencia y el cuidado. En grandes recipientes de fermentación, el jugo de caña y la panela se someten al trabajo armonioso de la levadura, la cual transforma meticulosamente los azúcares en anhelado alcohol. Días de espera se despliegan para lograr una fermentación óptima que alcance el punto exacto de madurez.
La destilación, una fase trascendental en el proceso, desvela el alma del viche. Mediante un proceso minucioso y con una destreza heredada, se separan los componentes líquidos en función de sus puntos de ebullición, lo que permite obtener una esencia más pura y concentrada del líquido preciado.
Opcionalmente, algunos maestros vicheros eligen otorgarle al viche un tiempo de envejecimiento en barricas de madera, donde la bebida reposa pacientemente para adquirir complejidad y sutileza en sus notas, un detalle que realza su distinción y sabor único.
El viche no es solo una bebida alcohólica, sino una amalgama de tradiciones, una manifestación cultural que se celebra y comparte entre familias y amigos. Su consumo, sin embargo, conlleva responsabilidad, recordando que la moderación es clave para apreciar plenamente su esencia y disfrutar de su compañía sin excesos.
A pesar de los siglos que ha sido legado, la preparación del viche sigue siendo un proceso artesanal y en constante evolución, un reflejo del amor y dedicación que las comunidades del Pacífico le brindan a esta bebida patrimonial.
El viche se erige como un tesoro líquido que fluye a través de los ríos culturales del Pacífico colombiano, impregnando con su tradición y sabor los corazones de quienes tienen el privilegio de degustarlo. Rescatar y apreciar esta bebida milenaria es preservar la riqueza cultural de la región y perpetuar la herencia de un legado ancestral que, sin duda, merece ser celebrado y protegido para las generaciones venideras.
El Viche: Patrimonio Cultural Afrodescendiente Legalmente Reconocido en Colombia.
El viche, una bebida ancestral y cultural originaria de las comunidades afro del Pacífico colombiano, ha logrado alcanzar un hito histórico con su reciente reconocimiento como patrimonio cultural de Colombia. Luego de una larga lucha, esta destilación artesanal del jugo fermentado de la caña de azúcar ha sido legalizada gracias a la Ley del Viche, sancionada en noviembre de 2021.
El viche, cuyo nombre proviene de los idiomas Bantúes del centro y sur de África, refleja la identidad única de este destilado singular. Su proceso de elaboración se lleva a cabo en pequeñas destilerías artesanales, donde se hierve la caña de azúcar para obtener un jugo dulce, el guarapo, que luego es fermentado con levaduras naturales presentes en la caña y su entorno. Posteriormente, el guarapo fermentado se destila para obtener el licor final, el viche, con un grado alcohólico que suele oscilar entre 30-35%.
La tradición del viche ha sido mantenida y transmitida de generación en generación, principalmente por mujeres, quienes también utilizan esta bebida como base para una amplia variedad de licores medicinales y afrodisíacos. Estos licores, como el viche curao, la tomaseca, el arrechón y el tumbacatre, se elaboran agregando frutas y plantas medicinales, y han sido utilizados durante siglos por las comunidades del Pacífico colombiano para tratar diversas dolencias y malestares físicos.
Sin embargo, a lo largo de la historia, el viche enfrentó numerosos obstáculos legales que lo mantuvieron en la clandestinidad y relegado en favor de alternativas importadas. Hasta 1948, se prohibieron las bebidas ancestrales de Colombia por razones de «higiene», lo que llevó a la desaparición de ollas de barro tradicionalmente usadas para fermentar chicha y la sustitución de licores como el viche por bebidas comerciales.
El proceso de legalización del viche ha sido una lucha constante para los productores y defensores de esta tradición cultural. La Ley del Viche finalmente otorgó el reconocimiento que esta bebida ancestral merece, destacando su importancia como producto exclusivo de las comunidades y territorios afrodescendientes del Pacífico colombiano.
El viche no solo representa una bebida alcohólica con un sabor distintivo y arraigado a su territorio, sino que también tiene un significado cultural profundo para las comunidades que lo producen. Ahora, con su estatus legal asegurado, el viche se erige como un símbolo de identidad, resistencia y saberes ancestrales para las comunidades afrodescendientes de Colombia.
La sanción de la Ley del Viche ha abierto nuevas oportunidades para el viche y sus productores, permitiendo que esta tradición ancestral permanezca enraizada en su origen y que se mantengan las prácticas artesanales, como el uso de trapiches de madera y la destilación al aire libre en el monte.
El viche, un tesoro cultural de Colombia, continúa su legado como una bebida que trasciende lo meramente alcohólico, ya que su arraigo cultural y medicinal lo convierten en una parte fundamental de la vida y las tradiciones del Pacífico colombiano, desde el nacimiento hasta la muerte. Con su reciente reconocimiento, el viche se consolida como un patrimonio que debe ser preservado y valorado, honrando la historia y el conocimiento ancestral de las comunidades afrodescendientes de Colombia.
Explorando las Misteriosas Bebidas del Pacífico que Despiertan la Pasión
El Pacífico, con su exuberante biodiversidad y rica cultura, esconde una fascinante tradición de bebidas afrodisíacas que han perdurado a lo largo de generaciones. Lejos de las luces de la ciudad y las rutinas aceleradas, en comunidades ancestrales se encuentran secretos bien guardados que prometen avivar el deseo y la pasión. Descubramos algunos de los más enigmáticos derivados del «viche», bebida espiritual que ha dado origen a estas pócimas del amor.
Arrechón: El Misterioso Elixir Gris
Entre las leyendas de la región, destaca el «Arrechón», uno de los derivados del viche más famosos. Su aspecto gris y su textura densa lo hacen único. Según cuentan los lugareños, este elixir es elaborado con una cuidadosa selección de ingredientes, como clavos, canela, miel de abejas, borojó, leche condensada, hierbas especiales y otros componentes secretos. Se le atribuye la capacidad de incentivar el deseo sexual y ha sido considerado como un brebaje mágico por siglos.
Tumbacatre: El Poder de la Pasión
Otra misteriosa mezcla que atrae la curiosidad es el «Tumbacatre», una bebida afrodisíaca obtenida a partir de la combinación del viche con chontaduro y borojó. Esta poción, según creencias ancestrales, también actúa como potenciador sexual, despertando emociones intensas y fomentando la pasión entre quienes la prueban.
Tomaseca: El Elixir Femenino de los Manglares
En las comunidades del Pacífico, las mujeres cuentan con un tesoro llamado «Tomaseca», preparado tradicionalmente para ser consumido durante sus jornadas de pesca en los manglares. Hecho a base de viche y enriquecido con hierbas y componentes naturales, esta bebida no solo se utiliza para aliviar dolores menstruales, sino que también se le atribuyen propiedades que favorecen la fertilidad.
Curao: La Transformación Embriagadora
Entre los brebajes más intensos se encuentra el «Curao», un producto de la fermentación del viche con una selección de bejucos, semillas, plantas y raíces. Su proceso de preparación es tan fascinante como su sabor, y su consumo se asocia con una experiencia embriagadora y única.
Pipilongo: El Cuidado Masculino
Los hombres encuentran en el «Pipilongo» un aliado para tratar problemas de próstata, ya que su preparación incluye plantas especiales con propiedades medicinales. Además, este elixir también es considerado un potenciador sexual, añadiendo aún más misterio a esta bebida de propiedades sorprendentes.
Aunque la ciencia moderna no ha validado completamente los efectos afrodisíacos de estas bebidas, su valor cultural y tradicional es innegable. Estos elixires son apreciados por las comunidades del Pacífico como tesoros heredados de sus ancestros, y su misterio sigue atrayendo a quienes buscan sumergirse en las ricas leyendas y tradiciones de esta región.
Advertencia: Antes de probar cualquier bebida o sustancia con supuestos efectos afrodisíacos, es importante tener en cuenta que la salud es primordial. Siempre es recomendable consultar a un profesional médico antes de consumir cualquier elemento con fines medicinales o que afecte la salud.
Créditos de las fotografías :@francomendozaphoto
Bogotá D.C. – Colombia.