HEXAGRAMA 62 – LA PREPONDERANCIA DE LO PEQUEÑO
Muestra al hombre como, lo pequeño puede, en ciertas oportunidades, ser lo grande.
El pájaro volador trae el mensaje.
I Ching El Libro de las mutaciones.
Hace dos años por circunstancias de la vida y la magia, consulté el libro del I Ching por un tema personal, cuando leí el hexagrama mi impulso fue el de dibujar un pájaro, a partir de ese momento empecé a prestarles atención, a escucharlos en las madrugadas, a reconocer su belleza, las sincronicidades aparecieron de inmediato; libros por leer, caminatas atentas por hacer, pajaritos entrando a mi taller de visita. Este nuevo interés me llevo a convertirlo en experiencia vital y en motivo para el desarrollo de este proyecto.
La preponderancia de lo pequeño es una obra motivada por la reflexión sobre la circunstancia histórica que atravesamos en la que la humanidad ha dejado de ver a los seres y los elementos primordiales de la naturaleza que fundamentan la vida y la espiritualidad.
En un mundo distópico sumido en la incertidumbre, la convicción de que el ser humano es el centro del universo por derecho propio, empieza a mostrarse ante nuestros ojos como un enfoque equívoco y autodestructivo. El modelo antropocéntrico que preconiza que los intereses de los seres humanos son aquellos que deben recibir atención moral por encima de cualquier instancia y el establecimiento de un narcisismo colectivo que impele una mirada despreciativa sobre todo lo que implique diferencia o minusvalía han generado una ceguera frente a los valores primarios, las cuestiones y los seres elementales que son el fundamento de la vida y de las sociedades.
A partir de la ejecución de piezas tridimensionales que representan de manera detallada la anatomía, los colores y las características típicas de diversas aves de la fauna local colombiana junto con elementos tomados de las imágenes de la Real Expedición Botánica se construye un dispositivo de intervención espacial que aparte de convocar la belleza, el valor histórico, estético y político de la empresa científica, invita a la reflexión sobre la importancia de reconocer las presencias sutiles, las que no miramos o poco consideramos y que en realidad son indispensables para recuperar la armonía planetaria. Como elemento metafórico la obra más allá de ser una referencia cientifista es un llamado a mirar al otro, al prójimo, con consideración, compasión y hospitalidad, un ejercicio de observación detallada de lo simple y lo esencial.
Las aves, animales prodigiosos, de inteligencias y habilidades extraordinarias, son el indicador del deterioro o recuperación del entorno natural. Su presencia colorida y su canto son el síntoma de una naturaleza sana y vital y su ausencia el anuncio de una inminente tragedia ambiental.
Pectoral Tairona con representación de ave
Las aves como animales tutelares de las comunidades de tradición se han visto representadas de manera profusa en el arte precolombino y en la producción artística de las poblaciones raizales pervivientes. De igual manera su representación ha sido frecuente en el transcurso de la historia del arte colombiano. La obra destaca este sentido de identidad cultural y hace una citación del pasado y del valor simbólico de las representaciones de la naturaleza en el arte culto y popular de Colombia.
Las aves de la fauna local colombiana son usadas al igual que en obras anteriores (Críptidos 2014) (Santuario 1991) (Amazonía. 1987 -1990) como elementos simbólicos provenientes de la naturaleza para referirse al entorno geográfico, social y a las condiciones de invisibilidad y exclusión de los seres de la naturaleza y de las personas menos favorecidas.
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Septiembre 2022