García Márquez, a quien se le oyó decir muchas veces que se consideraba más periodista que escritor, siempre fue un hombre preocupado por la dignidad del reportero y los medios masivos de comunicación, pues estaba consciente de que el periodismo jugaba un papel fundamental en la democracia y el desarrollo del pensamiento crítico de la ciudadanía.
Movido por estas inquietudes, en 1995 creó la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (hoy Fundación Gabo). Allí instituyó talleres prácticos dirigidos a jóvenes periodistas e impartidos por maestros que reflexionaran, entre otras cosas, sobre los peligros de las primicias apresuradas, la sacralización de la fuente y el uso indebido de la entrevista.
Por ello, hemos recopilado cinco apuntes hechos de Gabo sobre la ética en el periodismo para nunca olvidar:
- La ética es el oficio. «Cada día nos olvidamos más de la ética. Las escuelas de periodismo enseñan todo lo que tiene que ver con el periodismo, menos el oficio».
- Cultura, práctica y ética. «Para ser periodista hace falta una base cultural importante, mucha práctica, y también mucha ética. Hay tantos malos periodistas que cuando no tienen noticias se las inventan».
- Un asunto de incapaces. «Yo creo que los problemas de ética se deben más a la incapacidad del periodista que a problemas de moral. Hay fallas en la formación».
- Los peligros de sacralizar una fuente. «El mal periodista piensa que su fuente es su vida misma –sobre todo si es oficial– y por eso la sacraliza, la consiente, la protege, y termina por establecer con ella una peligrosa relación de complicidad, que lo lleva inclusive a menospreciar la decencia de la segunda fuente».
- Los riesgos del mal periodismo. «Estoy muy preocupado con la forma en que se enseña el periodismo en Colombia. Llegué a decir en broma, pero casi temiendo que estuviera diciendo la verdad, que si todos los horrores que han sucedido en Colombia no han acabado con ella, queda todavía el riesgo de que el periodismo mal hecho sí acabe con el país».
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