Hoy, 23 de agosto, se cumplen cien años de la clausura del diario “El Fonógrafo” de Maracaibo, decano de la prensa nacional en su época y uno de los protagonistas de la llamada “Revolución de las Artes Gráficas de Venezuela”.
El diario fue fundado en 1879 por Eduardo López Rivas, convirtiéndose en la tribuna desde la cual este periodista defendió la autonomía zuliana, frente a la personalidad autocrática de Antonio Guzmán Blanco. En sus páginas debutó el llamado “periodismo de protesta”, modalidad que inauguró en el país López Rivas a través de campañas por el bienestar social de la región.
El diario destacó en materia de diseño, utilizando modernas técnicas que le permitieron ganar premios dentro y fuera del país. El 19 de abril de 1910, “El Fonógrafo” publicó la primera edición a color de Venezuela, para celebrar los cien años de la independencia.
En 1910, a la edad de 60 años, López Rivas deja la dirección del diario en manos de su hijo mayor, Eduardo López Bustamante. Entonces comienza una nueva etapa de «El Fonógrafo” y también una nueva era en el periodismo venezolano. López Bustamante inició el tiraje a ocho páginas, creó en Caracas una edición simultánea e instaló en Europa la primera corresponsalía venezolana.
“El Fonógrafo” del siglo XX modernizó el periodismo del país y sentó las bases de las comunicaciones de hoy. Los tres polos de información, Maracaibo-Madrid-Caracas, eran algo nunca visto a principios del siglo XX.
Bajo la dirección de López Bustamante el diario enfrentó la férrea censura del dictador Juan Vicente Gómez, pero logró mantener su línea editorial independiente hasta el 23 de agosto de 1917. Ese día el periódico fue allanado por tropas del gobierno. Las oficinas de «El Fonógrafo» en Caracas y Maracaibo fueron clausuradas definitivamente, terminando con ello, escribe José Rafael Pocaterra, 38 años de existencia del gran diario zuliano.
Maracaibo – Venezuela
2017