Inauguración: jueves 24 de septiembre
Abierta al público hasta el 27 de noviembre de 2015
La Esquina Galería Calle 77 # 12-03 L 103
16 obras integran la muestra
Santiago Cárdenas (1937), el maestro colombiano que pinta espacio y que pinta luz, el artista plástico por excelencia de lo cotidiano, de lo que está ahí, allá, o más acá
El artista para quien «la pintura es una ilusión», inaugura una muestra integrada por 11 pinturas ( óleo sobre tela ) , 4 obras: lápiz pastel y óleo sobre papel y un dibujo, carboncillo sobre papel, fiel testimonio de esa realidad que se ha convertido en el alma de su trabajo.
En la Esquina Galería, en Bogotá, la muestra estará abierta al público a partir del 25 de septiembre y hasta el 27 de noviembre de 2015. La Inauguración será a las siete de la noche del jueves 24 de septiembre.
La invitación a visitar esta exposición mantiene la constante que motiva al maestro: que el observador sea parte de su obra y que se formule preguntas con relación a lo que vé en cada pintura, en cada dibujo.
Pareciera que desde los años 70 , cuando estudiaba en Nueva York, Cárdenas se hubiera propuesto una meta – más que cumplida -: atraer al espectador y atraparlo para que se detenga a observar,a detallar,a apreciar de verdad… para que , en lo posible, no mire y siga de largo, sino que que pueda vivir una experiencia frente a cada obra.
Es así como en el escenario de las artes plásticas de América Latina y en el mundo, la obra magistral de Santiago Cárdenas ha trascendido fronteras por más de 5 décadas, con sencillos objetos de lo cotidiano como uno cable, una flor, un sobre, un gancho o un lápiz, un tablero o un paraguas… Eso sí, llenos de «magia» y de impecable juego de luz, color, espacio, dimensión y sentido.
Poderosas imágenes – como las calificara en alguna oportunidad la Curadora de Arte María Luz Cárdenas- de un maestro de maestros que hace gala de su propio lenguaje, ese que sólo tienen los más grandes y que es único, aunque muchos enmarquen sus trabajos en conceptos de hiper-realismo, de ilusionismo o de arte «pop».
Objetos con alma, con personalidad y que trascienden: así son los protagonistas de Cárdenas, esos que el mismo artista quiere que sean fáciles de entender para cualquier espectador dispuesto a entrar en contacto visual con su obra e iteractuar con ella, ahí en ese espacio que va más allá del papel en el dibujo, o del lienzo en la pintura.
Sin más colores que los colores que son, sin más pretensiones que mostrar lo que el objeto muestra y lo que el espectador quiere ver en él, el maestro Cárdenas, con sus obras, nos abre una vez más el universo que nos permite vivenciar la experiencia de ver, en esta oportunidad, en La Esquina Galería de Bogotá.
Santiago Cárdenas: una indagación de la realidad(1)
María Luz Cárdenas
El maestro Santiago Cárdenas es una de las figuras más interesantes y originales de las artes plásticas de América Latina. La construcción de un idioma único, la coherencia y destreza en el dominio de los recursos plásticos, el rigor y seriedad de su compromiso con la pintura, el talante profundo en sus enfoques al tema del objeto; dan como resultado un trabajo meditado y sabio, conceptualmente difícil de encasillar, reacio a las etiquetas. Por encima de cualquier presión para adoptar corrientes o estilos, supo en su momento definir una obra que invade sutilmente la existencia y acorta las distancias entre la vida y el arte bajo una reinterpretación inteligente y sagaz de los sistemas de representación de la cotidianidad, elevando el mundo de lo común a un acto trascendente y reflexivo de transgresión pictórica que designa una nueva naturaleza del acto de pintar inscrita una especie de memoria cultural, una antropología pictórica, que concibe a la representación como un proceso de pensamiento y no un mero trabajo de imitación. Esta exposición reúne un significativo conjunto de pinturas y dibujos recientes, cuya lectura recorre los principales problemas que le interesa desarrollar y demuestran cómo Cárdenas conoce a profundidad la historia del arte y se ubica en zonas poéticas que juegan permanentemente en los bordes del realismo y la abstracción, de la verdad y la ficción. Hay en las piezas una marcada voluntad de silencio, una concluyente distancia de la anécdota, un alejamiento de la narración.
La maestría en el manejo del óleo lo lleva a replantear el trompe l’oeil como una vía de acceso al pensamiento. Su propósito no es engañar al ojo ni copiar milimétricamente la realidad, sino sacudir el pensamiento: la idea es hacer pensar al espectador, cuestionarle si el cuadro está en su espacio tridimensional y cuál es su relación con él. Una técnica muy minuciosa y exacta socava la percepción tradicional y construye la estructura del campo pictórico. El control de la técnica al óleo favorece la presencia de atmósferas texturadas, luces y sombras que rodean el espacio de los objetos. Estamos ante obras en las que el óleo se transmuta en tiza, el lienzo en una pizarra, la palabra escrita se transforma en huella y borradura. La imagen termina siendo tan poderosa que destraza las fronteras entre el mundo real y la ficción. En lo que respecta al dibujo, éste deja de ser un procedimiento técnico en las manos de Cárdenas para convertirse en un instrumento de pensamiento. Por otra parte, el dibujo en él es un mecanismo activador de huellas de significado; una herramienta al servicio de la inteligencia pictórica; un instrumento configurador de sentidos que agudiza la perspectiva de observación. Dibujar es una estrategia de transformación de la realidad, que descubre los procesos internos de reflexión del artista ─sus indagaciones, su opinión, su horizonte de problemas. Con todo ello propone una reinterpretación inteligente y sagaz de los sistemas de representación de la cotidianidad, elevando el mundo de lo común a un acto trascendente y reflexivo de transformación pictórica.
Santiago Cárdenas es un artista de logros rotundos y sus aportes se extienden a la inserción de un marco conceptual consistente dentro de la comprensión y ejecución de la pintura como hecho pictórico. Gracias a sus investigaciones plásticas hemos aprendido a desplazar el objeto cotidiano por entre los campos de lo simbólico, lo imaginario y lo ficticio para llegar a una realidad pictórica más compleja, con lecturas que se renuevan a cada contacto con la obra. En medio de una vorágine histórica que exigía abandonar la pintura, el maestro Cárdenas impuso la figuración desde una perspectiva que trastoca el ilusionismo clásico y le proporciona una dimensión conceptual. Se coloca en una suerte de metafísica del acto de pintar. La pintura se transforma en un proceso reflexivo, plástico e histórico al mismo tiempo.
(1) Texto realizado a partir de los ensayos La Realidad y la Pintura (Galería Freites-Caracas, 2013) y Santiago Cárdenas/Jorge Stever. Al límite de la pintura (Galería Freites- Caracas, 2015), por María Luz Cárdenas
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Santiago Cárdenas
Nació en Bogotá en diciembre de 1937. En 1947 viajo con su familia a Pelham, Nueva York donde culminó sus estudios de primaria y bachillerato. Inició estudios de arquitectura en Rhode Island School of Desing en 1956, pero los abandonó en el segundo año para dedicarse a las bellas artes graduándose como pintor en 1960.
Durante el veranos de 1959 fue becado por Cummington School of the Arts y en el 60 fue reclutado en el ejército de los Estados Unidos y enviado a Alemania. Durante este tiempo tuvo la oportunidad de visitar los grandes museos en Alemania, Francia, España e Italia. Regresó a New Haven, Connecticut e ingreso a Yale University donde obtuvo su MFA en 1964.
En 1965 volvió a Colombia donde inicio una activa carrera docente en la Universidad de los Andes, la Universidad Jorge Tadeo Lozano y la Universidad Nacional, donde fue nombrado director de Bellas Artes entre 1972 y 1974. Desde 1963 ha realizado más de sesenta muestras individuales en galerías y museos en Colombia y en el exterior.
Obras suyas se encuentran en la colección de The Museum of Modern Art (Moma) de Nueva York, Museo Rufino Tamayo de México, Prints Museum de Oslo, Museo de Arte del Banco de la Republica de Colombia, Museo de Arte Moderno de Bogotá, RISD Museum of Art de Providence, Museo de Bellas Artes de Caracas y Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber de Caracas, entre otros. Ha recibido quince premios nacionales e internacionales por sus obras. Vive y trabaja en Bogotá.