Kalatos Editorial en el Festival de la Lectura
Sábado 2 de Mayo
Plaza Francia, Altamira
7mo Festival de La Lectura
Chacao 2015
Plaza Altamira
Homenaje a Eduarde Liendo
5>00 PM
Firma de Libros
Arbol que Crece Torcido
con Rafael Castillo Zapata
8>00 PM
Salón Jardín
Recital de la Colección Pöesía de Kalathos Editorial
KALATHOS EDITORIAL SE VA DE FERIA
El sábado 2 de mayo en el Festival de Lectura Chacao
Este sábado 2 de mayo Kalathos marcará con sello propio el Festival de Lectura Chacao 2015. Empezará a las 5 de la tarde con una firma de libros de la mano de Rafael Castillo Zapata, autor de Árbol que crece torcido, en el stand de ventas de Edic-ven. Luego, a las 8 de la noche, la colección poesía de Kalathos Editorial hará su primer recital en conjunto en el Salón Jardín de la feria, donde tres de sus autores —Edda Armas, Carmelo Chillida y nuevamente, Castillo Zapata— estarán leyendo poemas de sus libros editados por Kalathos, y tres jóvenes poetas prestarán sus voces para leer textos de Octavio Armand, Rodolfo Häsler y María Antonieta Flores.
La editorial, fundada por los dueños de la Librería Kalathos, Artemis Nader y David Malavé, surgió en el 2011 para apostar por la poesía, a través de ediciones sobrias y delicadas de autores con amplia trayectoria nacional e internacional. Inauguraron su colección de poesía con un título de la solidez de Clinamen, de un autor de la talla de Octavio Armand. Nacido en Cuba, residenciado en Venezuela desde hace décadas, la sencilla maestría de Armand hace del poema una verdadera arquitectura de la imagen:
A la luz de un párpado
la pinto con relámpagos.
Lo siguió Edda Armas, poeta venezolana que antes de publicar con Kalathos contaba ya con catorce libros en su haber, y que esta vez traía Sin negativo ni estaciones, poemario que se ganaría una mención al Libro del año 2012 en la premiación de los libreros un año más tarde, en este mismo Festival de Lectura.
No es igual irse a permanecer.
La raíz confina nuestros pasos.
En el 2013 vino, además de la segunda edición de Clinamen de Armand, la primera de Desde el balcón de Carmelo Chillida, poeta y profesor venezolano, con su poética de la limpieza en el lenguaje, llevada al límite en la palabra de este “testigo” que se asoma a mirar y decir la vida:
Olvidas que sólo vinimos de paseo,
y por un rato no demasiado largo.
Para el 2014 el prestigioso traductor y poeta cubano residenciado en Barcelona, Rodolfo Häsler, trajo a la paleta su Diario de la urraca (cuaderno paulista) que, desde otros paisajes, atizó tonos y brindó otro giro de luz a la colección:
Masticó un sol entero para dejar un rastro,
una pisada en el patio, un jardín que reaparece en el libro
Por último, a finales del mismo año aparecieron en escena Temples de María Antonieta Flores y Árbol que crece torcido de Rafael Castillo Zapata. La primera, versada poeta venezolana experta en la temática erótico-amorosa, presentó un trabajo cincelado y preciso de palabra tan contenida como contundente:
tradición de misioneros
el viento sabe lo que arranca a los árboles
El segundo, poeta, diarista, ensayista, profesor universitario también venezolano, regaló a sus lectores la posibilidad de tener una nueva edición de su primer poemario, a los treinta años de su publicación inicial. La reaparición de este título fundamental en la poesía venezolana, Árbol que crece torcido, esta vez bajo el sello de Kalathos, saldó una deuda con todos esos lectores que tenían años detrás de uno de tantos poemarios en Venezuela que, al agotarse su primera edición, se vuelven imposibles de conseguir. Por tratarse de un libro que luego de treinta años sigue teniendo tanta demanda, Rafael Castillo estará este mismo sábado por la tarde firmando ejemplares en el stand de Edic-ven.
por mi bien que bien me daba mi madre si supiera
al árbol torcido que enderezara jamás
La colección ha contado con el trabajo de creadores, diseñadores, correctores y editores como Carmen Verde Arocha, Waleska Belisario, Ricardo Báez, Javier Aizpúrua, Roberto Martínez Bachrich; así como prologuistas y epiloguistas de la repercusión de Yolanda Pantin, Luis Moreno Villamediana, Santos López, Ednodio Quintero y Alejandro Castro. En este recital, contará con tres voces que se han empezado a escuchar fuertemente dentro del panorama actual de nuestra poesía: Franklin Hurtado estará a cargo de la lectura de los textos de Armand, José Delpino se paseará por el Diario de la urraca de Häsler y Oriette D’Angelo prestará su voz a los versos templados de Flores. Por parte de la editorial el recital será moderado por Graciela Yáñez Vicentini, encargada de la gerencia cultural de Kalathos.
La cita es para este sábado 2 de mayo a partir de las 5 pm en el Festival de Lectura Chacao 2015, en la Plaza Francia (Plaza Altamira). Más información a través del (0212) 285-2820 o por los correos chelayv@gmail.com y actividadeskalathos@gmail.com.
La poeta venezolana Yolanda Pantin gana el Premio Poetas del Mundo Latino
El 4 de mayo de 2015, la escritora venezolana Yolanda Pantin (1954) dio a conocer a través de su cuenta en Twitter que ganó el Premio Poetas del Mundo Latino “Víctor Sandoval”, junto con el poeta mexicano Antonio Deltoro.
En esta edición Pantin comparte con Deltoro el premio porque, desde su inicio en 2007, este reconocimiento es otorgado por el Seminario de Cultura Mexicana a la obra y trayectoria de un poeta mexicano y uno internacional. Este galardón será entregado el mes de octubre, durante el Encuentro de Poetas del Mundo Latino.
Yolanda Pantin estudio Letras en la Universidad Católica Andres Bello. Algunos de sus poemarios más populares Casa o lobo (1981), Correo del corazón (1985), La canción fría (1989), El cielo de París (1989), Poemas del escritor (1989) y País (2007), cuyo nombre sirve de título a la compilación hecha por la editorial Pre-Textos: País. Poesía reunida (1981-2011).
Otros ganadores del Premio Poetas del Mundo Latino “Víctor Sandoval” son Juan Manuel Roca, Rubén Bonifaz Nuño, Antonio Cisneros, Ledo Ivo, Juan Gelman, Joan Margarit, Alí Chumacero, Eduardo Lizalde, Hugo Gutiérrez Vega y José Emilio Pacheco, Nuno Júdice o Francisco Hernández.
Comentarios
Edgard J. González.-
5 de mayo, 2015
No tengo una memoria tan prodigiosa como otras que conozco y envidio, pero estoy casi seguro de que Yolanda Pantín es la autora de una muy hermosa “Carta a un nieto” con la que concursó en “Cartas de amor de Mont Blanc” hace algunos años. Si en sus libros de poemas expresa el amor y la sensibilidad que invirtió en esa bella carta a su nieto, ese premio está muy bien adjudicado. Felicitaciones.
Mañana las 7 pm en la Plaza Altamira
«Ser una decisión: desde ahora voy lejos del mar
buscando tierras y gente
por tiempo y metal gastado, por cansancio de sal.
Dejo atrás la larga línea del anhelo
el límite más soñado de los hombres.
La ilusión fue cuestión de hábito
el querer apenas un peso negociable.
Ahora, ir por tierra
que el húmedo planeta quede en el olvido.
Andar y fletar completos mis sueños, y que otros se hagan cargo.
Quizás lejos del agua
pueda ser otra cosa
no un barco.»
Samuel González-Seijas. Espesa marea. Caracas: La Laguna de Campoma, 2015
8 Péliculas Basadas en Cuentos de Julio Cortázar que Debes Cono
Posted by queleerblog on enero 19, 2015 · 8 comentarios
Blow up
Michelangelo Antonioni, el prestigioso director de cine italiano, basó su película Blow-up(1967) en el cuento llamado Las Babas del diablo. Una obra clásica del cine que ha marcado una línea de creación personal del propio director, y también una marca distinguida en la propia historia del cine. Una pieza que narra el acontecimiento que sucede con un fotógrafo mientras se encuentra con su cámara en un parque y, que luego de revelar sus fotos, descubre un posible asesino detrás de los árboles. Una situación que despierta en él una obsesión momentánea por conocer más acerca del posible crimen
Weekend
También en el año 1967, Jean-Luc Godard (uno de los representantes de la nouvelle vaguefrancesa) llevó conWeekend el cuento La autopista del sur . Una adaptación del cuento de Cortázar en donde vemos cómo una pareja se topa en su ruta con un embotellamiento. Quizá con este breve resumen, la trama parece poco sugerente, sin embargo es una de las obras que llamó la atención en la filmografía de Godard. Una historia que pone en cámara los estilos propios del director como largos silencios, escenas discontinuas con los propios espacios y que demuestran, una vez más, que el lenguaje poético utilizado prevalece ante la comprensión de lo que ocurre. El director propone a través de este suceso la crítica hacia una sociedad capitalista que lleva a los hombres a tratarse entre sí como animales ante situaciones cotidianas.
L’ingorgo
En 1979, Autopista del sur fue llevada también al cine por el director italiano Luigi Comencini con el nombre L’ingorgo. La historia es exactamente la misma que en la película de Godard. Es una pieza recomendada para apreciar los diferentes enfoques y decisiones de dos directores enfrentados a la misma trama.
Juego Subterráneo
Si hay algo que no es menor en los cuentos de Cortázar es su imaginación y su capacidad de llevar a sus personajes e historias al límite de lo absurdo. Esta película brasileña, del director Roberto Gervitz, está basada en el cuento Manuscrito hallado en un bolsillo. Una película recomendable y un cuento breve que vale la pena conocer.
Diario para un cuento
Jana Bokova, una directora checa que luego de lidiar seis años para conseguir los derechos de autor de Diario para un cuento, lo consiguió y filmó su película en 1998. La pieza de cine se basa en la narración autobiográfica del propio escritor, ambientada en los años cincuenta. Una obra que relata la vida laboral y sentimental de Elías, que es cuestionada por el propio Cortázar, que no deja claro hasta dónde llega la ficción y la realidad.
Mentiras piadosas
Bajo la dirección de Diego Sabanés, la película narra la historia de un joven que viaja a París buscando incursionar como músico en esta ciudad. Pero debido a su falta de noticias y el agravamiento de la salud mental de la madre preocupada por él, la propia familia comienza a inventar cartas y regalos que llegan desde Europa haciéndole creer que su hijo está bien. Una trama que recrea y adapta el cuento La salud de los enfermosde forma muy clara y hace perder al espectador, al igual que el escritor lo hace con el lector, en zonas límites entre la ficción y la realidad.
Furia
Una película francesa, del director Alexandre Aja, llevada al cine en el año 1999, y basada en el cuentoGraffiti. Una trama que relata la historia de amor entre dos jóvenes bajo el régimen militar en Argentina. Un cuento con alto contenido político, que permite al director llevar a la pantalla la vida de los ciudadanos en aquella época en la que sus actos más comunes, incluso el amor, se veían oprimidos.
La cifra impar / Intimidad de los parques / Circe
Como era de esperarse, Cortázar también despertó esta costumbre en su propio país. Directores argentinos, entre ellos Manuel Antín, han llevado a la pantalla más de una de sus obras. Antín, quien también fue amigo del escritor y director asociado por su estética a la nouvelle vague, se caracterizó por la adaptación de tres de sus obras: La cifra impar,adaptación de Cartas a Mamá; Circe, adaptación de “Circe” en Bestiario, e Intimidad de los parques, adaptación de dos cuentos de Final del Juego: “El ídolo de las cícladas” y “Continuidad de los parques”. Sin dudas, tres películas claves para quien quiera conocer más del escritor desde la perspectiva de alguien un poco más próximo a a la intimidad de Cortázar.
La máquina de escribir con la que esculpe Carl Andre
El Museo Reina Sofía acoge Carl Andre: Escultura como lugar, 1958-2010, la primera retrospectiva del artista americano con casi 400 obras entre esculturas y series de poesía visual
Escultor minimalista. Poeta visual. Creador inclasificable. Así es Carl Andre y así se divide la primera retrospectiva que se realiza en España de uno de los artistas del siglo XX que revolucionó la disciplina escultórica y la poesía concreta. Carl Andre: Escultura como lugar, 1958-2010 reúne en el Reina Sofía cerca de 400 piezas realizadas en los últimos 50 años. La muestra, que estará disponible en el Palacio de Velázquez y en el edificio Sabatini hasta el próximo 12 de octubre, fue concebida por la Dia Art Foundation de Nueva York junto al propio artista.
La obra escultórica de Andre es su cara más conocida pero no se puede entender sin su poesía, tan ligada a su obra plástica como sus piezas a su escritura. La antológica está dividida en tres secciones; la escultura (en el Palacio de Velázquez), su poesía visual y sus obras de difícil clasificación como sus postales o la serie Dada Forgeries, expuestas por primera vez en 20 años (ambas en el edificio Sabatini).
La máquina de esculpir de Carl Andre
Poesía libre o collage virtual es la creación poética de Andre. Su primer poema lo escribió a los ocho años, en los 60 creó 1.300 páginas de poemas y en 1975 dijo que su interés en los elementos en la escultura es paralela a su interés en las palabras como partículas del lenguaje. En ese momento no podía construir algunas de sus más radicales esculturas pero la máquina de escribir le aportó la libertad suficiente para ahondar en lo que le interesaba. Así, su madurez poética llegó en 1957 cuando se trasladó a Nueva York. En sus textos visuales crea esculturas con palabras, frases que crean figuras siguiendo tres esquemas que se repiten en todos ellos, la cuadrícula, el listado y la secuencia matemática.
Por otro lado se exponen parte de esas obras que no pertenecen a ningún movimiento artístico, que no se han clasificado por su rareza y extrañeza. Una de esas piezas es Passport, un libro de recuerdos en el que reúne material de su vida diaria, referencias a su trabajo, a sus amigos y a las figuras que admiraba. En esa época le interesaba el debate cultural de modo que mantenía correspondencia a través de postales en las que se muestra la necesidad de compartir del artista.
En Dada Forgeries Andre se vincula al arte de Marcel Duchamp. Son temáticas diversas como la historia del arte, el sexo y la religión. Sobre la primera tratan las piezas Margit Endormie, que viaja por el universo de la mujer de Constantin Brancusi y Balzac, sobre una escultura de Rodin. En cambio The sigh of Inmortality y EC. HO son piezas en las que Jesucristo es el protagonista.
Por su parte, Cask of Meats se trata de un libro de crítica literaria con un agujero en el centro que muestra su actitud en contra de los libros. Esta sección que ocupa el edificio Sabatini se complementa con una serie de fotografías que su amigo Hollis Frampton tomó del artista mientras trabajaba en sus primeras esculturas.
La espada y la palabra. Vida de Valle Inclán
Manuel Alberca
Premio Comillas. Tusquets, 2015. 768 páginas, 25’90€ Ebook: 13’99€
Es cierto que no contaba Valle-Inclán con una biografía a la altura de su leyenda, precisamente porque su leyenda excesiva deformaba los contornos rigurosamente fácticos de su vida. La culpa de esta carencia hay que atribuírsela al modelo subjetivo y militante que instituyeron sus primeros biógrafos, de Melchor Fernández Almagro a Ramón Gómez de la Serna, apasionados partidarios del artista y sus máscaras más que del hombre y sus hechos que recogieron sin mucho escrúpulo el más celebrado anecdotario valleinclanesco, tan romántico como dudoso.
Ahora bien, el primer culpable de este desdén por el rigor fue el propio don Ramón, quizá el genio literario más indiscutible de la primera mitad del siglo XX español, quien ejerciendo de tal se entregaba a la mixtificación incontinente y, con aquel ceceo magnético, diseminaba retazos fantasiosos de autobiografía por entrevistas y tertulias en las que reinaba sin discusión. “Cuando está don Ramón en el café, él habla y los demás escuchamos”, consignó un testigo de aquellos años en que el magisterio literario se impartía en los cafés. Valle, a la manera de los dandis de raza, se preocupó de vivir en artista, empezando por la calculada excentricidad de su aspecto, que tan popular lo hizo entre el pueblo de Madrid. Cuando nos acercamos al 80° aniversario de su muerte, el investigador Manuel Alberca ofrece el resultado de una tarea hercúlea: despojar de máscaras al creador del esperpento para fijar el relato contrastado de su paso por el mundo, desde su nacimiento en el seno de una señorial familia gallega en 1866 hasta su amargo fin en los albores del fatídico 1936.
Este colosal trabajo ha merecido el Premio Comillas, pero en nuestra modesta opinión no creemos que este libro, con ser grueso, agote la figura de Valle-Inclán. Tampoco lo ha pretendido, y lo justo es juzgar las obras por el grado de aproximación a su propósito declarado, que en este caso se ha limitado a documentar una vida, soslayando el juicio sobre su obra y aun la influencia recíproca de la una en la otra. En la presentación se disculpa Alberca de antemano por incurrir en eventuales interpretaciones más allá de la constancia de los hechos: pues bien, a este lector le hubiera gustado que el autor interpretase más, mucho más. La biografía de Alberca avanza sobre la pauta obsesiva del dato fidedigno y olvida quizá que un escritor está en su creación tanto o más que en sus amores, infortunios, desafíos políticos o quiebras financieras. Agradecemos las exhaustivas relaciones de liquidaciones editoriales, porque revelan un tren de vida acomodado que desmiente la fama de bohemio con que Valle gustaba de adornarse; pero echamos de menos una indagación más audaz en el proceso psicológico de su maduración artística. Por ejemplo, cómo el primer exponente de la prosa modernista termina alumbrando preceptivas tan insólitas como las de Luces de bohemia o Tirano Banderas. Quizá sea posible hallar un virtuoso término medio (el Belmonte de Nogales, vaya) entre el método vibrante pero novelero de un Stefan Zweig y este contemporáneo prurito de sabueso del dato, que sacrifica toda amena teatralización o conjetura pertinente en el altar de la historiografía científica, si vale el oxímoron. La prosa funcional, correcta, tampoco concede mayores expansiones.
Dicho lo menos bueno, digamos ya que la obra de Alberca acumula méritos ingentes. Quedará por ejemplo como la aclaración definitiva de la paradoja ideológica valleinclanesca: cómo una literatura tan vanguardista pudo ser hecha por alguien que abrigó toda su vida un pensamiento ultramontano, orgullosamente reaccionario. De tal forma que sus admiradores literarios se empeñaban en disculpar su carlismo como una extravagancia estética más de don Ramón, en tanto que los tradicionalistas más ortodoxos desconfiaban de su compromiso con la Causa a la vista de la propensión escatológica que denotan sus obras. Y sin embargo los hechos son tozudos e infinitos los testimonios que certifican una inclinación natural al tradicionalismo, la fe inquebrantable en la raza de los pueblos como medida de su destino, la añoranza del señorío de raíz feudal y el convencimiento de sus virtudes sociales, el odio insuperable al gregarismo y la mesocracia o la admiración por la figura del caudillo providencial, incluido Mussolini. El aristocratismo estructural de Valle sirve no solo para cimentar su credo esteticista, que le enfrentó con empresarios de teatro deseosos de códigos más comerciales, sino también para decodificar muchas de sus contradicciones políticas: carlista a fuer de español pero aliadófilo a fuer de católico; defensor del régimen mexicano frente a los terratenientes españoles por pura venalidad (el gobierno revolucionario le pagó su gira americana); partidario de las dictaduras pero crítico con Miguel Primo de Rivera; monárquico de siempre pero comprometido en 1931 con la República como antialfonsino notorio.
Alberca esclarece también hasta sus últimos detalles la noche patética en que perdió el brazo a consecuencia de una chusca reyerta con el periodista Manuel Bueno, que en el Café de la Montaña (lo que hoy es la tienda de Apple de la Puerta del Sol) le partió el cúbito y el radio de un bastonazo que al principio no reveló su gravedad, y que cuando lo hizo ya era tarde. No hubo en el lance la gloria del duelista que posteriormente Valle quiso vender, a veces en presencia de algún testigo presencial del triste suceso como Benavente, que se veía obligado a intervenir: “Ramón, Ramón, que no fue en Lepanto”. La amputación de un brazo a los 30 años, lejos de otorgarle un aura de malditismo byroniano, sumió a Valle en una depresión nada glamurosa de la que le costó salir. Lo hizo merced a su estoicismo proverbial y a un coraje ciertamente extraordinario, que le enseñó a valerse por sí solo el resto de su vida, a consolidar la disciplina necesaria para componer sus grandes obras y a fundar con la actriz Josefina Blanco una familia numerosa. De igual modo, la experiencia de la guerra en las trincheras de Verdún, adonde acudió invitado por el ejército francés, matizó decisivamente aquel ideal caballeresco que le hizo comenzar su discurso ante los cadetes hispanos de West Point proclamando: “Yo amo la guerra”. El hombre Valle-Inclán, pendenciero y temperamental, generoso y digno, también cedió al compadreo como cualquier escritor de nuestros días. Pujó por un momio (y lo consiguió) ante el poder público, lo mismo monárquico que republicano. Fue en las listas de Lerroux pero apenas le votaron por despreciar la servidumbre de la campaña electoral. Era capaz de hacer declaraciones como esta: “La política es un pestífero lamedal, y yo no me deshonro limpiándole las botas a un personajillo mastuerzo a fin de que me conceda su protección”, y al mes siguiente suplicar un favor. El hombre Valle-Inclán era, en suma, un hombre. Por eso agradecemos que, además, escribiera como escribió.
RECITAL POESÍA KALATHOS EDITORIAL
Actualizado el domingo · Tomadas en KALATHOS EDITORIAL EN EL FESTIVAL DE LECTURA CHACAO
RECITAL DE LA COLECCIÓN POESÍA DE KALATHOS EDITORIAL
Festival de la Lectura Chacao 2015
Edda Armas (Sin negativo ni estaciones)
Octavio Armand (Clinamen) en voz de Franklin Hurtado
Carmelo Chillida (Desde el balcón)
Rodolfo Häsler (Diario de la urraca) en voz de José Delpino
Rafael Castillo Zapata (Árbol que crece torcido)
María Antonieta Flores (Temples) en voz de Oriette D’Angelo
Moderador: Graciela Yáñez Vicentini
https://www.facebook.com/chelayv/media_set?set=a.10153313794564559.1073741834.744619558&type=1
Firma de «Árbol que crece torcido» con RAFAEL CASTILLO ZAPATA
https://www.facebook.com/chelayv/media_set?set=a.10153315903854559.1073741835.744619558&type=1
Orson Welles, a los 100
Creador de talento colosal, indómito y magnánimo, Orson Welles (1915-1985) sigue representando, treinta años después de su muerte, el misterio del artista incomprendido y la encarnación del genio cinematográfico. El 6 de mayo se cumple el centenario de su nacimiento en Kenosha (Wisconsin), y a finales de este año verá la luz su filme testamentario, The Other Side of the Wind, sobre un director interpretado por John Huston. De todo ello escribe en estas páginas uno de los máximos expertos en Welles, el historiador cinematográfico Jonathan Rosenbaum, quien traza el lugar que ocupa el autor de Ciudadano Kane como un cineasta independiente. Al tiempo, analizamos los diez hitos de su filmografía, la profunda relación que el artista estadounidense mantuvo con España de la mano de Carlos F. Heredero e Ignacio García May desglosa su fuerte y casi obsesiva vertiente teatral. Además, destacados cineastas españoles -Urbizu, Armendáriz, Rosales, Rebollo, Amadeo, Aguilera y Siminiani-, escriben sobre su legado y sobre la enorme influencia que imprimió en su cine.
Graciela Yáñez Vicentini con José Delpino y 3 personas más en KALATHOS EDITORIAL EN EL FESTIVAL DE LECTURA CHACAO