Jürgen Mahnert-Lueg
Nací en 1942 en la región alemana de Ruhr, siendo el tercero de los cuatro hijos de mi madre, Leni Mahnert-Lueg, que en su juventud estudiara Historia del Arte, y de mi padre Dr. Paul Mahnert, quien fuera profundamente marcado por el estudio de las ciencias naturales y de la filosofía, que dejó, más por deber que por gusto, para dedicarse a la economía durante la guerra y en los años de reconstrucción de la post-guerra. Crecí en medio de mi familia, con nuestro padre como modelo. Su muerte, en 1956, me obligó a buscar mi propio camino sin guía, como tantos jóvenes de mi generación, entre la predestinación y el deseo.
En la escuela, en el liceo y posteriormente durante mis estudios de economía, la cámara fotográfica ha sido fiel compañera, una especie de “tercer ojo” que compensaba mis actividades profesionales de empresario y de editor. La fotografía me ha igualmente permitido profundizar mis viajes de negocios o de aventuras a través de las tierras y los mares, así como elaborar mis vivencias.
Desde mi adolescencia, realicé pequeñas compilaciones destinadas a mi familia y mis amigos, que unen el texto a imágenes fotográficas. Mi tesis de fin de estudios, “la vida de los pescadores de Guilvinec”, texto e imágenes de mi autoría, fue decisivo para mis futuras actividades de comerciante de sombras, que me han llevado a editar libros para niños, libros de fotografías, de arte y de caricaturas, y, posteriormente , a publicar mis propios trabajos fotográficos y mis ediciones. Mis amigos me animaron a dar un nuevo paso, exponiendo mis fotografías, lo que hoy les agradezco.
Mi sed de conocimiento y mi actitud de búsqueda me han conducido a profundizar las religiones y la visión del mundo de los diferentes pueblos, que han transformado la mía, haciéndola más simple y capaz de concentrarse en la solidaria comunidad de las criaturas y la creación, penetrando los arcanos que la rigen.
Quiero dar las gracias a mi compañera y a mis hijos por su colaboración, su paciencia y su estímulo, que me ha ayudado a superar las etapas de mi itinerario y de mi búsqueda. Concluiré citando a Christian Eclimont: “Durante los trabajos, la vida sigue”.