La escritora colombiana Irene Vasco, autora de libros para niños, niñas y jóvenes, estuvo en la comunidad de Membrillal compartiendo dos de sus más célebres obras: Conjuros y Sortilegios y Mambrú Perdió la Guerra, con niños y niñas pertenecientes al cabildo indígena de Membrillal.
La escritora hizo su intervención en el Hogar Infantil La Abejita, estableciendo un paralelo positivo para que las niñas y los niños logren interesarse por la lectura y escritura como bases fundamentales para el desarrollo intelectual y profesional de las personas.
Irene, al finalizar la lectura de sus cuentos, invitó a los niños y las niñas a dibujar su cuento favorito o uno creado por ellos mismos. Con cordones de lana, lápices de colores y hojas blancas, los niños y las niñas empezaron a crear otros mundos. Entre los cuentos que más sorprendió a la escritora fue el de ‘Delfines y Hadas’ el cual fue creado por una niña de ocho años, quien imaginó que los delfines cuando salen del agua y llegan al bosque se convierten en hadas. También contaron cuentos de animales y paisajes.
Alberto Montt Con mucho interés se mostraron las niñas y los niños participantes en el taller desarrollado por el ilustrador ecuatoriano, Alberto Montt, en el marco del Hay Festivalito Comunitario, iniciativa liderada por la Fundación Plan y Hay Festival.
El artista compartió con las niñas y los niños de la comunidad de Nelson Mandela, en la Universidad de Bellas Artes de Cartagena, parte de sus dibujos con los que ha ambientado muchos cuentos y obras de carácter publicitario.
Empezó su charla mostrándoles a los niños y las niñas la manera como logró amenorarse de lo que hace: dibujar; y llegar al punto de convertir su trabajo en su hobby favorito. El interés del público no se hizo esperar, pues muchos de los asistentes hicieron sus aportes ante una puesta gráfica llena de historias ilustradas que le han dado la vuelta al mundo, cuyo autor ha sido el ecuatoriano.
“Me llamó mucho la atención estar en este taller porque no estoy acostumbrado a trabajar con niños tan jóvenes. Estaba muy preocupado porque pensé que se iban a cansar, pero me di cuenta de que estaban muy atentos y al final su interés se vio reflejado en la cantidad de preguntas que me hicieron sobre lo que presenté en la charla”, aseguró el ilustrador.
Así mismo agregó “Yo me veo un poco reflejado en esta situación porque recuerdo que cuando niño fui influenciado por imágenes y personajes que lograron moldear lo que hoy realizo, acompañado del impulso que me dio mi padre. Creo que estos niños también se han dejado influenciar por este tipo de propuestas”.
Fuente: Comunicaciones Fundación Plan. |