El autor zamorano José C.Vales, gandor del 71 Premio Nadal de Ediciones Destino con la novela ‘Cabaret Biarritz’ —presentada con el seudónimo Gavroche y el falso título ‘Las noches de Lili Q.’—, ha explicado este martes: «Mis personajes son una pandilla de embusteros».
En rueda de prensa tras la tradicional velada literaria en el Hotel Palace de Barcelona, el autor ha explicado que el objetivo de este premio, dotado con 18.000 euros, siempre ha sido «despertar a los novelistas dormidos», parafraseando al periodista Ignacio Agustí.
«Yo soy uno de ésos», ha dicho el autor, que gracias a su tenacidad insistió en la escritura de su novela y lo ha logrado, aunque no exento de nervios, ha reconocido.
Su historia está protagonizada por Georges Miet, un periodista que investiga el hallazgo ficticio en 1925 del cuerpo de una chica muerta —que precederá una serie de hallazgos—, y que está poblada de estos personajes que van contando su versión de la historia formando un gran cabaret: «En realidad son números de cabaret: está la equilibrista, el cuadro dramático…».
Ha advertido de que la mayoría de personajes mienten, pero que «en cualquier caso el lector sabe lo que ocurre», ha dicho, contento de afirmar que en literatura lo que más importa es la creación de atmósferas.
«Naturalmente, hay champán, pastillas de cocaína, princesas rusas exiliadas y amantes desesperados», así como chicas ‘flappers’ que se divierten y hacen números sensacionales ha dicho en relación a estas mujeres que en los años 20 llevaban faldas cortas, fumaban, conducían y llevaban mucho maquillaje.
Además, ha asegurado que los personajes de su obra, especialmente las ‘flappers’ fueron chicas «valientes, que aprecian todo su valor, la libertad y la pasión».
Pese a que la novela es una investigación, ha asegurado que el lector se sentirá más atraído por las historias de los personajes y los números cabareteros que en la resolución de los crímenes.
«He procurado que tenga sentido del humor», ha añadido Vales, que ha destacado que, aunque la estructura novelística es compleja, se puede leer fácilmente.
Está diseñada de manera que «el único que conoce lo que sucede verdaderamente es el lector», porque todos los personajes mienten e intentan convencer al entrevistador para que compre su historia.
Una idea de dickens
Tras recibir el premio, ha explicado: «Es una simple pero honesta idea que saqué de un cuento de Dickens, donde ofrecía a una serie de personas un banquete y una historia, eso es todo».
El miembro del jurado Lorenzo Silva ha añadido que esta novela habla de personajes ficticios, aunque con el «peso enorme de la atmósfera de un tiempo y un lugar: la ciudad balnearia de Biarritz».
Ha dicho que sus personajes son variopintos, con dos dimensiones contrapuestas de la alta sociedad y el mundo de los buscavidas, dos mundos que están comunicados y tienen una relación fluida: «Hay un montón de mentirosos pero también gente que dice verdades».
La historia arranca con unas muertes misteriosas y un suicidio aparentemente relacionado con ellas; y el libro está construido como la investigación de un periodista a partir de las entrevistas con los personajes: su carácter polifónico siembra numerosos narradores.
«Son voces distintas tamizadas por un mismo recopilador», ha dicho Silva, que ha añadido que la obra está llena de humor, con toques del primer Eduardo Mendoza, como el que escribió ‘La verdad sobre el caso Savolta’.
«Al final es una sinfonía bufa que tiene un director que va recopilando esas voces», ha dicho Silva, más allá de la importancia de quién es el culpable.
Fuente: http://www.20minutos.es
EUROPA PRESS.
