BBC Mundo. Para muchos, es el escritor cubano vivo más importante, el más vendido. Sus libros son un suceso nacional. Leonardo Padura sigue viviendo en Cuba a pesar de ser un crítico del gobierno de la isla.
De hecho, Leonardo Padura sigue viviendo en la misma casa donde nació en 1955 -tres años antes del triunfo de la Revolución Cubana- en el barrio habanero de Mantilla.
El escritor y periodista, autor entre otras de la serie de novelas policiales protagonizadas por el detective Mario Conde y de la aplaudida «El hombre que amaba a los perros», estuvo de visita en Londres, donde conversó con la BBC.
Hijo de padre masón y madre católica, Padura dice que ambas enseñanzas fueron muy importantes para él. «Con ellas aprendí algunos de los principios éticos que me han guiado en mi vida».
-¿Cómo la revolución afectó su familia?
Padura sigue viviendo en la misma casa habanera donde nació en 1955.
La afectó de muchas formas. Mi padre era propietario de un pequeño comercio que pudo vender en el año 1959. De esa posición de una pequeñísima burguesía media pasamos a ser absolutamente proletarios. Mi padre siguió siendo masón y eso era algo no bien visto, igual que la religión. Y marcó a mi familia sobre todo con el drama del exilio.
Mi familia, sobre todo paterna, comenzó rápidamente a emigrar de Cuba, pero mi padre decidió permanecer en Cuba y a mí, que estaba haciendo mi carrera universitaria por allá en los años 70, me pareció lo más normal del mundo seguir viviendo y trabajando en Cuba, sin que eso significara -para nada- un trauma.
-¿Y cómo se hizo escritor?
En la época en que estaba en la universidad (estudiando Literatura en la Universidad de La Habana) comencé a escribir pequeños cuentos, con un espíritu muy de competencia. Había otros compañeros que escribían y yo decidí que si ellos escribían, por qué no iba yo a escribir. De esa manera me fui enganchando.
Escribí crítica literaria en algunas revistas, después empecé a trabajar en una publicación cultural que llegó a ser muy importante en su momento: El Caimán Barbudo. De ahí empecé a escribir de una manera más consciente de mi trabajo literario, aunque no de manera profesional. Y fue una época muy intensa, que recuerdo además con mucho agrado porque fue una época de grandes descubrimientos para mí, que me prepararon para escribir.
-Pero, ese tiempo en que estudiaba, los años 70, fue probablemente la época más difícil para los escritores cubanos, para los artistas en general. ¿Cómo experimentó eso siendo estudiante?
Cuando estábamos estudiando en la universidad se vivía una época de gran represión cultural en Cuba. Había ya nombres que no se mencionaban, definitivamente, no solo de escritores que ya se habían ido de Cuba, como Guillermo Cabrera Infante, por ejemplo, sino de escritores que vivían en Cuba y de los cuales no se hablaba como podía pasar con (José) Lezama Lima o Virgilio Piñera.
Pero no teníamos total conciencia de lo estaba pasando. Sí sabíamos que era una época difícil para nosotros como estudiantes. Estábamos prácticamente -siempre- bajo vigilancia revolucionaria. Hubo compañeros nuestros que, por ser religiosos u homosexuales, tuvieron problemas. Algunos, incluso, fueron expulsados de la universidad.
-¿Cómo influyó su experiencia como periodista en su carrera de escritor?
Me ayudó muchísimo. Yo creo que los seis años que estuve en Juventud Rebelde marcan la distancia entre un escritor que había escrito un libro de cuentos y una novela, un escritor muy aprendiz, a un escritor mucho más dotado de instrumentos profesionales de escritura, el que ya escribe Pasado Perfecto, la primera de la serie de mi personaje de Mario Conde.
-¿Puede hablar un poco de esta serie y qué lo inspiró a escribir sobre Mario Conde? ¿Quién es él? ¿Por qué juega un rol tan importante en su literatura?
A finales de 1989, principios de 1990, empiezo a escribir una novela policíaca. Y este policía investigador tiene un caracter peculiar, en el sentido de que es poco ortodoxo en sus métodos de investigación.
Es un hombre que tiene una serie de conflictos existenciales con respecto a la realidad en la que vive, es un hombre muy representativo de mi generación. Yo concebí este personaje para esa novela y un año después de terminada dije «creo que este personaje sigue vivo» y voy a utilizarlo en cuatro novelas.
Después he escrito varios libros en los que no aparece el personaje de Mario Conde y otros en los que sí aparece.
Entrevista completa en: http://www.bbc.co.uk/mundo/ noticias/2014/04/140404_ cultura_leonardo_padura_msd. shtml