Su trabajo como diseñador lo impulsó a confeccionar joyería
Para Schaix llegar a la independencia como empresario ha sido una labor de dedicación, constancia y oportunidades que no se pueden desaprovechar.
“Yo fui criado por mis abuelos, yo toda mi infancia estuve en una perfumería de lujo. Vivíamos en el sur de Francia, en Cannes, y nosotros ya teníamos una perfumería fuera, atrás y adentro del Hotel Majestic de Cannes”.
Desde su espíritu de empresario, sabía que contaban con una clientela extraordinaria, que iban a esta ciudad a pasar sus vacaciones de invierno y verano en La Costa Azul. Es así como se motivó a estudiar y comprometerse con su profesión como diseñador lo que lo ha llevado a la cima hasta nuestros días.
Siendo adulto y lleno de mucha experiencia en el diseño, encontró una nueva manera de superarse y darse a conocer en su profesión convirtiendo una desgracia en una oportunidad de hacer algo maravilloso y artístico.
“Hace muchos años, tuvimos una importante tormenta en Francia que destruyó muchas selvas, entre eso estaban los prestigiosos árboles del parque y Castillo de Versailles, después de eso el Estado organizó una subasta y yo compre esos troncos y se los confié a los artistas, desde entonces decidí ocuparte de este arte”.
De esta manera, se le vino la idea abrir una galería para agradecer su apoyo abriendo mensualmente una exposición a nombre de cada uno de ellos; al final de 24 meses continuó con su galería para exposiciones y promociones de los artistas.
Esta galería se encuentra exactamente a cien kilómetros de Paris en una hermosa ciudad medieval que se llama Provins y es patrimonio mundial de la UNESCO.
Las joyas son ahora su furor
Infinidades han sido las ventas en el mercado de joyas confeccionadas por el gran diseñador Erik Schaix, las cuales han recorrido la mayor parte del mundo en manos de clientes que viajan hasta Paris sólo para adquirir una pieza única.
Su sueño comenzó desde muy pequeño. Confiesa que desde que tenía nueve años de edad, colecciona piedras preciosas y piedras semipreciosas, pero lo que le permitió darse a conocer fue coser para personalidades representativas de Francia.
“Hace diez años decidí no hacer más desfiles de moda para presentaciones de prensa sino privados. Desde entonces, pude autofinanciar y hacer mi propia y exclusiva joyería. A los meses yo abrí un atelier, donde fabrico y diseño piezas únicas con destellos que sólo pueden lucirse con la selección exacta de piedras preciosas”, explicó.
Recomendó a aquellos que quieren iniciarse en el mundo de la moda, que comience en una empresa o con un grupo. “Deben tener mucho coraje…es muy complicado ser independiente en la actualidad, pero la suerte es para todos”, expresó con gran optimismo.
Invitó a sus seguidores a visitar su página web Erik-Schaix.com o directamente su tienda ubicada en La Concorde, 6 rue Florentin 75001, Paris – France.
