Por Luz Marina Almarza
Noche de pluma, es un poemario exquisito
Noche de pluma, es un poemario exquisito, que casi se lee de una vez; envolvente, dulce, primigenio, de la poeta laureada, Zaraceña, Lila Gómez, igual que la gran poeta y cantante venezolana Rubi Olivo.
Lila Gómez con vocación de poeta, como los grandes poetas nacidos en el llano venezolano, de la talla de Luis Barrios Cruz y otros más; es una poeta autodidacta, ganadora de un premio recientemente: La Explosión Cultural Bicentenaria 2011, sin embargo gran conocedora y lectora vivaz de la métrica y la poesía estrófica tradicional y clásica, de la copla popular, el romance, el soneto, el acróstico y también del verso libre.
Noches de pluma, sale a la luz, pero no por ello deja de ser el de una poeta madura no sólo en años sino en su expresión lírica, verbal. Podemos encontrar en este hermoso poemario incontables ejemplos de ello: adjetivaciones, “cánticos áureos”, aurora celestial”,, imágenes sensoriales:” “ola sonora” , indefinible frío”,;“encendido eco / y apacigua la tempestad como océano seco”.
Algunos poemas, asombran por su brevedad, fuerza y concisión de lo escrito; sin mayores adornos superfluos que lo recarguen demasiado al poema, pero no es debido a una pobreza lingüística, como veremos a grandes rasgos en todo su discurso poético.
Donde notamos un ir y venir de instantes, de la noche a la luz y viceversa: “La sombra que selló su luz primera”. Noches de pluma es un poemario renacentista, con una lira, canta al amor, a la noche, la luz y la vida. Otro ejemplo es el poema Nocturno.
Abre su Noche de Pluma con un poema breve, titulado Íntimo, una especie de ventana o abreboca al lector: «Abro mi verso como un pecho amante/a la plenitud del día”.
El siguiente, Himno a la vida, es un canto, un poema de tono bucólico, nostálgico –y también al amor,- pero que anhela, busca la plenitud celestial, que al final la poeta unir de una vez, en un instante el tiempo presente y futuro, a través del poder de la palabra: “En mi larga metamorfosis enhebro / el presente con el futuro/ y encuentro la palabra perfecta.”
Cierto que esta poeta nos sorprende con su tono grandilocuente, alto, elevado, pleno de interrogaciones y exclamaciones en muchas de sus estrofas: ¡Insistencia del sueño! /¿Podría el sueño descifrar la sinfonía del día,/ si en el manto de la noche hay tristeza/ y en la residencia del alma no hay poesía?.
Algunos elementos recurrentes en el hilo del poema son:, luz, sombra, vida, noche, sueño, que nos recuerda a los románticos alemanes, o al barroco español.
En el poema Confesión, de tono místico religioso, eleva una oración al Creador y a su vez se pregunta inquieta, un tanto desgarrada: «¿Quién soy yo?”.
En los versos del libro la poeta usa el soneto endecasílabo y rima consonante; ejemplos: “Amor incontenido” el terceto, “De amor eterno” “a mi madre”y “Ritmos geométricos” ; no sólo Lila Gómez, como lectora y conocedora de la métrica sino del verso libre que con libertad fragmenta, para darle fuerza y/o jugar con el espacio de la página: “espina/al bajel/de mi /poema”. “Alma ausente”/al /mío/profanas, para mantener la misma cantidad de versos de la estrofa clásica. Usa la estrofa del Acróstico; poemas musicales, como de arrullo a Haidalhiz Padrino: “cantar/amar/suspirar”.
Al final de este poemario Noche de pluma, hay un cambio de estrofas y de tono pues son de corte popular, usa la décima, en homenaje a su terruño llanero.
Ciertamente, que Lila Gómez, con sus poemas, sus estrofas, su libro completo, Noche de Pluma, no deja de sorprendernos gratamente, hasta el aplauso.