En El interior del párpado, primera novela de Rafael-José Díaz, su protagonista nos ofrece un fragmento de autobiografía: el relato de unos cuantos meses de naufragio, la historia de una soledad imprevista, y al mismo tiempo la narración de su combate encarnizado por salir adelante. Encerrado, durante casi toda la novela, entre las cuatro paredes de su piso madrileño –con pocas, pero significativas, escapadas a un afuera que no parece estar ahí sino como contrapartida de la oscuridad–, el narrador-protagonista escribe el relato que leemos, una sucesión de fragmentos sin voluntad de todo, para no torturarse o torturarse de otro modo con los recuerdos de una reciente historia de amor. La paradójica necesidad de no olvidar para poder olvidar se evidencia, por ejemplo, en la obsesión por las fechas, por los restos visibles, por los lugares compartidos, por las posturas practicadas en los actos sexuales. Novela de una sensualidad entreverada de ausencia, El interior del párpado plantea el conflicto radical del protagonista entre el abandono y la recuperación, entre el silencio y las palabras que intentan, al menos por unos instantes, conjurarlo.
La novela ha sido publicada por ATTIKUS EDITORES y está disponible en Amazon en formato libro electrónico: