El Arte de Pensar de la editorial Ediciones B nos presenta los errores de lógica más frecuentes, explicados por el exitoso empresario y escritor suizo Rolf Dobelli. El autor nos ofrece sus ideas bajo una recopilación de los 52 errores de lógica que es mejor que cometan otros. En esta entrega, estudia los errores de lógica mas imprevisibles para descubrir por que sobrevaloramos nuestros propios conocimientos. Los tres más graves, según el autor son el «sesgo de confirmación» o la tendencia a filtrar la información que nos llega para reforzar nuestras teorías, sin tener en cuenta los datos que las contradicen. Otro es «la prueba social» o pensar que algo tiene que ser cierto o correcto solo porque millones de personas lo hacen o lo creen. Y el «sesgo de autoridad» o conceder demasiada credibilidad a los políticos, expertos o presidentes de empresas.
“La estrategia es aprender a pensar por nosotros mismos y evitar los errores de lógica”, concluye el autor, un exitoso inversor que afirma haberse beneficiado en el mundo de los negocios por el conocimiento de estos sesgos. “Podemos confiar en nuestra intuición para las decisiones más sencillas o que hemos tomado muchas veces, pero para todo lo demás debemos recurrir a nuestra lógica”.
El autor ha encontrado 52 errores en una lista que comenzó en 2004 y aún no está completa. Uno de los tantos ejemplos de algunos de los errores que presenta Dobelli en el “Arte de Pensar” es el famoso caso Greenspan, que en la década de los 90 era considerado un gurú sobre política monetaria. Todos cayeron en la “falsa casualidad” o el error de “creer en la cigüeña”, que no es más que confundir la causa con el efecto. Hoy sabemos que la asociación de Estados Unidos y China, que era un productor barato y acreedor de la deuda norteamericana, tuvo un papel mucho más importante en la evolución económica, por lo que Greenspan tuvo suerte de que en esa época la economía funcionara bien, indica el autor. El consejo del autor ante estas situaciones es no dar por sentado que los expertos son todopoderosos y conocen la verdad más absoluta, confiar en nosotros mismos, leer mucho, pensar sin tabúes y ser capaces de preguntarnos el por qué de todo, incluido nuestras propias creencias.
Fuente: María Dávila.