Los melodiosos sonidos soberanos de los maestros del cuatro venezolano trazan el camino del Plan Cuatro Cuerdas Una Patria, a través del cual el Gobierno Bolivariano pretende formar una nueva generación de jóvenes que valoren el tradicional instrumento nacional.
Las manos del profesor Pablo Contramaestre dieron la tonada de inicio del Plan Cuatro Cuerdas Una Patria en el estado Táchira, con la realización este miércoles de un concierto didáctico para niños y niñas del Centro de Educación Inicial Simoncito Carlos Rangel Lamus.
Carlos Tovar, director del MinCultura en la entidad explicó que el año del cuatro arrancó en mayo de 2013 y continuará hasta mayo de 2014, tomando en cuenta que a principios de año se propuso reconocer al tradicional instrumento como Bien de interés cultural.
Tovar informó que con este programa que se desarrollará a nivel nacional se contempla que “los jóvenes y niños puedan ver en la ejecutoria de este instrumento una herramienta extraordinaria de consolidación de su identidad cultural”.
Al son del cambur pintón
Se tiene previsto que de mayo de 2013 a mayo de 2014 se realizarán diferentes actividades con el fin de promover su difusión; además de visibilizar a los grandes maestros, para que así, al ritmo de los sonidos del cambur pintón, los niños y niñas venezolanos puedan conocer mejor de este instrumento que hoy más que nunca suena a Soberanía.
El profesor Pablo Contramaestre, encabezará en diferentes puntos del estado Táchira presentaciones y conciertos de corte didáctico para niños, niñas, jóvenes y en comunidades, con el objetivo de expandir los sonidos del cuatro por las montañas andinas.
“El cuatro es nuestro” afirma este cultor de más de 30 años de experiencia en la música tachirense. Para Contramaestre, son grandes las expectativas sobre este programa nacional, exaltando lo valioso de permitir a una nueva generación conocer el tradicional sonido venezolano.
“El valor de la solidaridad, de la identidad, además de la confraternidad, esa amistad que une a los niños, estos valores humanos que nosotros tenemos que difundir, por medio de este instrumento y su sonido característico” expresa el músico, mientras afina el cuatro que sostiene en sus manos.
Afinando las cuerdas
Durante los meses anteriores en el estado Táchira se han venido realizando las afinaciones necesarias para el arranque de este prometedor programa; tales como la visita del concertista Stalin Novoa, quien con cuatro en mano llegó desde el estado Portuguesa a impregnar con su talento el espíritu de los jóvenes, niños y niñas de la entidad.
La visita de este reconocido concertista, quien además es Patrimonio vivo de la cultura venezolana, permitió que el movimiento de cuatristas, interpretes y hasta constructores de cuatros tomaran nuevas energías, para impulsar el decreto realizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura de decretar el año 2013 como año nacional del cuatro.
Igualmente, la entrega de mil instrumentos por parte de la Oficina Nacional Antidrogas, en instituciones educativas ha permitido que las manos de una nueva generación de tachirenses palpen la madera, las cuerdas y se familiarice con los sonidos soberanos del cuatro venezolano.
Así como Táchira, la región andina y occidental de Venezuela ha efectuado jornadas de organización en torno a la revitalización del área de luthería, cuando entre el 30 de mayo y el 1 de junio en la población de Bailadores (Mérida) se realizó el Encuentro Constructores del sonido, que congregó a músicos, artesanos y demás constructores de sonidos.
Sonidos de la Patria Buena
Alba Marina Aldana de 5 años formó parte del grupo de 50 niños y niñas que disfrutaron del primer concierto didáctico del Plan Cuatro Cuerdas Una Patria. Ella tuvo la oportunidad de cantar la vaca mariposa y de rasgar las cuerdas, mostrando a sus compañeros que ha venido aprendiendo en su casa la tradición de tocar el instrumento.
Al preguntársele que le gusta de tocar el cuatro, no vacila en responder que “la música”. Sin embargo, también cuenta que “a veces mi mamá me dice que nos pongamos a practicar”.
Alba Marina, es así un reflejo de los cambios que se experimentan en las casas venezolanas de enseñar los niños y niñas, la importancia de las melodías soberanas que guarda la caja armónica de este instrumento.
En este sentido, el director del Gabinete de Cultura Táchira destacó el reto que asume el MinCultura, ante el desafío de consolidar la independencia, tomando como base el rescate del acervo cultural venezolano.
“Hoy, frente a un mundo globalizado, tenemos que responder con toda la fuerza, referenciando a nuestro pueblo, poniéndolo en la perspectiva de reconocerse como productor de cultura y generador de valores”.
Fuente: Larissa Chacón.