“Aunque en Europa se practica mucho y en Suramérica solo algunos saben que es levantamiento de potencia, lo que pueden observar los espectadores colombianos en Cali, desde los Juegos Mundiales es una grandiosa oportunidad para ganar adeptos y mayor conocimiento en esta sección del continente”, así lo manifestó Claudia Nagata jueza oficial de Brasil minutos antes de hacer parte de la tripleta de juzgamiento con que se abrió esta disciplina en el coliseo del barrio Mariano Ramos, el cual tuvo aforo total en esta primera jornada.
Indicó que lo que acontece en Santiago de Cali durante estos días gracias al certamen mundialista es de gran importancia para América del Sur, especialmente para este país sede por cuanto carecía desde hace algún tiempo de federación en este deporte. Con este campeonato se comienza una nueva oportunidad para revitalizar la práctica y la dirigencia de esta disciplina deportiva.
“Otro aspecto de mucho valor, es que si bien en Colombia no hay árbitros internacionales, sino nacionales, las justas mundialistas permitirán un crecimiento en esta área, lo que a su vez aumentará la creación de clubes y la incorporación de más personas en la práctica e incluso el juzgamiento”, anotó.
De igual manera, la señora Nagata quien nació en Sao Pablo y practicó esta disciplina, obteniendo títulos y e importantes puestos en suramericanos y panamericanos en banca entre 1996 y 1999 desmitificó que esta disciplina no se deba practicar desde la niñez, pues se empieza con poco peso, no tiene “explosión” y es muy seguro si se tiene un buen entrenador; lo que a su vez conlleva a que los músculos, los huesos y las articulaciones sean más fuertes.
Enfatizó que todos los deportes le hacen bien al sano desarrollo de los niños, pues se alejan de las drogas, la violencia y la delincuencia. Además expresó que la estatura de un menor se determina por la de sus padres e incluso sus abuelos, la alimentación y factores del medio ambiente, incluso.
Sobre la impresión que le ha dado su permanencia en la Sucursal del Cielo, la jueza brasilera reconoció que las personas son muy amables y hay mucho calor humano, la ciudad es muy bella, con construcciones muy bonitas. En cuanto a la gastronomía caleña, señaló que hasta ahora se deleitó con un cholado de frutas y leche condensada, algo que saboreó “moito gostoso”, concluyó.