Al calor de los aplausos y la euforia de cientos de muchachas, Banny Kosta aparece en escena vestido con una gorra blanca, tenis, “jines” y una guardacamisa ajustada, de la cual se despojara a mitad de la presentación para dejar ver su cuerpo atlético. El público canta a todo pulmón su repertorio, sin embargo, el clímax del concierto llega cuando se escuchan los primeros acordes de “Amar a dos mujeres”. Banny es en la actualidad el cantante de salsa romántica más importante del país. Sus canciones se dieron a conocer de manera underground, a través de DJ`s en las fiestas Matiné, los vendedores de discos piratas, y las descargas en internet, dos de los mecanismos de difusión que han sustituido las instancias formales de promoción para aquellos artistas que no pueden acceder a las compañías discográficas.
Hoy en día – en casi todos los casos – el propio cantante financia su grabación y luego trata de distribuirla con alguna disquera. Para Banny kosta, quien posee un talento extraordinario, ya que además de cantar, es arreglista, compositor y músico ejecutante en sus temas, la prioridad no era firmar con una compañía, sino darse a conocer en los Shows. No obstante se las jugó muy bien al poner a rodar su música entre los “quemaitos” pues de inmediato se ubico en el “record repord” y fue invitado a varios programas de televisión. Pero todavía es una estrella en ciernes y él lo sabe, necesita sonar fuera del circuito de salsa de matiné y cruzar la frontera hacia nuevos mercados donde ya está siendo reclamado.
Banny habla con fe y confianza de su potencial artístico, es humilde en sus apreciaciones, pero esta consciente de su éxito. Su comportamiento en la tarima ha generado polémica, pues a muchos salseros no les gusta que se quite la camisa, lo perciben como un gesto de fanfarronería, que sin embargo gusta a las chicas, entre las cuales reside el grueso de su público. También se dice que ha generado conflictos con otros artistas del genero, y aunque no es pila de agua bendita para algunos locutores, managers y gente del medio, Banny se relaja – tal vez demasiado – confiado en el apoyo de sus fans y en el mercado que lo consagro como ídolo de una multitud de la cual él es su mejor interlocutor. Venezuela tiene diferentes caras y realidades, existen muchos países dentro del país, muchas ciudades dentro de la ciudad, Banny le canta a una de esas caras de la moneda.
Los arreglos de sus temas son atractivos, en algunos casos fusiona eficazmente el pop, el rap y la salsa. Sus canciones tienen un imaginario preciso, quizás por motivación propia explora – de manera reflexiva – una temática que le es común a la mayoría de los hombres latinoamericanos, los amores furtivos y la infidelidad. En una de sus piezas Banny pregunta, ¿dime quien no ha tenido una doble vida? y en otra dice sin complejos que amar a dos mujeres a la vez tiene nada de extraño.
Recientemente ha recibido el apoyo de discos Velvet y la distribuidora CD DVD música, para que su trabajo llegue a las disco tiendas. Ese CD que pronto saldrá a la venta es un compilado con piezas nuevas y remezclas de aquellas que el público ya ha apoyado. Es un trabajo interesante, probablemente en unos años será un clásico de la salsa romantica, vale la pena tenerlo en casa.