En Australia me siento en casa, pero en Colombia estoy en casa
Por: Jorge Consuegra (Libros y Letras)
Fotografía . Caracol Radio
Encarna, sin lugar a dudas, la dulzura del abuelo, el buen amigo, ese cómplice silencioso vestido de cualquier modo y siempre coronado con una ajada cachucha que no deja por nada del mundo. Tiene la ternura a flor de piel y cuando lee los poemas de sus entrañables amigos, su voz es más que un simple arrullo, por eso pasan y pasan las horas oyéndolo sin parar, refiriéndose a la vida, a los libros, a los abrazos, a la esperanza.
A pesar de los años, “Joe” Broderick se mantiene como de treinta o cuarenta años, pues es de una enorme vitalidad y aunque siempre le ceden el andén para que pase, él, al contrario, se baja y sigue caminando, siempre erguido, feliz, afable y con una eterna sonrisa en sus labios ¡Ah! Y siempre con un par de libros a los que acaricia como si tuvieran vida…
Ahora ha vuelto a reeditar la más hermosa biografía sobre Camilo Torres Restrepo “El cura guerrillero” y de nuevo se ha sentido feliz ¡Absolutamente feliz! Como si ésta hubiera sido la primera edición.
– ¿Qué te ha encantado de Colombia que te anclaste en el país?
– No me he quedado en Colombia por encanto (o encantamiento) precisamente. Sino que he hecho mi vida en Colombia, día a día, mes tras mes, año tras año, durante más de cuatro décadas ya. De modo que Colombia se ha convertido en mi país. Yo digo que en Australia me siento en casa; pero en Colombia estoy en casa. Pues aquí he hecho mi casa en todos los sentidos. Incluso físicamente. A finales de los años setenta, construí una cabaña en las montañas deLa Calera, donde Maria Emilia (manizaleña) y yo criamos a nuestros dos hijos. Y aquí he hecho grandes amistades, he trabajado, he amado, he gozado, y he escrito mis libros, y todo lo demás. Así que de verdad estoy, como usted dice, “anclado” en el país.
– ¿Qué te anima de Colombia?
– Es fácil hablar de lo que me anima. Mi ánimo se debe a todo lo que acabo de contar en la pregunta anterior: es decir, el amor, la familia, los amigos, el trabajo creativo que he podido realizar aquí, y quién sabe si hubiera podido hacerlo si no hubiera tenido el estímulo de los colombianos. Lo que me desanima, por supuesto, es la injusticia, la inequidad, la violencia, la polarización e intolerancia, la exclusión de las mayorías. Todos esos males que parecen endémicos. ¿Quién sabe si algún día se superarán?
– ¿Qué fue el primer libro que publicaste en el país?
– Camilo, el cura guerrillero, la biografía de Camilo Torres Restrepo, que se ha editado muchas veces. La nueva edición, la octava, publicada por Icono Editorial acaba de entrar en circulación.
– ¿Qué traducciones has hecho?
– He hecho docenas de traducciones del inglés al castellano y viceversa. Pero tal vez las que más me han producido satisfacción son las versiones en castellano que he hecho de obras literarias y de teatro: por ejemplo, el “Hamlet” de William Shakespeare que se estrenó en el Festival Iberoamericano de Teatro en Bogotá en el 2006 con un magnífico elenco de actores colombianos. Para la editorial Panamericana hizo una traducción al castellano de Song of Myself de Walt Whitman con el título Canción de mí mismo. He publicado también una antología de poemas de Seamus Heaney, poeta irlandés, Premio Nobel en 1995; y un libro de cuentos de Samuel Beckett con el título Primer amor y otros cuentos. He traducido igualmente la comedia romántica As You Like It (Como gustéis) de William Shakespeare para el director de teatro Pedro Salazar, y para el grupo de teatro El anhelo del Salmón estoy terminando la traducción de otra obra de Shakespeare, una de sus mejores pero menos conocidas, Measure for Measure (Medida por medida). Espero que ambas obras sean montadas en escena prontamente en Bogotá. Para el Teatro Nacional he traducido obras de Harold Pinter, David Mamet, Patrick Marber y otros grandes dramaturgos contemporáneos, incluyendo el autor escocés David Harrower cuya obra “Blackbird” fue montada y estrenada en el Festival Iberoamericano el año pasado.
– ¿Por qué decidiste hace tantos años en escribir un libro sobre Camilo?
– La biografía de Camilo fue un encargo de la editorial estadounidense Doubleday de Nueva York. Camilo, a partir del momento de su muerte en la guerrilla, se había convertido en un personaje universal, un ejemplo de heroísmo y sacrificio por la causa de los oprimidos. Y como tal, inspiraba a cristianos de izquierda en el mundo entero. La casa Doubleday me seleccionó como autor tal vez por el hecho de que estaba viviendo en Colombia y tenía acceso a las fuentes para poder documentarme sobre aquella vida. Y también por mi identificación con el personaje, ya que yo también fui sacerdote católico y también creía en la posibilidad de la revolución.
– ¿Qué fue lo más sorprendente de haber publicado este libro?
– Tal vez no esperaba que fuera a durar tanto tiempo, ni que fuera a tener tantas ediciones a lo largo de 40 años. Eso me sorprende gratamente. Tan gratamente como el hecho de estar vivo aún para disfrutar de la satisfacción de saber que nuevos lectores van a conocer mi versión de la vida de Camilo y todo su entorno, y enterarse de las emociones de su época, esos inolvidables tiempos de efervescencia revolucionaria de los años 60.
– ¿Por qué crees que el libro se mantiene vigente?
– Creo que es por lo mismo: que la gente joven de hoy quiere entender cómo fue aquella época de exaltación y agitación universal cuando todos creíamos que en cualquier momento empezaríamos a vivir la utopía de una sociedad justa e igualitaria. Y el libro atrae todavía, creo, porque el personaje, o sea Camilo, era un joven romántico y eso me inspiró a escribir su vida como una novela. “Esa vida que el libro cuenta”, escribió Antonio Caballero en su epílogo para una edición anterior del libro, “es una novela cuyo argumento, en su sencillez clásica, la coloca en la categoría de las mejores del género. La historia de un niño de buena familia, de madre bella y padre superado por los acontecimientos, que huye de su casa para meterse de cura y acaba con el pecho partido de un balazo en la guerrilla revolucionaria de una de las más remotas provincias del imperio americano”.
– ¿Qué crees que opinan las nuevas generaciones del «cura guerrillero»?
– La mayoría de los jóvenes de hoy no lo conocen. Esta nueva edición es para ellos. Y si leen el libro, creo que admirarán al cura Camilo, su fidelidad a sus convicciones, su carácter espontáneo y franco, su misma impetuosidad, y tal vez comprenderán su ingenuidad también. Les va a impresionar sobre todo su generosa entrega a la lucha por sus ideales, sin pensar en el riesgo, sin importarle la posibilidad real de perder su vida en el intento de cambiar el mundo. Camilo definitivamente fue una persona carismática y todavía va a servir de inspiración para mucha gente. Ojalá lo conozcan a través de mi biografía que, aunque escrita como novela, cuenta toda la verdad.
– ¿Qué has agregado a esta nueva edición de Icono?
– En un prefacio a esta nueva edición he escrito: “Aquí está (la vida de Camilo), tal como yo la conté hace cuarenta años, con todo el entusiasmo que la causa de Camilo me inspiraba en aquella época cuando Bob Dylan cantaba “los tiempos están cambiando” y creíamos, inocentemente (como el propio Camilo), que la revolución socialista estaba a la vuelta de la esquina. El libro queda como testimonio de ese momento, y por lo tanto no he querido cambiarle ni una palabra”. Ni tampoco agregarle nada. Pues una biografía, por definición, comienza con el nacimiento del personaje biografiado y termina con su muerte.