Los aztecas de México cultivaban esta planta que era muy apreciada por sus cualidades nutritivas. Era tan apreciada que hacían uso de ella en ceremonias religiosas. Se cree que fabricaban ídolos con su harina mezclada con miel y en ocasiones con sangre humana y que ofrecían estos ídolos a los dioses, y como tributo. En la época del emperador Moctezuma, era junto con el huauzontle, el cuarto cultivo en importancia, después del maíz, el frijol y la chía. Cuando los conquistadores españoles del siglo XVI consiguieron dominar el imperio azteca, prohibieron estos rituales y el cultivo del amaranto. En la actualidad la planta continúa cultivándose después de un largo periodo de abandono y es muy apreciada por sus propiedades nutricionales, además posee la particularidad de no contener gluten.
Ingredientes
Tallos de un manojo de pira, Cogollos y hojas de un manojo de pira, 1 manojo de hojas y tallos tiernos picaditos, 2 papas grandes con concha (bien lavadas), 1 ½ cebolla, 1 taza de agua con limón y sal, 4 dientes de ajo, 2 tazas de leche espesa.
Preparación
Poner a hervir las papas en 6 tazas de agua, agregar 1/2 cebolla y el manojo de tallos de pira. Seguidamente, lavar bien los cogollos y las hojas y ponerlos a remojar en una taza de agua con limón y sal. Cuando las papas y los tallos estén blandos licuarlos en el agua en que se hirvieron. Hacer lo mismo con los cogollos y las hojas, en el agua de remojo. Mezclar todo y cocinar por 10 minutos a fuego lento. Aparte, sofreír 4 dientes de ajo con una cebolla y el manojo de hojas y tallos picaditos. Añadir a la sopa y agregarle las dos tazas de leche espesa y sal al gusto.
Fuente: Juan Antonio García Pineda.