La Fundación Teatro Baralt, la Universidad del Zulia, el Instituto de las Artes Escénicas y Musicales IAEM y la Fundación Círculo Artístico del estado Zulia, presenta la Inauguración de la Exposición “Realidades” II Colectiva de Artistas Zulianos homenaje al maestro Gabriel Bracho, este viernes 10 de mayo a las 11 de la mañana en la Sala Baja “Sergio Antillano”, en la celebración del Día Nacional del Artista Plástico, con la participación de los artistas invitados Álvaro Paz, Ángel Peña, Carlos Martínez, Dina Atencio, Douglas Bermúdez, Elvis Rosendo, Francisco Verde, Johan Galué, Luis Bermúdez, Manuel Hernández, Francisco Labarca, Mario colina, Miguel Peña, Serafim Sousa, Nereyda Echeto, Carmen Glenda Urdaneta y Samuel Sánchez.
“Para la Fundación Teatro Baralt (FundaBaralt) es motivo de gran satisfacción presentar en el marco del Día Nacional del Artista Plástico la muestra: Realidades: Homenaje al maestro Gabriel Bracho destacado artista zuliano nacido en los Puertos de Altagracia el 25 de mayo de 1915 y fallecido en Caracas el 6 de marzo de 1995.
Cabe destacar que durante su importante trayectoria artística recibió dos de los reconocimientos más importantes que se otorgan dentro del quehacer artístico cultural como son el Premio Armando Reverón conferido en el año 1986 y el Premio Nacional de Artes Plásticas recibido en el año 1994. Estas distinciones son el resultado de su legado al ser considerado por los estudiosos de su obra, como el Padre del Realismo Social Venezolano, el cual queda bellamente expresado a través de su magnífica obra pictórica y muralística tanto en el ámbito nacional como en el internacional y, en la cual, se destacan los temas de carácter histórico y social; haciendo énfasis en las reivindicaciones laborales y la temática de la explotación petrolera.
En tal sentido, se ha organizado esta exposición bajo la curaduría y museografía de Luis Bermúdez, el cual ha logrado convocar a un grupo de creadores zulianos para rendirle un sentido y caluroso homenaje al maestro Gabriel Bracho ícono de la historia del arte zuliano del siglo XX en los espacios de la Sala Baja “Sergio Antillano” del Teatro Baralt.” (Profa. Lucrecia Arbeláez – Presidenta de la Fundación Teatro Baralt).
Gabriel Bracho
Nace el 25 de mayo de 1915 en los Puertos de Altagracia, estado Zulia. Realiza estudios de dibujo y pintura en el Círculo de Bellas Artes del Zulia, Escuela de Artes Plásticas de Caracas, Escuela de Artes aplicadas de Santiago de Chile y en New York. En Chile, Bolivia y Argentina, primeras exposiciones. Viaja a Europa (París, Italia y Londres donde estudia y expone).
Dentro de sus innumerables exposiciones destacan las nacionales, en el Museo Bellas Artes y la Galería Acquavelle de Caracas, al igual que exposiciones en la ciudad de Barquisimeto, Valencia, Cabimas, Los Puertos de Altagracia y Maracaibo.
En su magistral ejecución en la plástica, inicia por encargo del estado venezolano la monumental obra vitralística de 234 metros cuadrados para la cúpula del Ministerio de la Defensa, también diversos murales como ¨Boyacᨠen el Palacio de Miraflores, ¨Lino de Clemente y sus tiempos¨ y ¨ Las Profesiones¨ en Caracas y Maracay respectivamente.
En el IPASME, realiza murales de ¨ 70 metros cuadrados, en el Central de Trabajadores de Venezuela (CIV) de 60 metros cuadrados y en la Casa Museo de los Puertos de Altagracia ¨Los Puertos y el Petróleo¨, mural de 120 metros cuadrados.
Pintó el mural ¨Los Puertos Historia y Realidad¨ en la Plaza Miranda de su pueblo. Este mural presenta varias perspectivas para ser vistas desde los diversos ángulos que presenta el muro. Pinta también el mural ¨Miranda, Bolívar y Urdaneta¨ para el comando de las FAC de los Puertos de Altagracia. En la Casa del Dr. Guido Puche Nava creó una caja plástica de unos 40 metros cuadrados. En esta caja o aposento pictórico dispone de espejos que reflejan tanto las paredes pintadas como el Sol de Maracaibo que se encuentra pintado en el piso. Asimismo dibuja ilustraciones para La Edad de Oro de José Martí y varios libros para niños.
Recibe invitaciones de la Unión de Pintores Soviéticos y viaja para la Unión Soviética, a Chile para dictar conferencias y a Hungría como invitado del Consejo Húngaro de la Paz.
Se paseó por la vitrina internacional, exponiendo sus obras en Palacio de Bellas Artes de México, en las salas de la Unión de Pintores de Sofía en Bulgaria y en los salones de exposición de la Unión de Artistas Plásticos de Moscú y la República Democrática Alemana, ADA; en el Centro Internacional de Prensa de Chile. También realizó exposiciones en Varsovia, Polonia.
Ha recibido diversas distinciones como el conferimiento del título de “Hijo ilustre de los Puertos de Altagracia, su pueblo natal, Primer Premio del Salón D Empaire (Maracaibo),
Primer Premio ¨Julio T. Arce¨ de Barquisimeto, Orden 27 de Junio por sus 30 años de labor docente, Premio Nacional de Artes Plásticas, Primer Premio de la Segunda Trienal de Pintura Realista en Sofía Bulgaria, condecoración Cruz de las Fuerzas Armadas y condecoración Sol de Maracaibo.
El 6 de marzo de 1995 fallece en la Clínica Sanatrix a causa del cáncer contra el cual luchó durante diecisiete años. Hasta el mismo día de su muerte dirigió desde su lecho de enfermo a su esposa, a uno de sus alumnos predilectos y a sus hijos para que no se dejara de realizar la Muestra de Arte Latinoamericano en su Casa Museo de los Puertos de Altagracia.
Gabriel Bracho: Los murales del cielo
“Gracitano trotamundo, lúcido y brillante, don Gabriel Bracho posó su mano izquierda sobre el hombro izquierdo de quien suscribe, el cuatro de noviembre de 1973 día en el que se inauguró el Centro de Arte de Maracaibo “Lía Bermúdez” y entonces instó a una mirada capciosa hacia la cúpula del antiguo mercado, susurrando en ese momento una frase lapidaria: “esta ciudad debería estar llena de vitrales, de murales y de rocolas en los bares, con la música de sus cantores”. A su lado estaba, hermosa siempre, doña Velia Bosh, su esposa, quien asintió con sutileza, diciendo: “Como si le pusieras a la villa, gafas de colores”.
El segundo de los diez hijos de Gabriel y Clorinda, militante político a carta cabal, el pintor de Los Puertos de Altagracia, alumno de Neptalí Rincón en el eximio Círculo Artístico del Zulia, dibujaba con un don exquisito y, cuando marchó a Caracas, en 1935, iluminó las páginas del semanario “Fantoches”, comenzando una trayectoria política indoblegable. Un lustro después continuó con su periplo iniciático dentro de las bellas artes: Chile, Bolivia, Perú, Colombia y México, donde conoció al maestro muralista David Alfaro Siqueiros, una llama que iluminó para siempre su compromiso ético y político con la pintura.
Volvió al país en 1942, comenzando una nueva faceta de su arte: la de educador. Un año más tarde continuó con su bitácora, como poseído por la misma magia con la que el poeta griego, Constantino Cavafis, escribió su gran poema, “Itaca”. Llegó a Nueva York, en 1943, para trabajar en una fábrica de cerámica. En la Escuela Pública de Manhattan hizo un mural que signó su esencia estética. La maleta de don Gabriel no tendría tregua: Chile, Bolivia y Argentina verían sus primeras exposiciones, plenas de energía, con trazos fuertes, cargados de formas comprometidas con la realidad patética que lo rodeaba. Europa sentiría entonces la humildad de sus pasos, la liviana informalidad de su mochila creativa.
Regresó en 1951 y recorrió la patria con sus cuadros. En 1954 ganó el premio del inolvidable Salón D`Empaire. Batallaba contra las corrientes plásticas que imponían el abstraccionismo como tendencia. Por eso, junto con gente comprometida como él, léase Claudio Cedeño o Armando Lira, creó, en Paracotos, el Taller de Defensa del Realismo. Sus diatribas contra la crítica oficial resultaron memorables. Volvió entonces a México, en 1957, para mostrar, con sumo éxito, su trabajo en el Palacio de Bellas Artes. Su compromiso con el realismo socialista era conmovedor.
Y no paró de viajar, de impartir cátedra, de convertir su arte en un asunto de todos y para todos. El seis de marzo de 1995, en Caracas, su corazón dejó de pintar murales, de construir vitrales, de concienciar la vida. Y ahora, en el ilustre Teatro de Teatros, el Teatro Baralt, la fundación que lo dirige dispone esta exposición que honra su enorme contribución al desarrollo del proceso creador. Tiempo necesario para retomar y repensar el oficio del maestro Gabriel, de su técnica y de su moral.
Bracho, en el Baralt, es gregaria fortuna. Por eso resulta tan plausible la presencia de este colectivo de artistas que, como él, avanzan firmes, trazo a trazo, plano por plano, en la gestación de una mirada múltiple, intensiva, comunitaria, hacia ese cielo donde el maestro gracitano, o puertero, como os guste, continúa perfilando hermosos murales y vitrales para que la villa exhiba, infinita, estas imaginarias gafas de colores. ¡Gracias, don Gabriel!” (Alexis Blanco).
Esta exposición reúne importantes artistas locales que gozan de gran prestigio en el mundo de las artes de nuestra ciudad y que se unen en esta oportunidad para rendir homenaje al artista Gabriel Bracho en el Día Nacional del Artista Plástico, la cita es este viernes 10 de mayo a las 11 de la mañana, en la Sala Baja “Sergio Antillano” con entrada gratuita.