Es un poeta, artista visual y editor.
A pesar de que ha escrito poesía desde la década de 1960, su preocupación principal era con la escultura y la pintura hasta la década de 2000 cuando la poesía comenzó a exigir más atención. Sus obras a menudo han incorporado la poesía y las artes visuales, relación que ha dado lugar a una serie de poemas sobre arte y artistas. Su Waiting for the Transport (Kilmog Press, Dunedin) y The Situation & other poems, (Cold Hub Press chapbook), aparecen en 2009.
Roger es el director de Cold Hub Press chapbook, que publica poesía en varios idiomas, entre ellos libros bilingües.
Rafael Ayala Páez:¿Qué es la poesía para Roger Hickin?
Roger Hickin: He olvidado quién fue el que dijo que un poeta es alguien que encuentra más dificultades escribiendo que otras personas. En cualquier caso, escribir poesía, rara vez, me resulta fácil a mí. Es algo que me siento obligado a hacerlo, aunque he trabajado, fundamentalmente, como artista visual en los últimos 30 años. Veo el poema como estructura de palabras y silencios entremedio y más allá de las palabras. Un concepto y una percepción a través del tiempo y del espacio, una forma de esclarecer las cosas. Para mí es un trabajo íntimo que tiene muy poco que ver con una carrera, con una actuación, con el éxito, o con el mercado.
RAP: Desde su punto de vista: ¿qué puede reflejar el poema?
RH: Tal vez también podríamos ver al poeta como un fabricante de espejos que reflejan la vida fragmentaria de su alma y todo lo que la afecta. Si son buenos espejos también revelarán al lector algo de la vida de su propia alma.
RAP: ¿Cómo ve usted el estado de la poesía neozelandesa contemporánea?
RH: Nuestra falta de guerras y revoluciones, ha determinado que gran parte de nuestra poesía sea predominantemente lírica. Ha habido pocos poetas que han sido capaces de emular el compromiso social de nuestro gran poeta James K. Baxter. Muchos de nuestros vates presentan una grave falta de compromiso con una temática definida. Nuestras escuelas de escritura nos entregan cada vez más poetas preparados, elegantemente, para decir cada vez menos, mientras que hay otros poetas, que debido a que no se graduaron en una escuela de escritura determinada, y como no han sido publicados por ninguna editorial universitaria, no reciben el reconocimiento que deberían. Ian Wedde y Cilla McQueen son quizás nuestros mejores poetas vivos – dos poetas que no han tenido necesidad de las escuelas de escritura. Mi propia Cold Press Hub (www.coldhubpress.co.nz) tiende a publicar a poetas impropios para las editoriales universitarias.
RAP: ¿Por qué convertirse en un editor de libros de poesía?
RH: Como artista visual he estado siempre interesado en el diseño de libros. A los 58 años decidí que era hora de hacer algo al respecto. Diseñar textos es una cuestión de colocar formas en el espacio. Las buenas páginas de un libro con título son una forma de arte. Además, me gusta la compañía de los poetas.
RAP: ¿Por favor háblenos un poco sobre su labor como traductor literaria?
RH: Yo no soy ese tipo de animal. Traduzco a Badilla ante la ausencia de traductores alternativos (ver más abajo). Hasta que él llegó yo había traducido sólo para mi propio disfrute. Yo no soy un traductor minuciosamente habilitado, con fluidez bilingüe. Tengo que luchar para encontrar los medios verdaderos para no perderme nada. Pero entonces la atención que esto exige es el único camino, como James Wright dice, para leer a cualquier gran poeta.
RAP: ¿Cree que el trabajo de los traductores a veces se ignora? ¿Qué podemos hacer para cambiar esto?
RH: ¿Deben acaso los traductores ser reconocidos como artistas o intérpretes, por propio derecho, como los concertistas de piano? Probablemente no. Deben ser abordados con cuidado, como los piratas o como los apropiadores que son.
RAP: ¿Qué poetas han incidido en su oficio de poeta? ¿Hay libros de poesía en particular que han tenido una profunda influencia en usted?
RH: En ningún orden en particular y de muchas maneras diferentes: Antonio Machado, Kenneth Rexroth, James K. Baxter, Gary Snyder, Pierre Reverdy, Kenneth White.
Cuando yo tenía nueve o diez años, el libro Versos 1923-1950, de Nueva Zelanda, de Allen Curnow fue una revelación de que la poesía inglesa no se escribía solamente en Inglaterra. En mi desolada adolescencia los dos libros de poesía que más me impresionaron fueron, Las cartas de Pig Island, del poeta neozelandés, James K. Baxter y el País de atrás, de Gary Snyder. Al igual que muchos lectores en los años sesenta, mi introducción a la poesía latinoamericana fue a través de las traducciones de Neruda, hechas por Robert Bly, James Wright y W.S. Merwin. Por un tiempo caí en el hechizo de Bly, esto dio lugar a alguna poesía de «imagen profunda» bastante mala, ahora, afortunadamente, en su mayoría destruida. Shall We Gather at the River, de James Wright, (Nos reuniremos en el río), contiene poemas maravillosos de un alma que se niega a mentirse a sí misma, ellos siguen siendo una piedra angular. En estos días no estoy al tanto, en mi obra, sobre la influencia de ningún escritor en particular, aunque estoy muy consciente del ejemplo establecido por poetas y pintores tales como Machado y Giacometti.
RAP: ¿Cómo describiría su proceso de escritura? ¿Se diferencia de su proceso antes de iniciar una nueva pintura?
RH: Ambas son una cuestión de gestión para salir de un camino propio.
Mi acercamiento a la poesía es a través de collages en los que reúno varios pensamientos e imágenes fragmentarias, figuras en las que luego remuevo la mayor cantidad de material posible. Casi nunca es fácil o de flujo libre. En pintura trato de llegar a la simplicidad convocando la casi-nada a encarnarse el casi-todo. En ambos casos trato de no invadir el espacio de la página o del panel sin una buena razón.
RAP: ¿Cómo describiría su estética poética? ¿Es diferente de su estética en la pintura?.
RH: Tener algo que decir y decirlo de la mejor manera posible. Mi trabajo artístico es tal vez más minimalista, por lo tanto también mi poesía. En última instancia ambos son una cuestión de tratar de mantenerse al margen de manera propia.
Me niego a caer en hablar demasiado acerca de cualquiera de los procesos o de la estética. Quisiera abofetear a los artistas que insisten en hablar de su «práctica artística». ¡Como si alguien le interesara!
RAP: ¿Ha pensado en una convivencia de las dos –pintura y poesía?
RH: A menudo uso textos poéticos en mis cuadros, aunque rara vez los míos. He escrito una serie de poemas sobre artistas. También he ilustrado varios libros de bolsillo, (plaquetas) de Cold Hub Press.
RAP: ¿Un poeta latinoamericano que le haya deslumbrado y qué le gustaría traducir?
RH: Recientemente descubrí al chileno Sergio Badilla Castillo y los poemas sorprendentes y finales del argentino Roberto Juarroz. A diferencia de Badilla, Juarroz huye de la anécdota, pero ambos poetas tienen un ojo puesto en el abismo. Se ha logrado una buena traducción y publicación al inglés de los poemas de Juarroz; de Badilla no. Cold Hub Press ha llevado a cabo un pequeño volumen de Badilla La cabeza de la Medusa, (The Medusa’s head, 2011) y está a punto de salir otro: Sombras y espectros, (Ghosts & Shadows). Por omisión, soy su traductor. Badilla puede ser endemoniadamente difícil de trasladar al inglés. Todavía no estoy seguro si he logrado hacerlo bien.
RAP: Finalmente, ¿en qué proyectos actuales está trabajando?
RH: Como artista estoy entre proyectos. . . es decir, hasta que la única forma de conservar mi cordura es produciendo otro lote de trabajo. Como editor estoy en el proceso de edición de una selección de poemas de otro poeta chileno que admiro, Juan Cameron, titulado: Así perdimos el paraíso, (So we lost paradise) con traducciones, en su mayoría, por la destacada traductora estadounidense, Cola Franzen. (Cold Hub ya ha hecho dos plaquetas de poemas de Cameron. con traducciones de Cola Franzen) Asimismo me voy al Festival de Poesía de Granada, en Nicaragua en febrero de 2013 y voy a llevar los libros de de Cold Hub Press y de varias otras editoriales pequeñas de Nueva Zelanda a la gran Conferencia AWP y Feria del Libro en Boston, en marzo. Como traductor obstinadamente continúo luchando con Badilla. Pronto habrá traducciones suficientes para una selección de poemas en Inglés. De vez en cuando un poema mío se anuncia asimismo…
Somos, como el maravilloso, ya fallecido, Jack Gilbert escribía: «espigadores que llenan / el granero para el invierno que viene».
Fuente: Rafael Ayala.