El 18 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares, una norma que ampara a aquellas personas que buscan un empleo fuera de su país de origen o se encuentran trabajando en tierra extranjera. Diez años después, la Asamblea General fue más lejos ante el tema de los migrantes proclamando el Día Internacional del Migrante, fecha que promueve la conciencia social con respecto a todas aquellas personas en calidad de emigrantes o inmigrantes y sus descendientes en todo el mundo.
Es por ello, que la Fundación Cinemateca Nacional con la colaboración de la Embajada de España y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), como una forma de contribuir en esa labor de concientización de la situación y en procura de una mejor calidad de vida de los migrantes, presentan en su espacio Imperdibles, la muestra La inmigración a través del cine.
Esta muestra comprende la exhibición de 10 producciones, entre cortos y largometrajes de ficción y documental que brindan una mirada a las vidas y situaciones de aquellos que han encontrado un segundo hogar más allá de su región local o nación de origen o que aún se encuentran en esa búsqueda.
Las producciones se proyectan en las salas de la Cinemateca Nacional de Caracas (Celarg y Museo de Bellas Artes) y en la Red de Salas Regionales (en las ciudades de San Felipe, Guanare, Maracaibo, Maracay, Macuto, Cumaná. Calabozo, Valera, Pampatar, San Carlos, San Fernando y Puerto Ayacucho) hasta el 30 de diciembre.
Entre los filmes a disfrutar se encuentran: Laila (España, 1999), dirigido y escrito por Silvia Munt, que retrata la historia de una chica en un campo de refugiados sahauries en Argelia. El largometraje Un franco, 14 pesetas (España, 2006), de Carlos Iglesias, sobre dos españoles que migran a Suiza en la década de los ’60; Por los caminos verdes (Venezuela, 1984), el cual a través de una visión dramática y muy compleja, presenta la inmigración de hombres y mujeres de diversas partes de América Latina, que confluyen en nuestro país en un trabajo que contó con la dirección de Marilda Vera.
También están Nueva Yol (República Dominicana, 1995), con guión y dirección de Ángel Muñiz, y que cuenta las vivencias de Balbuena, quien hipoteca su casa y hace de todo por tratar de reunir el dinero para el viaje; Martin (Hache, España-Argentina, 1997), del realizador Adolfo Aristarain, sobre un hijo que migra a España para vivir con su padre, un director de cine, con quien no mantiene una buena relación. Flores de otro mundo (España, 1999), de Icíar Bollaín, sobre Patricia (una dominicana que busca un hogar y una seguridad económica en una situación de ilegal en Madrid), y Milady, nacida en La Habana, tiene 20 años y el mundo entero por recorrer. Marirrosi, de Bilbao, tiene trabajo, casa y la más completa soledad. Como la soledad que comparte Alfonso, Damian y Carmelo, hombres de Santa Eulalia. Una fiesta de solteros fuerza el encuentro de unas con otros y el inicio de esta historia agridulce.
Por último, encontramos Los venezolanos que vinieron más allá de nuestras fronteras: italianos, portugueses y españoles (Lissette Vidal, Venezuela, 2001), una serie de tres documentales que nos presentan la integración de estas comunidades a la vida venezolana durante el siglo XX. El tren de la memoria (España, 2005), de Marta Arribas y Ana Pérez, quienes nos llevan a la realidad de dos millones de españoles que salen de su país empujados por la necesidad y con destino a los países Alemania, Francia, Suiza y los Países Bajos; y 14 kilómetros (España, 2007), dirigido y escrito por Gerardo Olivares, que ofrece una visión sobre la inmigración como uno de los mayores problemas al que Occidente se enfrentan en el siglo XXI.
Para mayor información sobre los horarios y programación, puede consultar www.cinemateca.gob.ve
Fuente: Coordinación de Medios Cinemateca Nacional.