La tarde del domingo fue propicia para reunir a los caraqueños en la Quinta Anauco para degustar los más exóticos platillos y productos indígenas de la mano de la Asociación Gastronómica de Venezuela (ACVEN), capítulo Región Capital, y la Fundación Sabores Aborígenes de Venezuela.
Como si se tratase de un portal, al llegar a la Quinta Anauco los invitados se transportaron a lo profundo del Amazonas al ser recibidos por un chamán de la etnia Piaroa, quien les dio la bienvenida y los animó a seguir la ruta hacia la primera parada, unas breves palabras y brindis a cargo de Juan José Hassan, presidente de ACVEN Nacional, Elizabeth Martínez, Presidenta de ACVEN Región Capital y Lucia Quero, presidenta de la Fundación Sabores Aborígenes de Venezuela.
La velada continuó al mejor estilo de la selva, sorprendiendo a los presentes con un ritual chamánico y el primer grupo degustaciones, un coctel de Copo-Azú, fruta amazónica, el Tumá, que es la sopa emblemática de la etnia Pemón, y empanaditas de harina de Pijiguao rellenas de pisillo de Aymara.
Seguidamente, los expectantes comensales pasaron a la estación de pesca con una exquisita selección de pescados de rio, conformada por el ceviche de curvina con leche de tigre de copo-azú y Lau Lau ahumado con dados de piña, que fascinaron a los asistentes.
Luego llego el momento para probar las carnes blancas y rojas de los animales de caza, pero con sentido ecológico, platillos que significaron un descubrir para los ávidos paladares: el pato confitado, las hallacas miniatura de pato salvaje, las mini raciones de báquiro ahumado y el chigüire fresco, acompañados por el puré de batata bicolor.
Como si el deleite fuera poco, la última y no menos esperada estación de los postres, con dos dulces tentaciones, las polvosas con hormigas limoneras y el turrón de chocolate oscuro de Copo-Azú con nuez de yuvia, dentro de unas artesanales bolsitas de papel que los asistentes se llevaron felices como suvenir de la exótica velada al caer la tarde.
Fuente: Marielis Castillo.