El poeta, músico y escritor chino Liao Yiwu dijo no sentirse exiliado: “La música y cultura chinas las traigo conmigo”. Tuvo que dejar su país por ser crítico de las condiciones sociales.
Liao Yiwu no se considera chino; por lo demás, el gobierno está tras él. Yiwu tiene en cuenta que pertenece a la provincia de Sichuan, y que debería independizarse. “Sería bueno que sucediera como aquí, en Latinoamérica. Son distintos países independientes unidos por un mismo idioma”, habló el poeta, músico y escritor en su charla “Informar desde el exilio”, ayer, dentro del Encuentro Internacional de Periodistas.
Yiwu huyó de China por sus textos críticos sobre las condiciones sociales del país. Estuvo en prisión cuatro años por unos poemas referentes a la matanza de estudiantes en la plaza Tiananmen en 1989. “Habrá justicia algún día. Asesinaron entre tres mil y cuatro mil personas, los cercaron. Pero conservo la esperanza, por eso escribo. No tengo la sensación de atacar a mi país. No me meto con el Partido Comunista. Si un gobierno le teme a un escritor, es que no hay derechos humanos”.
Desenfadado, al comienzo de la charla bromeó que mientras esté con gente que le guste beber no se siente exiliado. Antes, interpretó la melodía “Las aguas del río amarillo están secas”, con dos instrumentos circulares, de cobre y hierro, que golpeaba y frotaba. Estos instrumentos que simbolizan la vida provienen de la tradición tibetana y son usados por los budistas.
Después mostró una flauta. “Este tipo de instrumento tiene tres mil años de historia. Aprendí a tocarlo en prisión, me enseñó un monje budista de 84 años de edad. Me dijo que la vida misma es una prisión, que me despreocupara. Estos instrumentos son como mis historias, provienen del misterio. Cuando los tocas, son capaces de revivir a un cadáver”.
El poeta, quien vive actualmente en Alemania, consideró que China ha llegado a ser la primera potencia mundial debido, tanto al gobierno chino como a los gobiernos extranjeros, “que se aprovechan del desempleo y la crisis económica. Es un problema de difícil solución. Es una prosperidad sucia, a costa de la contaminación de los ríos y el cielo. China está convirtiéndose en un basurero”.
Preguntado sobre la situación del Tíbet, se mostró a favor de que este pueblo logre su independencia, y obtenga la libertad de ejercer su religión. ¿Y qué opina del ganador del Nobel, Mo Yan? “Es el error más grande que haya cometido la academia. El escritor es un alto funcionario del partido, que apoya toda la política de vigilancia del gobierno. No sé ahora cuál es el estándar del Nobel. A lo mejor tiene que ver con que el jurado tiene cierta edad”. Liao Yiwu presentará su libro de crónicas El paseante de cadáveres, editado por Sexto Piso, este sábado a las 20:00 horas, en el Salón 2.
Fuente: Juan Antonio García.