Fotografía. Bernanrdo De Niz
El poeta chileno Raúl Zurita dictó una conferencia sobre la obra de Pablo Neruda, y en especial, acerca de Canto general, obra que aborda la historia de Hispanoamérica.
Como un río que expulsa sus piedras para que tomen su lugar definitivo, así surgen las grandes obras como Canto general (1950), de Pablo Neruda, consideró el poeta chileno Raúl Zurita, durante la conferencia que dictó sobre este poemario. Para Zurita, el río es el castellano del que todos abrevamos, y en “Neruda cada palabra se abraza con la otra. La lengua se celebra a sí misma en una reconciliación del hablante con su lengua. Es como si bailara. El castellano suena en todo su esplendor”.
Nadie supo que este tipo de creaciones fueran posibles hasta que surgieron, tal es el caso de autores como Shakespeare, César Vallejo o Dante. Para Zurita, “escribir es el choque de dos voluntades, la del escritor, que quiere decir algo, y la lengua, su tradición, su historia inconciente”. Para el poeta, Canto general se adelanta a un futuro posible, donde el habla encuentra una paz histórica, y específicamente, la sección titulada “Alturas de Machu Picchu”.
Al referirse a la lengua, Zurita expresó que al hablar, hablamos también por los muertos, por todas las personas que han construido el castellano hasta llegar al que utilizamos actualmente. “Somos un puerto de llegada de un río inmemorial de difuntos, de una cultura. Uno es la reencarnación de los muertos”.
El punto de encuentro también existe porque “escribir es suspender la vida y la muerte. Por eso, el instante en que Neruda escribió es el mismo instante cuando lo hizo Shakespeare. Pertenecen al universo general de lo escrito. Además, la autores no crean las novelas, son las obras las que crean a los autores”. Zurita lamentó que en nuestros tiempos “vivimos una agonía del lenguaje, su suplantación por el omnipresente lenguaje de la publicidad. Pero de esta crisis surgirá algo”, deseó. El poeta chileno presentará el domingo su autobiografía.
De: Juan Antonio García Pineda
Fotografía: Cortesía Bernardo de Niz