El japonés Satoshi Kitamura se muestra emocionado. Voltea a ver a los fotógrafos que se acercan al frente de la sala con la intensión de capturar la mejor toma. Gira la cabeza para ubicar a los editores que van de un lado a otro. Los presentes esperan. Es la una con seis minutos, el artista sonríe.
Dos minutos más tarde la música de fondo deja de escucharse. Se aproxima una chica al micrófono y la sala queda en silencio. “En el Fondo de Cultura Económica creemos que para tener buenos lectores es necesario tener buenos libros”, comenta a manera de bienvenida.
El ilustrador autodidacta es uno de los autores contemporáneos de libros para niños más importantes. Satoshi Kitamura nació en Tokio en 1956 y ha ilustrado más de 20 de sus propios libros y colaborado con autores como Hiawyn Oram, Roger McGough, John Agard y Colin McNaughton.
La imagen de la portada de Angry Arthur, su primer libro, aparece en la pantalla. Kitamura, en un inglés difícil de entender, explica que dejó la escuela a los 17 años, y al no saber qué hacer, comenzó a hacer ilustraciones comerciales, hasta que en 1981, después de una exhibición en la Neal Street Gallery en Londres, Klaus Flugge de Andersen Press le pidió que ilustrara la historia de Angry Arthur. Kitamura terminó el proyecto tres meses después y a partir de ahí se dedicó de lleno a las ilustraciones infantiles.
Kitamura relata que en su proceso creativo siempre llega al punto en el que no sabe cómo surgieron las cosas, “no sé de dónde vienen las ideas para los libros, surgen de una base de ideas, pero de pronto no sé cómo rastrearlas, supongo es el brinco de la suerte”, comenta. Sonríe. Sin embargo, “algunos libros fueron agonizantes en el proceso”, añade.
Su libro favorito es Cuando las ovejas no pueden dormir, creado para que los niños aprendan a contar: “Es un libro interesante, porque nunca menciona nada de números; sin embargo, ese es el objetivo”.
El artista dice levantarse temprano y que, mientras su esposa duerme, se entretiene haciendo pan con distintas formas: conejos, rostros y gatos para los desayunos. Kitamura tiene una idea para todas las cosas.